La sentencia del Tribunal de Arbitraje sobre el Derecho Internacional del Mar, sobre el caso Arctic Sunrise, deja bien claro “que la protesta en el mar es una actividad lícita en relación con la libertad de navegación”. Esto significa que se puede protestar contra las prospecciones petrolíferas en cualquier mar del mundo. Incluyendo el mar de Canarias.
"Ni somos piratas, ni vándalos y la detención de los conocidos como 'Arctic 30' fue ilegal. Así de claro lo ha dicho dos años después el Tribunal de arbitraje sobre el Derecho Internacional del Mar. El tribunal ha resuelto que el abordaje y detención del Arctic Sunrise en el Ártico, mientras protestaba contra las prospecciones de Gazprom, fue ilegal. Y Rusia debe compensar por los daños morales y materiales a Holanda, país bajo cuya bandera navega el barco, y a Greenpeace.
La resolución es tan sencilla como contundente. Dice el Tribunal “que la protesta en el mar es una actividad lícita en relación con la libertad de navegación”. Esto significa que se puede protestar contra las prospecciones petrolíferas en cualquier mar del mundo. Incluyendo el mar de Canarias.
Un dato importante ya que la Fiscalía española, a través de un informe de la Armada, acusa la activista Matilde Brunetti (herida gravemente durante la acción de protesta por uno de los buques de la Armada) de piratería. De nuevo como en Rusia, piratería por protestar contra las prospecciones petrolíferas, en este caso las que Repsol llevó a cabo el pasado otoño.
No sabemos aún si Rusia cumplirá con la sentencia e indemnizará a los activistas, a Holanda y a Greenpeace por los daños morales y materiales causados. Lo que sí sabemos es que se ha sentado un precedente importantísimo para la protesta pacífica en alta mar. Una sentencia que las autoridades españolas deberían leer detenidamente.
... y el Arctic Sunrise vuelve al Ártico
Ahora mismo, el mismo barco, el Arctic Sunrise, navega en las aguas árticas al noreste de Groenlandia para ser testigo de las prospecciones sísmicas que se están llevando a cabo. Gracias a nuestros barcos podemos ser testigos de las actividades que las petroleras no quieren que veas. Y vamos a seguir denunciando la destrucción de nuestros mares. Porque los beneficios de las grandes empresas no pueden ser más importantes que el cuidado de los ecosistemas únicos del planeta".