Esta Diada viene marcada por dos elementos: la situación estatal, con un gobierno provisional que profundiza el ataque a las instituciones catalanas, pero atascada en la investidura a pesar de la presión de Bruselas para que presente planes de recorte antes del 15 de octubre; y la debilidad del gobierno Puigdemont que, con el beneplácito de ERC, intenta atar la CUP-CC para mantener la legislatura a toda costa ahora forzando una moción de confianza que le permita también seguir con su política de recortes y privatizaciones. Hoy, después de los resultados del 26J en las generales, y la nueva pérdida de 80.000 votos, todavía está más claro que CDC no tiene ningún interés en que se convoquen unas elecciones, pues es evidente que la composición misma del Gobierno Puigdemont ya no se corresponde con la realidad del país, y probablemente es la última legislatura con un presidente de Gobierno de CDC. Es pues, la hora de llamar a la movilización para imponer nuestra voluntad como pueblo para exigir al Gobierno de la Generalitat la fecha de convocatoria de una DUI o RUI que nos lleve a la República Catalana, para defender ante cualquier ataque de las instituciones del Estado, pero sin traicionar la lucha en defensa de les condiciones de las clases trabajadoras catalanas.
Para nosotros, ante el debate de confianza que plantea Puigdemont, tenemos que dar continuidad anla política de compromiso con el resultado de las plebiscitarias del 27S y la conformación de una mayoría independentista en el Parlamento, y con el compromiso de lucha y mejora de las condiciones materiales de las clases populares:
1. - No tenemos ningún interés en unas elecciones anticipadas en Catalunya, es decir, queremos que en la legislatura se proclame la República catalana en los 18 meses comprometidos el 9N. Ya ha pasado más de la mitad de este tiempo y no vemos que el ejecutivo avance en la ruptura con el estado. Aunque confianza en este gobierno no tenemos, nuestra única condición para que salga adelante la moción de confianza es que el Gobierno ponga fecha dentro del 2017 a la proclamación de la República Catalana (DUI) o a la convocatoria de un Referéndum Unilateral de Independencia (RUI). A estas alturas no vale un plazo genérico que vuelva a ser objeto de aplazamientos o de deseos condicionados a no se sabe qué: la fecha concreta es condición sine qua non para que esta legislatura continúe al dictado del mandato del 27S. La posición de LI la dejamos clara desde el principio: contra lo que dijeron destacados dirigentes de la CUP, nosotros consideramos que los resultados del 27S legitiman la proclamación de la República Catalana. Pero si el hecho de hacer un referéndum en este plazo puede ampliar la base de la ruptura con el estado, estamos por hacerlo, y con esto nos estamos dirigiendo no sólo a los sectores de la propia CUP que veían insuficientes los resultados del 27S para una DUI, también a ERC y CDC, la propia ANC e incluso porque emplaza abiertamente a QSEP/En comú Podem, cuando la situación estatal ha evaporado toda posibilidad de un referéndum pactado, si es que alguien - no nosotros- creía que había alguna antes. Por eso, este 11 de septiembre debe ser un clamor de la movilización el «Sr presidente ponga fecha y saque las urnas!» Sea por la Asamblea Constituyente de la República Catalana después de la DUI o por la RUI.
2.- Pero «moción de confianza» y presupuestos no van de la mano. No confundamos, el mandato del 27S era para proclamar la República catalana, no para tener carta blanca para mantener con dinero público los conciertos educativos de élite y cerrar aulas de P3 públicas, desacatando las resoluciones del propio Parlamento. CDC y ERC usan demagógicamente lo uno para hacer lo otro: lo han hecho con el gobierno anterior, y lo han aplicado en esta legislatura. La CUP-CC debe ser la voz del mandato del 27S: hacia la República sin más recortes. Debe ser «el caballo de Troya de las clases populares» en el Parlamento, una fuerza comprometida con los movimientos y luchas de los y de las trabajadoras, en la defensa de la enseñanza y la sanidad pública, contra los desahucios, por planes de empleo, contra las privatizaciones...: los de la «mano tendida por la autodeterminación, y el puño muy cerrado contra los recortes y cualquier agresión a los derechos sociales y servicios públicos». Nosotros no mercadeamos con la vida de nuestra gente ni con estos derechos básicos y los defenderemos hasta el final. Por lo tanto nosotros no daremos ningún voto a presupuestos que sigan por la vía de los recortes, que pongan por delante el pago de la deuda y los compromisos con el Gobierno central y la troika. Nos movilizaremos con los sectores populares contra la política neoliberal del gobierno Puigdemont-Junqueras que sigue en la política continuista de hacer cargar la crisis sobre los y las trabajadoras. No se trata de un presu puesto «más social» como gusta repetir Junqueras mientras incrementa las privatizaciones y cierra aulas públicas… «porque Madrid no me deja». No es la falsa elección entre independencia y anticapitalismo que algunos nos quieren hacer optar: es que sólo desde una política social y el compromiso de las clases populares habrá independencia. Pero además la República catalana no está determinada porque los presupuestos garanticen las partidas de las «estructuras de estado»: se dijo lo mismo en los dos anteriores – ahora y antes con acuerdo de CDC-ERC-, pero a la hora de la verdad, se cambian nombres y ajustan partidas para seguir dentro de los márgenes constitucionales. Nada se ha hecho que no sea el desarrollo de las estructuras autonómicas que cualquier CCAA puede desarrollar –y algunas vienen haciendo desde hace años-. En los de 2017 no va haber diferencia pues no se plantean la ruptura, con el agravante de que estarán marcados por los recortes que Bruselas impone al estado para antes del 15 de octubre. Y si fuera necesario, ya avanzamos que, votaríamos las ampliaciones presupuestarias que hagan falta tanto para resolver las necesidades sociales como para hacer posible la RUI/DUI.
Por eso, este 11 de setiembre debe ser un grito a la movilización por:
¡Fuera las manos del TC y el gobierno central del Parlament y de Carme Forcadell!
Contra los recortes y por la recuperación de derechos
DUI o RUI: «Sr Puigdemont, ¡ponga fecha y saque las urnas!»