Crear divisiones internas en un momento tan importante en el cual el Partido Popular de Lanzarote está en alza, es un gravísimo e imperdonable error, está claro que cuando el barco se hunde hasta las ratas salen huyendo que fue lo que ocurrió en su momento en el Partido Popular de Lanzarote, pero en éste momento triunfar las ratas regresan a la miel como las abejas.
Pensár en estos momentos que es necesario convocar unas elecciones internas es no entender de politica y creer que tener dos candidaturas enriquece el debate es una equivocación mayúsculas, y lo es aún más pensar, que gane quien gane será bueno para la formación.
Cuando se busca el poder por el poder, el poder como prestigio, se entra en una dinámica en la que no hay marcha atrás. Y el ansia de poder se convierte en una obsesión, y el que la padece “enferma”. Enferma, porque cree que permanecer en el poder es un premio, es un merecimiento y en su “borrachera de engreimiento”, cree que lo puede todo, que todo es suyo, que pueden disponer lo que se les antoje, que todo lo demás es malo y ella es la mejor. Las políticas obsesionadas con el poder, olvidan que están al servicio del pueblo al que representa,al servicio de los partidos, de sus afiliados.
Cuando las ratas que se habían marchado regresa con ansia de conseguir poder, olvida la moral, la ética; olvida al pueblo, su partido, los afiliados, la presidenta y trata de convencer a todo el mundo de que todo lo que hace es por el bien del partido.
Las diferentes formas de corrupción en el ámbito administrativo y político son como una onda expansiva que se propaga destruyendo los valores, minando las pocas defensas de la honra, la dignidad, el respeto al partido y a los afiliados a quienes se les estafa impunemente con mentiras y manipulaciónes para conseguir hacer realidad las interesadas artimañas políticas.
En éste momento en el que el Partido Popular de Lanzarote está realizando un gran trabajo en el Ayuntamiento de Arrecife y en el Cabildo Insular deberían estar unidos como una auténtica piña y no luchando, dividiendo y enfrentando a todos los componentes del partido.
Confundir el bien con el mal es la peor desgracia que pueda ocurrir en la vida política y más aún cuando lo único que se busca es el interés personal y una desmedidas ansias de poder.
Algunos Creen que un cargo público es una oportunidad para enriquecerse y no para servir, en el que además hay la posibilidad de adquirir renombre político y áreas de poder.
En estos momentos llegan al Partido Popular de Lanzarote una legión de zombis con intención de buscar parcelas de poder al precio que sea, aunque tengan que echarse en manos de los mayores enemigos del Partido Popular de Lanzarote.