La condena ha llegado vía acuerdo entre las partes y supone una primera victoria de la asociación animalista ante los tribunales y albergar muchas esperanzas en las denuncias pendientes interpuestas que tendrán resolución en un futuro cercano.
El caso "La Graciosa I" se remonta al mes de octubre del año 2020 cuando, según relata Ademal Lanzarote, "a través de las redes sociales, nos llega el primer aviso sobre una decena de perros y otros animales de granja que permanecían en condiciones deplorables en la citada isla. Poco después, en diciembre, una pareja de visitantes nos hace llegar fotografías en las que se podía comprobar con primerísimos planos las malas condiciones: falta de limpieza, acumulación de basura y materiales de obra, trozos de coches desguazados que servían de degenerado hábitat para varios animales que permanecían encadenados a la pared y a bloques de cemento, muchos sin comida ni agua y en un estado lamentable, visiblemente llenos de parásitos y heridas".
Tras numerosas e infructuosas llamadas y mensajes a la alcaldesa pedánea de La Graciosa en aquel momento, Alicia Páez, y a raíz de las denuncias interpuestas ante el Ayuntamiento de Teguise y Seprona, se decidió incautar varios animales tras una inspección ocular por el peligro que suponía mantenerlos en ese estado de abandono y suciedad.
Una podenca de nombre "Estrella" fue llevada a la clínica veterinaria " Que perro" y el informe veterinario era demoledor y presagiaba lo peor: atrofia muscular provocada por la falta de movimiento al permanecer encadenada durante once años, casi toda su vida, caquexia debida a la deficiente alimentación, anemia, parasitación de pulgas, inflamación de mamas y vulva, enfermedad periodontal y soplo cardiaco grado 2-3.
Estrella fue acogida en casa de una socia de Ademal y tuvo los mejores cuidados y el amor que merecía pero, desgraciadamente, falleció hace apenas dos meses.
Desde Ademal Lanzarote "queremos recordar que, aunque el Ayuntamiento de Teguise también sancionó económicamente con 400 euros al condenado, Alejandro Toledo, el castigo municipal fue impuesto por la falta de higiene que sufrían los animales pero no por el maltrato animal, por omisión o negligencia, algo que se podía comprobar simplemente a través de cualquier informe veterinario que se solicitara en el momento. Hasta la fecha, Ademal desconoce si a través del área de Bienestar Animal de Teguise se ha realizado alguna otra denuncia".
Desde Ademal Lanzarote se congratulan por este paso importante ante la Justicia, cuestión que les anima a seguir su labor, ardua y dolorosa, de denunciar por maltrato a los animales, entendiendo muchas veces que no siempre se tienen que ver las caras con el típico maltratador de manual sino que, en la mayoría de casos que denunciamos, es la misma ignorancia, la educación o la mal llamada tradición, adquiridas a través de los años y aprendidas de padres y abuelos, añadiendo que, en muchos casos, ni son conscientes de que estén tratando mal a los animales. Simplemente repiten comportamientos adquiridos en el seno familiar, sin entender como maltrato el hecho de tener un perro encadenado de por vida y alimentado con pan duro y agua.
Ademal ha conseguido una victoria en los tribunales pero en la asociación son conscientes de que queda mucho trabajo por hacer y mucho que "educar", sobre todo en las zonas rurales de Lanzarote. La asociación quiere agradecer públicamente la labor de su abogado, el señor Emilio Cabrera, por su fiel compañía en esta lucha a favor de los animales.