El 20 de noviembre de 1978 estaba yo cumpliendo el servicio militar. En Gerona, en el Centro de Instrucción de Recutas N°9 de San Clemente de Sasebas. Era el furriel de la 16 Compañía de la que era capitán Fernando López de Castro y Fa. 

Ese día teníamos práctica de tiro para los reclutas. Yo, como furriel, estaba en una mesa con el control de las municiones. Sobre aquella mesa el capitán López de Castro dejó un libro. Su título: "... y al tercer año, resucitó", novela de Fernando Vizcaíno Casas, que luego fue llevada al cine en 1980. La curiosidad me llevó a ojearlo. Recuerdo casi perfectamente que el libro empezaba diciendo: "El 20 de noviembre de 1978, Franco resucitó...". Obviamente no fue así. La novela fue llevada al cine como comedia en 1980, protagonizada por José Bódalo, y con guión del propio Vizcaíno Casas.

Ya licenciado del servicio militar, casi tres años más tarde, el 24 de febrero de 1981, con ocasión de la intentona golpista de Antonio Tejero y otros militares (23F), me enteré por televisión de que Fernando López de Castro y Fa, mi capitán ya general, era el jefe de la seguridad del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Hoy, 40 años después, indagando en lnternet sobre aquel susto para la entonces joven democracia española, he sabido que mi capitán en la mili fue el cabeza de lista de Ciudadanos por Gerona en las elecciones generales de 2015.

Mi capitán, que era Estado Mayor, por el motivo que fuera, siendo yo recluta, me eligió como guía de la compañía en la formación para desfiles. En esto, ciertamente, mi 183 de estatura influyó. Pero, además, también me nombró furriel de la compañía aún siendo recluta. Más tarde, poco antes de la jura de bandera, un día me llamó para preguntarme si tenía alguna preferencia de destino al acabar el periodo de instrucción. Abusando de confianza y de forma ingenua le respondí que a Canarias. Tras decirme algo así como "déjate de tonterías" me precisó que si tenía alguna preferencia de destino dentro de la región militar. Le respondí que, no siendo a Canarias, me daba igual. Entonces me propone: "¿Quieres quedarte aquí de furriel?". Le dije que si y así fue. Durante el cuarto reemplazo del 78 fui el furriel de la compañía y ascendí a cabo.

Durante mi servicio militar, en una de las charlas formativas e ilustrativas de lo que era el Ejército, muy habituales en el capitán López de Castro, no recuerdo si aún yo de recluta o ya de soldado, recuerdo que nos disertó sobre lo fácil que podría ser desestabilizar a un gobierno con un comando bien entrenado de apenas un pelotón. De esto deduzco que lo de Tejero debió ser una chapuza.

Muchos años después, me siento muy orgulloso de la confianza que mi capitán depositó siempre en mi, muy cercana a la cordialidad. Recuerdo que con ocasión de un viaje que hice a Lanzarote durante algún permiso me encargó que le llevara un timple. Y, más aún, cuando la compañía desfilaba en formación lo hacíamos al compás de "Campesina", de Juan Brito y Los Campesinos.

▪︎"Campesina, campesina, aaaa

No te quites la sombrera, aaaa

Porque el sol de Lanzarote, eeee 

Pone tu cara morena, aa.

▪︎Te lavaste con el agua, aaaa

Que te sobró del sancocho, oooo

Se te pusieron los labios, ooo

Como libras de bizcocho, oo."

Dejando los gratos recuerdos, la añoranza y el orgullo de aquella confianza que Fernando López de Castro, mi capitán, depositó en mi; volviendo a la anécdota de aquel libro, a la efemérides del 23 F, y a la actual situación política de España; reflexiono sobre que, Franco, al tercer año no resucitó, obviamente. También que aquellos militares no lograron restaurar el régimen del dictador en aquella intentona del 23 F de 1981. Pero, en la actualidad, me da la impresión de que los herederos o nostálgicos del franquismo, en torno a Vox, si que puedan estar resucitando no a Franco pero si al "Espíritu Nacional del Movimiento".

Mucho cuidado. No desmerezcamos la actual estrategia de "resurrección".