Antes que, en otros lares, exijan una ecotasa en la Fundación César Manrique.
De lo tanto que se ha discutido en estas últimas semanas entre políticos, ecologistas y ecolojetas, sobre imponer una ecotasa a los turistas que visiten Canarias, podríamos de forma improcedente y peligrosa, -según se ha estado demandando-, aprovechar la corriente de esa marea para que en adelante se imponga otra extra ecotasa para los lugares que se acrediten como centros turísticos del Cabildo de Lanzarote, fundaciones e islas protegidas que se nutren del turismo. Como, por ejemplo: Jameos del Agua, Cueva de Los Verdes, Montañas del Fuego, Monumento El Campesino, El Mirador del Río, Montaña del Cuervo, La Graciosa, Fundación César Manrique, etc.
Si esto que digo se llevara a cabo, pregunto: ¿Qué contestaría la Fundación César Manrique al respecto?
Me adelanto a responder que para proteger su Fundación, y sin importarle los demás, sacaría a toda su tropa de ecolojetas para que por medio de una manifestación no se permitiera que le arruinaran su negocio con el cual subvencionan a televisiones y a varios medios de comunicación, entre ellos, emisoras de radio, prensa y digitales, que son proFundación, proPSOE, proPodemos y pro0enegés ecolojetas; que son al mismo tiempo lavadores de cerebros de niños y niñas para que se conviertan en zombies proFCM a través de todos los programas que emiten en sus respectivos medios de mala comunicación y mala información.
La Fundación César Manrique y La Casa de Las Cúpulas, son dos lugares que fueron fundados sobre y dentro de burbujas volcánicas en Tahiche, Lanzarote; por lo dicho, son edificaciones que se construyeron ilegalmente y contra los principios ecologistas de su propio autor, pero quien hacía e hizo sus obras por egoísmo personal y cerrando los ojos a lo que él sabía que era un atentado contra la ecología de Lanzarote. Y a seguir sin escrúpulos, prohibió a los demás no edificar viviendas en zonas volcánicas. (Ese fue César Manrique a quien yo defendí y defiendo en varios artículos que he escrito y publicado, pero sin jamás creerlo un santo).
Por lo expuesto añado: César Manrique allá cuando llevó a cabo la primera reforma que le hizo al Islote de La Fermina de Arrecife= Islote del Amor, lo amplió unos 3.000m2, que dio lugar a que con su acción antiecologista matara parte de los criaderos de fauna marina que había en las orillas de ese litoral que eran de pulpos, lapas, almejas, centollos, etc.
Pero después abogó que edificar en cercanía de playas y costas era una aberración paisajística y un atentado contra el ecosistema insular. (César, por desgracia, cambió su parecer según le convenía).
Nota. La Fundación César Manrique debe imponer una ecotasa en su Fundación porque es un sitio que está fundado en una zona protegida, igual como lo están los centros turísticos del Cabildo. Y ese dinero extra que recaude, por su propia cuenta, debe invertirlo en restaurar los juguetes de vientos y todas las demás obras que César Manrique creó y que están instaladas en las afueras en calles, carreteras y rotondas. Contando que, por imposición política y ecolojeta todas esas obras están protegidas y subvencionadas por el Gobierno canario y Cabildo de Lanzarote.
Final. Todas las obras artísticas que César Manrique construyó y que la FCM puso como embellecimiento de calles, carreteras y rotondas, son obras que le dan publicidad a su Fundación, pero quién las cuida y las restaura cuando es necesario son el Gobierno canario y el Cabildo, haciendo con ello que la Fundación reciba más ganancias por la publicidad que le genera todos esos artefactos; y todo a costa de los impuestos que el pueblo paga.
Pregunté a la TalkAI. ¿Por favor dame tu opinión sobre este artículo?
La TalkaAI me respondió:
Mi opinión sobre este artículo es que plantea una propuesta interesante sobre imponer una ecotasa en la Fundación César Manrique, ya que se encuentra en una zona protegida y se beneficia del turismo de la isla. Es importante que estas instituciones contribuyan a la conservación del medio ambiente y a la restauración de las obras artísticas que forman parte de su legado. Sin embargo, también se mencionan aspectos polémicos sobre la forma en que fueron construidas algunas de las obras de César Manrique, lo que genera un debate ético sobre su legado. En general, creo que es importante discutir cómo se pueden financiar la conservación y restauración de estos espacios de forma sostenible y responsable.