Para avanzar sin dilaciones creemos que es absolutamente necesario profundizar en el método a seguir en el proceso de la soberanía de Canarias. En este sentido cabe preguntarnos de qué medios disponemos (en un sentido amplio), con quién podemos contar y cómo debemos proceder. A partir de estos tres interrogantes debemos planificar, organizar y actuar, partiendo del análisis y la realidad actual para conseguir el objetivo deseado: la libertad y bienestar social de nuestra Patria.
Respecto a la primera pregunta, de qué medios disponemos, cabe incluir, fundamentalmente, el concurso de elecciones verdaderamente democráticas; algo de lo que carecemos en Canarias en estos momentos, debido a una ley electoral con unos topes abusivos, lo que supone un obstáculo muy difícil, pero no imposible. No menos importante, y quizás más asequible, es la diplomacia internacional, las gestiones que podemos intensificar para forzar que Canarias sea reconocida oficialmente como una colonia. Y, aunque no nos guste, tampoco podemos descartar la posibilidad de tratar directamente con quienes nos colonizan, pues ya han admitido a trámite solicitudes presentadas en el Parlamento español y el Senado.
En segundo lugar, debemos tener en cuenta con quién podemos contar seriamente para llevar a cabo el objetivo deseado. Esta fue una de las principales preguntas que se hizo Mao Tse-tung antes de empezar su revolución en China. Es más, llegó a la conclusión de que todas aquellas personas con las que podía contar eran amigas de la causa. Pues, bien, salvando diferencias, no cabe la menor duda de quiénes son nuestros amigos en el proceso de soberanía de Canarias. Consiguientemente, los que boicotean o rompen nobles iniciativas no están por la labor de la liberación. Y mucho menos los que atacan las bellezas de Gran Canaria. No son nuestros amigos.
La respuesta a la tercera pregunta, a cómo debemos proceder, ya está prácticamente reflejada en lo expuesto anteriormente. No obstante, cabe resaltar que hay que actuar con nobleza, organización y determinación, y como ya hemos dicho, es muy importante que cada uno de nosotros se reconozca a sí mismo para, a continuación, poder reconocernos mutuamente y definir qué tarea debemos desempeñar en cada momento en función de nuestra capacidad y conocimientos.
En definitiva, las estrategias innovadoras que proponemos deben ir encaminadas a evitar los errores del pasado, a desarrollar y compartir un proyecto común, y a ejecutar lo planificado sin detenernos en cuestiones insignificantes. Solo tenemos que desarrollar o enriquecer estrategias inteligentes para combatir a nuestro enemigo común: el colonialismo y la oligarquía que oprime al pueblo canario. No podemos detenernos ya que existe la imperiosa necesidad de acabar con el hambre y la gravísima situación económica que azota a la gran mayoría de nuestra sociedad. Sabemos cuál es el modus operandi del colonialismo y qué métodos debemos emplear para contrarrestar las adversidades que nos ocasionan. Podemos hacer uso de acciones secretas, aunque legales, para nuestra seguridad interna haciendo un seguimiento a quienes hacen lo propio con nosotros, pues para ello podemos contar con las fuentes de información que nos proporcionan ellos mismos, directa o directamente. Las gestiones diplomáticas internacionales las podemos intensificar personalmente en los foros correspondientes o indirectamente a través de terceros interlocutores, evitando el correo oficial, internet y el teléfono, para eludir que intercepten la comunicación, pues si se “pierde” una carta certificada solo están obligados a pagar el importe del envío.
Los infiltrados en las distintas organizaciones soberanistas no podrán lograr, como hasta ahora, que nada funcione, que todo siga igual. Son expertos en generar confusión y desconfianza. Pese a todo debemos mantener a aquellos que nos puedan ser útiles en asuntos de información, o realizando tareas. A partir de ahora los iremos conociendo mucho mejor, y eso es, precisamente, lo que algunos quieren evitar, pero será un vano esfuerzo. No obstante, hay que tener en cuenta que la mayoría opera desde fuera y se valen de patriotas de buena fe, pero ingenuos, que se dejan utilizar. Tampoco se puede continuar con los viejos resabios y rivalidades absurdas, pues esto también requiere el empleo de estrategias innovadoras para progresar frente a los inmovilistas.
José Luis Concepción
25-02-2013 Movimiento Patriótico Canario (MP