"A la inmigración está claro que hay que atenderla, porque hay que cribar a la población para evitar la cadena de contagio y es urgente asistirlos. Pero las autoridades sanitarias y los políticos son los responsables de la xenofobia y el racismo que la población de Lanzarote y fuerteventura tienen hacia la inmigración, ya que se sienten desatendidos dentro del sistema sanitario, personas que están sin diagnosticar y otras muchas con patologías severas.
La culpa la tienen los políticos. No hay más. No buscan soluciones y es lógico que Lanzarote y Fuerteventura se sienten desprotegidas e inseguras, pues muchos mayores esperan también su respuesta.
Lanzarote y la graciosa han sido abandonadas sanitaria y económicamente, faltan recursos, medios necesarios, helicóptero permanente para traslados, unidad de hemodinámica, especialidades, nuevo hospital y seguimos en una mísera sanitaria.
Culpables, los políticos tanto los de la propia isla como los Parlamentarios, que no defienden los intereses generales de los pacientes sino su propio bolsillo donde puedan comer.
ES DE VERGÜENZA.