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Se acerca la Noche de Reyes, y qué mejor ocasión para recordar la verdadera historia de estos tres pintorescos personajes, que durante la madrugada de todos los 6 de enero, recorren el mundo en “dromedario” dejando regalos en los zapatos de los niños. La historia de los Reyes Magos es de fuerte tradición católica, por eso en los países donde no hay una gran presencia de esta religión, sus figuras son más simbólicas que otra cosa.
Nosotros como colectivos sociales lo único que intentamos siempre es que se respete nuestras tradiciones y costumbre, no estamos por la labor de destruir, ni ocultar la verdadera historia, sabemos y no se nos esconde que siempre existen personajes que intentan alterar la historia y simplemente por hacerse notar.
Historia de los Reyes Magos según las escrituras. Mateo 2:1-12
Los Reyes Magos tienen unos 2.000 años de antigüedad. En contraste con la Historia de Papá Noél cuya costumbre se estableció en el siglo XIX y su imagen actual se la debe a la firma Coca-Cola.
La figuras de los Reyes Magos han experimentado algunas transformaciones a lo largo de estos veinte siglos. Por ejemplo, Los Reyes Magos no siempre fueron tres y Baltasar no fue negro hasta el siglo XVI.
La historia narrada en el evangelio según Mateo, cuenta que los magos vinieron de Oriente guiándose por una estrella, la cual los condujo hasta Belén (de ahí el nombre de estrella de Belén).
Antes de llegar, visitaron al rey Herodes el Grande en la ciudad de Jerusalén, a quien interrogaron por el nacimiento del "Rey de los Judíos". El monarca, después de consultar a los escribas versados en la Biblia, les aseguró que el niño debía nacer en la pequeña ciudad de Belén, como establecía la profecía de Miqueas. Agregó, astutamente que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño; y, así, poder ir él también a adorarle. En realidad, según el relato bíblico, su intención era darle muerte.
En Belén, los magos volvieron a ver la estrella, hallaron a Jesús recién nacido y lo adoraron; ofreciéndole oro (representando su naturaleza real, como presente conferido a los reyes), incienso (que representa su naturaleza divina, empleado en el culto) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos, representando el sufrimiento y muerte futura de Jesús). Parece ser que por el hecho de traer tres dones, se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran cuatro, siete y hasta doce magos.
Al regreso, advertidos los magos por un sueño de las intenciones del rey, no volvieron a Jerusalén. Herodes, entonces, ordenó dar muerte a todos los niños menores de dos años residentes en Belén, episodio conocido como la matanza de los inocentes.
Nombres y apariencias
La Biblia no específica el origen de los Reyes Magos, los cuales se supone que provinieron de Persia o Babilonia, ya que en esos lugares aquellos eran conocidos como magos, y tenían un gran poder e influencia en la sociedad. Además la palabra “mago” se utilizaba comúnmente en esa época para designar a los astrónomos.
Tampoco se extrae de la Biblia sus nombres (Melchor, Gaspar y Baltazar) ni sus apariencias físicas, las cuales fueron incorporadas algunos siglos después gracias a las escrituras de un monje benedictino. En ellos, se estableció que Melchor era un anciano de cabellos y barba blancos; que Gaspar era más joven pero igualmente barbudo y rubio; y que Baltazar, era joven y negro. Según los expertos, estas descripciones hacen una clara referencia en establecer a los Reyes Magos como representantes de Europa, Asia y África, respectivamente.
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia). El friso de la imagen está decorado con mosaicos de mediados del siglo VI que representan la procesión de las Vírgenes. Esta procesión está conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, tocados con un gorro frigio y su actitud es la de ir a ofrecer lo que llevan en las manos a la Virgen que está sentada en un trono y tiene al Niño en su rodilla izquierda. Encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Gaspar, Melchior, Balthassar...
Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad, representantes de las tres edades del hombre y representantes de los tres continentes (Asia, África y Europa) y representantes de diferentes creencias religiosas.
La llegada de los Reyes Magos es un tema tratado también en los Evangelios apócrifos. Según la tradición esotérica aplicada al cristianismo, estos personajes procedían del lugar donde se encontraba el Preste Juan.
Número de los Reyes Magos
Según las diversas tradiciones de los reyes magos, el número de ellos varía; así se puede encontrar los siguientes reyes magos:
Tres Reyes Magos: Si bien la Biblia explica que fueron tres los regalos otorgados por los magos al Niño Jesús, la primera referencia concreta respecto al número de Reyes Magos la da Orígenes, un conocido escritor eclesiástico, en el siglo IV. En el siglo V, el Papa León I el Magno estableció oficialmente su número en 3 para toda la cristiandad. A mediados del siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar",que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath". Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.
Doce reyes magos: Los armenios suponen que fueron 12, por lo que les asignan doce nombres diferentes. Estos nombres tampoco se mencionan en la Biblia.
Los reyes magos son conocidos también como los Santos Reyes.
Los Reyes Magos
Melchiar, Melchor, era el rey de Nubia y de Arabia. Jaspar, Gaspar, era el rey de Tharsis y de Egriseula. Y Balthasar, Baltasar, rey de Godolia y de Saba.
Según la tradición, los tres permanecieron vírgenes toda su vida. Aunque hablaban diferentes idiomas, “fueron conducidos en dromedarios”, por la estrella, que se detuvo tras trece días de camino frente al portal, el lugar del nacimiento del rey de los judíos, el Mesías.
La Estrella les había guiado hasta allí recorriendo un camino sinuoso, extraño… Cuando, terminada su misión, deciden volver la Estrella ha desaparecido, ya no les guiaba.
Otra leyenda dice que tardaron trece años en regresar a sus reinos, se desconoce lo que les entretuvo por el camino. La Estrella volvió a aparecerse, pero como presagio del fin de los días de los reyes sobre la Tierra.
Melchor murió a los 116 años de edad, Gaspar a los 112, cinco días después que el anterior; y Baltasar a los 109, seis después que Gaspar. Fueron enterrados juntos y mientras la estrella brillaba sobre el cielo, sus cuerpos permanecieron incorruptos.
Las Reliquias de los Reyes Magos.
Un 1 de junio del año 1164 Federico Barbarroja ordenó llevar, desde la iglesia de San Eustorgio de Milán hasta Colonia, las reliquias de los Reyes Magos, es decir, sus cuerpos. Fueron depositados en la iglesia de San Pedro.
Se hallaban en Italia desde el siglo IV, cuando el noble griego Eustorgio había llegado a Milán enviado por Constantino, habiendo sido proclamado obispo y recibiendo como regalo, al parecer por sus bondadosas obras, las reliquias de los Magos de Oriente.
El culto a los Reyes Magos en occidente data del siglo XII. A partir del siglo siguiente comenzaron a desarrollarse representaciones teatrales en torno a su figura.
La Historia, que había sido compuesta por un sinfín de datos más o menos contrastados, fue finalmente escrita entre 1364 y 1374 por Juan de Hidelsheim, un prior carmelita alemán en la Historia Trium Regum, basada en la Historia Scholastica de Pedro Comestore escrita en el lejano siglo XI.
Actualmente en la catedral de Colonia, se veneran los supuestos restos de los Reyes Magos en una urna dorada colocada en el altar mayor.
Tradición
En España, la tradición dice que los regalos de Navidad a los niños los traen los Reyes Magos la noche del 5 al 6 de enero, compitiendo con la reciente introducción de Papá Noel en las costumbres navideñas debido a la influencia de otras culturas. Antes, los niños deben enviar una carta a los reyes enumerando los regalos que quieren y los méritos por los que merecen recibirlos. También es tradición que la noche del 5 de enero los niños dejen sus zapatos en algún lugar de la casa, junto a la puerta, en una ventana; incluso se dejan dulces para obsequiar a los Reyes Magos y agua o comida para los camellos. Al día siguiente se encuentran allí los regalos o, en el caso de haber sido malos, carbón en su lugar (se trata de un dulce de feo aspecto pero golosina, al fin y al cabo). El día 6 de enero es festivo en toda España. La escalada consumista ha conseguido que también reciban regalos los adultos, en ocasiones usando el juego del amigo invisible. Es típico desayunar el Roscón de Reyes que en muchos lugares puede comerse la víspera, para merendar o, como postre, en la cena.