-Estamos ante una grave crisis de deuda, ¿saldremos de ésta?

El país está en una situación de sobreendeudamiento y las tres cuartas partes no es público, sino privado. Hace tan sólo tres años era casi en el 100% privado y no público. Lo que se está produciendo es una transformación de la deuda privada a pública y se está escondiendo la cabeza. No se quiere ver que, si no se produce una profunda reestructuración con quitas incluidas de esa deuda, sobre todo, del sector privado, aquí se va a producir un serio colapso financiero.

-¿Qué quiere decir?

Cuando una persona debe cuatro veces lo que ingresa no puede seguir endeudándose para hacer frente a la deuda, que es lo que está haciendo el Gobierno en este momento. Se tiene que sentar el acreedor con el deudor y decirle: yo puedo pagar si negociamos qué parte ya no te debo, y lo que acordemos que sí debemos ver cómo lo pago. Hay una cantidad de deudas que son a corto plazo y vencen dentro de un año o dos y eso es imposible. Estamos en una situación en que la deuda es impagable.

-Dibuja un panorama catastrófico.

Muy catastrófico. Se está queriendo esconder la cabeza porque se piensa que si vuelve el crecimiento las deudas se pueden prolongar en el tiempo y hacer frente a ellas, pero llevamos siete años de crisis y el crecimiento no llegará el próximo año. Se está queriendo ocultar el problema. Hay movimientos sociales, entre ellos Attac, que exigen que se haga una auditoría de la deuda y se vea qué parte es ilegítima y que no beneficia a la ciudadanía, sino que está para tapar agujeros de una actividad absolutamente irresponsable que ha tenido la banca en nuestro país y las grandes empresas, como las promotoras que han participado en la burbuja inmobiliaria. Attac defiende no pagar la deuda soberana, del Estado, que ya empieza a ser el 100% del PIB, eso quiere decir que debemos tanto como ingresamos. El PIB en este momento es algo superior a un billón de euros y lo que debe el Estado español ya empieza a acercarse al billón, a lo que ingresa anualmente.

-¿Por qué se produce esto?

Porque el Estado ha asumido deudas de la banca que no le correspondían y tienen que ver con una actitud absolutamente irresponsable de unos gestores que tenían que estar en la cárcel.

-¿Se dio un cheque en blanco a la banca a través del rescate?

Totalmente. El Estado ha hecho dejación absoluta de su responsabilidad. Ha dado un dinero sin exigir nada a cambio y en muchos casos ha nacionalizado falsamente.

-Usted habla de responsabilidades penales.

En Islandia han metido a banqueros en la cárcel y aquí ha habido movimientos sociales que han tratado de pedir responsabilidades penales al expresidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, y al expresidente de Bankia, Rodrigo Rato. Attac se está movilizando para que se exija que haya una presión social para que se tomen medidas. El problema que se nos ha creado es muy grave, pero no es el mayor. Hay que cambiar las políticas de austeridad y recorte de gasto público, que son absolutamente equivocadas y están favoreciendo a unas elites financieras, que cada vez son más ricas y más poderosas.

-El Gobierno habla de crecimiento de la economía, pero parece que no se refleja en la calle.

Que haya crecimiento, aunque sea el 0,1%, quiere decir que el valor de lo producido es un 0,1% superior, pero eso depende de los precios y nadie indica si eso repercute en más contratación. En España la masa salarial se ha reducido en un 7% los tres últimos años.

-El ministro de Economía, Luis de Guindos, avanza que los datos de la EPA revelarán "creación de empleo y reducción de paro".

Nos vamos a desayunar todos los días con este tipo de declaraciones, una vez será De Guindos y otras Rajoy o Montoro. Quieren dar el mensaje de ya está, hemos tocado fondo, salido de la crisis y decir que la recuperación ya viene y será lenta. Ese discurso no se apoya en datos, sino en cifras que para la ciudadanía no tienen ningún valor. Hay muchas falsedades y hay que transformar radicalmente no sólo de las políticas, sino del propio modelo, porque el del ladrillo y el turismo en un país como éste no va a seguir sirviendo.

-¿Cuáles son las propuestas de Attac?

Somos un movimiento social que da instrumentos a los ciudadanos para que entiendan lo que está pasando y actúen indignándose y saliendo a las calles o presionando y haciendo escraches. Reflexionamos y proponemos políticas alternativas. Lo único que puede paliar este escenario es que el Estado no recorte el gasto, sino incrementarlo desarrollando políticas sociales y fomentando la contratación. El crecimiento no es la solución, sino el reparto. ¿Y cómo se reparte? vía impositiva haciendo pagar a los que más tienen. En este país el fraude fiscal está en los 90.000 millones de euros, casi el 10% del PIB. Hay que atacar el fraude fiscal y hacer que los ricos paguen más y esa renta repartirla en base a propuestas como la renta básica de ciudadanía o con más gasto en servicios públicos.

-¿Es posible mantener los servicios públicos sin subir tasas?

El problema de subir impuestos es que al final los acaban pagando los asalariados. En este país los ingresos dependen en un 90% de los trabajadores, que, sin embargo, en términos de distribución de la renta se llevan menos de la mitad. La otra parte de los ingresos se lo lleva el capital, los grandes grupos financieros, y esos no están pagando. Attac lleva 15 años exigiendo un Impuesto a las Transacciones Financieras y sigue sin implantarse, pese a que España es uno de los 11 países de la Unión Europea a los que al final les parece bien la idea de implantar ese impuesto.

-¿La Tasa Tobin queda entonces en saco roto?

Quedará en saco roto si no hay una presión social que lo exija. Es evidente que los políticos y gobernantes, si no les fuerzan, no meten el dedo en el ojo al poderoso. Es más cómodo apretar a los pensionistas, por ejemplo, y bajarles la pensión, como se está planteando.

-¿Cuándo pondrá en marcha España esta tasa?

Vamos a ver si en 2014 se pone. Otra de las propuestas de Attac es hacer un impuesto unitario a la riqueza extraordinaria.

-¿Considera que la sociedad permanece dormida?

El movimiento de Attac está fuerte. La sociedad no está dormida, pero hay que ayudar a que la indignación sea más visible.