Fue en marzo de 2017 cuando un vecino de la localidad de Los Cocoteros denunció que los amigos de ,lo ajeno habían escalado a su vivienda, apoderándose de: 2 fusiles de pesca submarina, un traje de neopreno, unas aletas y otros efectos; todo ello por valor de más de 1.000 euros.

Tres años y medio después, el pasado 26 de octubre, la víctima del robo se encontraba en determinada zona litoral de Teguise para practicar el deporte de la pesca submarina, cuando observó a un bañista con un fusil submarino "similar" a uno de los que le habían sustraído. Motivo por el que dio rápido aviso a los agentes de la Guardia Civil.

- Lo adquirió en una red social de ventas de segunda mano

El denunciante pudo acreditar que se trataba de su fusil submarino, ya que se lo habían realizado por encargo de manera artesanal, por lo que no hay coincidencias en el mercado. La única diferencia es que lo habían pintado.

De este modo, los agentes realizaron las pesquisas policiales oportunas que permitieron comprobar que evidentemente se trataba del fusil denunciado como sustraído y, que según las manifestaciones iniciales de quien lo portaba, este lo había adquirido en el mes de noviembre de 2019 en una red social de compraventa de productos de segunda mano.

Finalmente, ante toda la información recabada en el perfil de dicha red social, la Guardia Civil pudo identificar plenamente a la persona que realizó la venta, a quien también se detuvo por la presunta autoría de un delito de hurto, entregando legítimamente a su propietario el fusil recuperado.