El ex presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha adelantado en Arrecife, donde se encuentra de vacaciones, que está volcado en la redacción de un libro de "reflexiones sobre la crisis, un testimonio de lo vivido”. Lo ha hecho en una rueda de prensa ofrecida en el Castillo de San José con un carácter marcadamente informal.
Zapatero ha esquivado las preguntas relativas a las políticas del Gobierno de Mariano Rajoy, porque su tiempo, dijo, “ya pasó y lo menos que le debo al país es respetar a quienes participan en la vida política”.
Sin embargo, no ha podido evitar poner los ojos fuera de España para confesar que espera que Mario Dragui, presidente del Banco Central Europeo (BCE) anuncie la compra de deuda soberana porque "el BCE tiene que ser central y europeo, con todas sus consecuencias para que no haya una presión excesiva sobre la prima de riesgo”.
El ex presidente confiesa que con, la presidenta del Gobierno alemán, Angela Merkel, tuvo "una buena relación en su momento, pero eso ahora corresponde a otros”, mientras que a Francois Hollande, el presidente socialista francés lo ha definido como “un factor de confianza para el proyecto europeísta”.