ROMÁN RODRÍGUEZ/Portavoz parlamentario y Presidente de Nueva Canarias.
Considero que comienzan a darse condiciones para consolidar una mayoría para el cambio del sistema electoral canario. Lo planteo justo al comienzo de los trabajos de la comisión de estudio creada en el Parlamento de Canarias que, junto a otras fuerzas políticas, hemos contribuido a impulsar desde Nueva Canarias (NC). Valoro que, pese a la resistencia de los dirigentes de CC, encabezada por el propio presidente del Gobierno, hayamos logrado que se aprobara la creación de la comisión y que esta inicie sus trabajos. Así como que sus sesiones sean públicas, a pesar de que el reglamento no lo permite.
Aunque, de momento, no hemos logrado que se puedan incorporar a la misma, como invitados, representantes de Ciudadanos, Unidos e Izquierda Unida-UP, organizaciones que aglutinaron 100.000 votos en las pasadas autonómicas de mayo y que, en mi opinión, tienen derecho a participar en este debate.
Nos encontramos ante una oportunidad para llevar a cabo un análisis riguroso, con presencia de todos los partidos políticos y de distintos expertos, sobre el actual sistema electoral canario. También para elaborar propuestas con el máximo consenso que propicien un nuevo modelo con barreras más accesibles de acceso a la Cámara -homologables a las de otros ámbitos institucionales- y una mayor proporcionalidad entre población y reparto de escaños. Es decir, que posibiliten ganar en democracia.
En los dos asuntos, barreras de acceso y proporcionalidad, Canarias tiene el sistema más injusto del Estado español, y hay escasos ejemplos a nivel mundial de modelos que lo empeoren.
No es cierto, además, que la sobrerrepresentación electoral solucione los problemas de las islas menos desarrolladas, que precisan de medidas diferenciadas y solidarias que siempre hemos promovido y apoyado. Son, por tanto, las políticas compensatorias las que pueden y deben dar respuestas a las desigualdades, tanto territoriales como sociales, que padece nuestra tierra.
Barreras
Respecto a las barreras, en nuestra comunidad, son del 6% en el ámbito del Archipiélago y del 30% insular (que es la circunscripción). En el resto de comunidades autónomas oscila entre el 3% y el 5% en la circunscripción. Eso ha posibilitado parlamentos más plurales y que reflejan mejor lo que la gente expresa con sus votos en las urnas.
Aquí tenemos numerosos ejemplos de lo contrario. Le sucedió al PIL en 1999, con casi el 29% de los votos en Lanzarote pero que, al quedar como segunda fuerza en la isla, no obtuvo representación. Nos pasó a Nueva Canarias en el 2007, con 53.000 votos nos quedamos fuera del Parlamento. En las elecciones del pasado mes de mayo, a Ciudadanos. Más de 54.000 papeletas y cero escaños mientras la Agrupación Socialista Gomera (ASG), con 5.000 votos, obtenía tres plazas en la Cámara.
Además, la evolución ha sido a peor. Inicialmente las barreras eran del 3% insular y el 20% archipielágica y fueron incrementadas en las Cortes Generales, en la tramitación de la reforma del Estatuto de Autonomía en 1996, situándolos en los actuales 6% y 30%. El reparto de escaños por territorios se ha mantenido pese a los cambios demográficos experimentados desde la aprobación del primer Estatuto.
Hay distintas formulaciones respecto a cómo democratizar el sistema electoral de las Islas. La mayoría coincidimos en bajar sustancialmente las actuales barreras de acceso. Hay menos consenso sobre cómo mejorar la proporcionalidad, actualmente de 17 a 1 entre El Hierro y Tenerife. Se plantean fórmulas como distribuir los diputados entre las planchas insulares y una canaria o incrementar el número de escaños de las islas más pobladas, con el objeto de rebajar, al menos, la actual y abismal desproporcionalidad.
Desde Nueva Canarias adelantamos que nuestra postura será muy abierta, pensando siempre en la búsqueda de entendimientos. Estamos obligados a buscar puntos de encuentro, sin maximalismos ni posiciones previas inamovibles, para conseguir un acuerdo amplio de todos los grupos interesados en conseguir un sistema electoral que refleje más nítidamente la voluntad política de los ciudadanos y ciudadanas de Canarias.
El 82%
Los grupos, que han expresado su voluntad de cambio, tienen el respaldo de casi el 82% de los votantes de las Islas (PSOE, PP, Podemos, NC, Ciudadanos, Unidos, IU-UP…). Solo CC y ASG, que representan a poco más del 18%, se aferran a la actual formulación porque les beneficia. En el caso de Coalición, siendo la tercera fuerza en votos, es la primera en escaños, 18, de los que solo seis corresponden a las islas más pobladas.
No hay razones para pensar que CC vaya a cambiar y que no realice todos los esfuerzos para bloquear la posibilidad de que Canarias cuente con un sistema electoral más justo y equilibrado. El discurso insularista radical del presidente del Gobierno en el reciente debate sobre el estado de la nacionalidad, afirmando que Canarias se rompe si se modifica el actual status, confirma la cerrazón de CC. Y expresa las dificultades para el cambio.
Pero los representantes del resto de las fuerzas políticas, junto a sectores organizados de la ciudadanía, debemos continuar persistiendo, con la mayor generosidad y flexibilidad, en buscar puntos de encuentro que permitan cambiar la actual situación.
Debemos, por ello, trabajar para establecer las bases que permitan una transformación sustancial del actual modelo, de manera que Canarias cuente para las elecciones de 2019 con un sistema electoral mucho más proporcional y con barreras de acceso a su Parlamento homologables a las de otras comunidades. Tenemos la democrática obligación de establecer una mayoría para el cambio.
Román Rodríguez es portavoz parlamentario y presidente de Nueva Canarias.