Para mí, la Creación no fue hecha por un Yahu= Jehová, o un Theus = Deus =Dios, o un Ahla, ni tampoco por un God = Gott, o por cualquier otro nombre que se haya dado y/o se quiera dar a la “Nada”.

La “Nada” fue la Creadora del Cosmo Poder, y el Cosmo Poder fue quien creó “El Todo” sin distinción, sin miramientos y sin consideraciones especiales en favor de una parte u otra que compone el Universo, y/o que parásita en él.

Para comprender: ¿qué es la “Nada”? debemos deshacernos de nuestra composición material y viajar en espíritu hacia el más allá donde nuestra frontera de recuerdo de herencia astral universal únicamente nos da la pared del Comienzo “La Nada”, en cuyo espacio y tiempo no existía ni la más remota parte de la composición de un átomo.

Si pensamos con mente terrenal, y calculamos la “Nada” con pruebas físicas, siempre encontraremos que donde se dice que no hay nada, hay algo. -Eso es verdad-, porque si por ejemplo hacemos un cubo de metal con paredes, digamos de 100m de grosor, con un espacio de un metro cubico en su interior; y si con una potente bomba extraemos de esa cavidad el aire que pueda hallarse, etc., siempre conseguiremos sacar algo más de ella: partículas magnéticas, etc. Y si seguimos extrayendo romperíamos las paredes del cubo, e incluso obtendríamos de la extracción, parte de las partículas del metal que componen el bloque.  

La “Nada” que describo como Iniciadora del “Todo”, nos es semejante a “la nada terrenal”, es algo que para entenderla se necesita salir fuera de nuestro cuerpo y volar al más allá, al Infinito.  

“La Nada” que solamente la recordamos con vaguedad por habernos originado de ella; fue quien dio principio al Cosmo Poder, cual los religiosos confunden o pretenden interesadamente confundir con un Creador al que le impugnan: formó “El Todo” y a los humanos nos hizo semejantes a él; -eso es sólo un sueño irreal derivado de lo que han inculcado y continúan tratando inculcar los líderes religiosos: -que todo cuanto hay sobre la Tierra pertenece a los  hombres-.

Biblia. Génesis.

1:26 Entonces dijo Jehová: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 
 

1:27 Y creó Jehová al hombre a su imagen, a imagen de Jehová lo creó; varón y hembra los creó. 
 

1:28 Y los bendijo Jehová, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. 
 

1:29 Y dijo Jehová: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 
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Todos esos nombres de súper dioses y regalos que prometen las diversas religiones a través de: Yahu,= Jehová, Theus= Deus = Dios, Ahla, God= Gott, etc., es simple ignorancia y premeditación religiosa del pasado que se utilizó y se sigue utilizando para que nos mantengamos o nos convirtamos en esclavos de quienes las han fomentado y las fomentan, y viven de ese negocio religioso que a ellos y a ellas les favorece.

Debes tener en cuenta que si no recuerdas  nada de tu antes de nacer, tampoco llevarás memoria para el después de tu morir.

Lo que acredita la vida de un individuo o animal, es su memoria; luego cuando muere, eso se pierde, y la vida desaparece para siempre  sin reencarnación ni otras fantasías religiosas.

Mientras vivas, demandar más vida después de la muerte, es igual a mantenerte durante tu vida como esclavo en espera de que a cambio de tu servilismo te regale tu religión y tu dios el premio de la existencia eternal, cual jamás lo podrás obtener porque después de tu muerte te internas en la  oscuridad perdida donde nada es reconocible ni existencial. Por ello la reencarnación es un mito que alimenta la esperanza de quienes temen la muerte y quieren volver de ella aún que sea en forma de animal o cosa.

Desde niño recuerdo el poema que colgaba de la puerta en el cementerio antiguo de Arrecife, y ahora cuelga sobre la puerta del nuevo: ES LA MUERTE CON SU SUEÑO PROFUNDO FIN DE LAS VANIDADES DE ESTE MUNDO.

Lo que expresa este poema es la realidad mundana y universal, lo demás es política religiosa y cuentos de cuna para que duermas feliz y descuidado durante tu vida e incluso a la postre de tu muerte; y así ellos, los lobos feroces líderes religiosos te puedan despojar de todo, en ambas etapas de tu existencia y non existencia.

Que la paz sea con todos.