La sociedad lanzaroteña se suma a la protesta organizada en Canarias bajo el lema “Canarias tiene un límite” y convoca una manifestación para el sábado, 20 de abril, a las 12:00 horas, desde el Quiosco de la Música, en el Parque José Ramírez Cerdá, hasta el Cabildo Insular. “Lanzarote tiene un límite” es el lema de la convocatoria en esta isla y está protagonizada por ciudadanas y ciudadanos anónimos que no representan “a ningún colectivo ni partido político”.
El texto que acompaña a su cartel publicado en redes sociales (@Lanzarote tiene un límite #lanzarotetieneunlimite) anima “a toda la ciudadanía” a participar en esta manifestación, que por ahora también está convocada en Tenerife, Gran Canaria, Fuerteventura y La Palma.
“Queremos que tú seas el protagonista de esta reivindicación. Camarera, trabajador de la limpieza, doctora, agricultor, profesora, comerciante, empresaria, ganadero, científica, quien quiera que seas, participa en esta protesta masiva. Lanzarote no soporta los más de 3 millones de turistas anuales (3.049.188 turistas en 2022, ISTAC) que visitan la isla de forma desordenada. La isla está colapsando social y ambientalmente”.
Condenan la masificación turística y sus consecuencias, “pero no la llegada de turistas de forma controlada y sostenible”. “Queremos unir a toda la ciudadanía de Lanzarote que está preocupada por la masificación turística y por sus efectos en el territorio y en los servicios públicos. Tal y como está ocurriendo en otras islas, Lanzarote ya no se sostiene”.
Protestan por la imposibilidad de acceder a una vivienda, la congestión de los servicios sanitarios, el colapso del sistema de gestión de residuos, la falta de agua para consumo y sector agrícola, la pérdida de calidad de vida, el deficiente transporte público, la masificación de los espacios protegidos afectados por múltiples delitos e infracciones
ambientales o la pérdida de biodiversidad, entre otros.
Declaran que “el modelo actual ha destruido por completo la calidad de vida de Canarias y aquellas razones que hacían únicas a las islas: las condiciones de una vida digna y valiosa, nuestra biodiversidad, nuestros paisajes, nuestra gente y la identidad de lo que éramos”.
Reclamaciones
Por ello, consideran que es necesario actuar de forma inmediata para cambiar el modelo de turismo de masas por un modelo regulado basado en el decrecimiento y en la convivencia sostenible de la industria turística con el bienestar general de la población.
Exigen mejorar e incrementar los servicios sanitarios, aumentar los recursos educativos, multiplicar el transporte público y garantizar el derecho a la vivienda. Demandan una gestión sostenible del agua que garantice el acceso a este recurso a residentes y sector agrícola, la eliminación de los vertidos de aguas residuales al mar y, en general, reducir la producción de residuos. Y reclaman la disminución de la presión turística en los espacios naturales protegidos con una mejor gestión y mayor vigilancia para evitarlos atentados ecológicos y el deterioro ambiental que están teniendo lugar actualmente.