La mayor parte de los medios de comunicación de la isla ya ha publicado (aunque fuera de pasada), cómo fue “pillado” un juez en medio de una fiesta “ilegal” en la que “no se respetaban las medidas anti COVID”. Lo cual es lógico, pues su misión es publicar todo aquello que sea “relevante” para la opinión pública.
Lo que no es lógico es el ensañamiento con que determinados medios (los de siempre), azuzados por determinada formación política (la de siempre), han difundido la noticia. Presentando (casi adornando a placer) la “pillada” del juez, como hubiera sido el autor de un “crimen de Estado” …
Cierto es que el juez cometió una infracción (al igual que el resto de los presentes en la fiesta), y que por el hecho de ser magistrado merece una mayor reprobación ética. Pero de ahí a lincharlo mediáticamente hay un abismo.
¿Por qué?
Porque hay una serie de interrogantes en el aire:
1. En un primer momento, se dijo públicamente (en determinados medios) que el GIR de la Guardia Civil y la Policía Local de Yaiza intervinieron en la “fiesta ilegal” porque “un vecino” de la villa en la que se celebraba denunció “el alto volumen de la música” … Pero como se puede observar en la imagen, la citada villa se encuentra totalmente alejada de cualquier casa habitada (de hecho, se encuentra en suelo protegido). O sea, que ¡nadie podía escuchar ruido alguno!, y, por tanto, ¡ningún vecino pudo denunciar lo que no se podía oír.!.
2. Más tarde, algún medio llegó a publicar que la Guardia Civil intervino en la citada villa, ya que “uno de los participantes” en la fiesta emitió “en las redes sociales, en directo”, lo que ocurría en su interior; y que “un ciudadano anónimo” lo vio y avisó a las fuerzas del orden.
¡Muy curioso! Porque no se explica cómo ese “ciudadano anónimo” supo la ubicación del lugar de la fiesta; y mucho menos cómo uno de los infractores, sabiendo lo que significaba, pudo haber colgado en las redes sociales, “en directo”, la celebración. ¿Tan estúpido era?
Más curioso es el hecho de que rápidamente apareciera en manos de los medios (como por arte de magia), el video de intervención de la Guardia Civil en la citada villa. Pero hasta la fecha, no ha aparecido el video (o sea, la prueba) de que se estaba celebrando una fiesta en su interior…
3. Es muy curioso que en el video “oficial” (que con rapidez cayó en manos de los medios), se escucha (perfectamente) cómo antes de la intervención, uno de los agentes señala: “Mira al juez, mira a Ricardo…”. Seguidamente continúa hablando en voz más baja: “Vi al juez, vi a Ricardo”. Otro agente levanta la voz, aparentemente para que se le escuche en el video, indicando: “Hay un juez y todo. ¡Tócate los h…!”.
¿Significan estos comentarios (antes de la intervención) que el objetivo del operativo era el citado juez?
No olvidemos que el video fue grabado por la Guardia Civil (pues la cámara acompañaba en cada momento a los primeros agentes que intervinieron). Y la grabación acabó rápida (e inexplicablemente) en manos de los medios de comunicación y las redes sociales. Incumpliéndose el protocolo en este tipo de actuaciones. ¿Estamos hablando de algún tipo de supuesta infracción por parte de los agentes intervinientes?
4. Volviendo a la interrogante de si el “objetivo” era el juez, nos encontramos con una curiosa información: el pasado miércoles se celebró otra “fiesta” en una villa de Playa Blanca, a la que también habría acudido supuestamente el mismo juez (siempre según las fuentes informantes). Y en cumplimiento del protocolo anti-COVID, se personaron efectivos de la Policía Canaria, así como la Policía Local y Guardia Civil. Pero en dicha ocasión, aseguran que la presencia de la autoridad judicial “habría frenado” la actuación… ¿Sería por eso que se llamó al GIR en esta última intervención, cámara de video en ristre? ¿Y por eso mismo se entregó la grabación con tanta rapidez a medios de comunicación y redes sociales?
5. Según fuentes solventes, el inmueble fue construido hace años por “dos promotores españoles” en “zona protegida”. Y que en aquel entonces le fue concedida la licencia supuestamente por el multi-imputado exalcalde de Yaiza, José Francisco Reyes… En la actualidad se encuentra en venta, teniendo la exclusividad un miembro de una conocida familia empresarial de la Isla.
Las mismas fuentes aseguran que la “fiesta” fue organizada por el propietario de una conocida empresa de autos de alquiler, algo que viene realizando constantemente. Eventos en los que también participaban (al menos antes del COVID), determinados mandos (y no mandos) de los diferentes cuerpos policiales. Hecho que era conocido por muchos…
¿Acaso sólo se acudió en esta ocasión porque allí se encontraba el juez?
Son una serie de dudas (no afirmaciones), que esperamos que sean aclaradas cuanto antes para tranquilidad de la opinión pública. Y así evitar bulos y comentarios malintencionados de los de siempre ...