Fue el pasado 13 de marzo de 2015, cuando se presentó una denuncia en la Comisaría de Arrecife por la desaparición de Juan Carlos Tejera Acosta, de 39 años y natural de San Bartolomé. Y tras las primeras pesquisas, los agentes determinaron que la víctima había sido vista por última vez con vida la noche anterior en un bar de Arrecife en el que había estado con unos amigos.

Tras el hallazgo de su vehículo y de varios efectos personales en la zona de Argana Alta, a las afueras de Arrecife, así como del descubrimiento de una mancha de sangre en el garaje de Juan Carlos, se intensificó el dispositivo de búsqueda; contando con la participación de efectivos de la Comisaría de Arrecife, la Subdirección General de Logística de la DGP y Medios Aéreos de la Jefatura Superior de Policía de Canarias. En ese momento, su desaparición fue calificada como de "alto riesgo".

- "Organización criminal que utilizaba la violencia con sus víctimas"

A los 9 días, concretamente el 21 de marzo, fue hallado el cuerpo del joven, "engrilletado de manos y pies, mostrando claros síntomas de violencia"; en el interior de una cueva de la escombrera de Argana Altam que estaba tapada con piedras y tierra. Determinante fue  la incorporación a la búsqueda, de la Unidad de Guías Caninos de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de Las Palmas, y en concreto del perro de rastreo de restos humanos (REHU).

Del caso se hizo cargo el Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Las Palmas, que tras un "análisis minucioso de los vestigios hallados" en el vehículo de la víctima, el garaje y el lugar de hallazgo del cadáver (por parte de los funcionarios de la Policía Judicial de la Comisaría General); determinó que los autores del delito formaban parte de "una organización criminal afincada en el sur de Tenerife, dedicada a la comisión de robos violentos".

- "Creían que Juan Carlos guardaba gran cantidad de dinero"

Según informan fuentes policiales, "esta organización criminal, que utilizaba la violencia con sus víctimas, secuestró a Juan Carlos Tejera en la creencia de que tenía guardada gran cantidad de dinero". Añadiendo que “los numerosos dispositivos policiales de seguimiento y evaluación de las personas presumiblemente relacionadas con el entramado, sirvieron a los investigadores para identificar plenamente a los miembros de la organización criminal en la que centraban las pesquisas”. Cosa que no fue fácil por la falta de “testigos o pruebas determinantes de autoría” de los miembros del grupo, “lo que se tradujo en un laborioso trabajo realizado por los agentes que contaron con todos los medios materiales y humanos disponibles”.

Los cinco detenidos, de nacionalidad española, son: J.C.C.H. de 46 años; N.D.P.P. de 38 años; A.E.G.G. de 46 años; A.D.D. de 36 años y J.A.D.R. de 60 años. Todos ellos eran residentes en las islas de Tenerife y Lanzarote. Se da la circunstancia de que cuatro de los detenidos se encontraban ingresados en el Centro Penitenciario de Lanzarote por su participación en hechos similares; y el quinto fue detenido en la isla de La Gomera, quien tras pasar a disposición judicial, fue ingresado en el mismo Centro Penitenciario.

Todos ellos tienen numerosos antecedentes tanto policiales como judiciales, por diferentes tipos de hechos delictivos.