Desde la Asociación de Vecinos de Titerroy se ha alzado la voz para exigir respuestas tanto al Ayuntamiento de Arrecife como al Cabildo Insular de Lanzarote. Durante años, los vecinos han solicitado aclaraciones sobre las presuntas irregularidades en el proyecto de adaptación de las escaleras del Parque de los Pinos, señalando posibles incumplimientos de la normativa vigente, en particular del Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad (DB-SUA) del Código Técnico de la Edificación (CTE), que obliga a instalar pasamanos en las escaleras públicas para garantizar la seguridad.
Un proyecto confuso y cambios forzados por los vecinos: En 2020, el Cabildo de Lanzarote hizo público un proyecto cuyo objetivo era la mejora de la accesibilidad en dos escaleras del Parque de los Pinos, con un presupuesto estimado de 32.476 euros. Sin embargo, desde la Asociación de Vecinos de Titerroy se advirtió a ambas administraciones que la información era incorrecta, ya que el parque cuenta con tres escaleras: una hacia la Avenida Eugenio Rijo Rocha, otra hacia la calle Tisalaya y una tercera hacia la calle S.S. Juan XXIII.
Ante esta observación, las administraciones aceptaron ampliar el proyecto para incluir las tres escaleras, como demandaban los vecinos. Sin embargo, a día de hoy, los residentes denuncian que las obras no han cumplido con los estándares de seguridad y accesibilidad necesarios, especialmente en la escalera hacia la calle S.S. Juan XXIII, que es ampliamente utilizada, incluso por personas con movilidad reducida, quienes deben enfrentarse a condiciones inadecuadas.
Contrastes y abandono en el entorno: Los vecinos cuestionan cómo es posible que las administraciones concedan licencias para la instalación de grandes marcas en las inmediaciones, mientras las infraestructuras circundantes, como las aceras, el alumbrado y las escaleras, permanecen en estado de abandono.
La escalera hacia la calle S.S. Juan XXIII es un ejemplo claro de esta contradicción: pese a ser un acceso importante para los vecinos, incluyendo usuarios con movilidad reducida, no cumple con las condiciones mínimas de accesibilidad y seguridad exigidas por la normativa.
Acusaciones de favoritismo y falta de control: La Asociación de Vecinos de Titerroy también denuncia lo que consideran una práctica recurrente en Lanzarote: la adjudicación de obras menores a empresas supuestamente vinculadas a partidos políticos o directamente a figuras políticas. Asimismo, critican la falta de supervisión sobre la calidad y cumplimiento de las obras ejecutadas.
Desde la asociación, exigen una investigación a fondo sobre las irregularidades detectadas, tanto en el proceso de licitación como en la ejecución del proyecto. “No es aceptable que las administraciones sigan ignorando las necesidades básicas de la ciudadanía mientras otorgan contratos a empresas con intereses dudosos”, concluyen los vecinos.