José Domingo Machín Arvelo puso fin en la tarde del lunes a nueve años al frente de la presidencia de la Unión Deportiva Lanzarote, siendo ésta la segunda etapa en la que ha presidido a la entidad rojilla y logrando, junto a su equipo de directivos, reflotar un proyecto que estaba abocado a la desaparición del club. Su renuncia al cargo de presidente se debe estrictamente a razones de índole personal y no poder ayudar a la entidad como desearía.
En la tarde del lunes José Domingo Machín presentaba su dimisión de manera irrevocable a la presidencia de la UD Lanzarote. Lo hacía presentando un escrito en la secretaría del club y dando traslado del mismo a la Federación Interinsular de Fútbol de Las Palmas. En el escrito explicaba que su renuncia al cargo de presidente es por motivos personales, deseando poder estar en estos momentos junto a su familia.
Se cierra así un ciclo de nueve años al frente de la UD Lanzarote, siendo ésta su segunda etapa como máximo responsable del club rojillo. Hace unos meses renunciaba temporalmente a la presidencia, delegando su cargo en Paulino Guedes. En su despedida, José Domingo Machín ha querido agradecer el apoyo que ha encontrado en las instituciones públicas de la isla, especialmente Cabildo de Lanzarte y Ayuntamiento de Arrecife, y la colaboración de todas las empresas privadas que han apostado por el proyecto de la UD Lanzarote.
Los estatutos del club, después de la dimisión del presidente, recogen dos posibles escenarios. El primero que los actuales miembros de la Junta Directiva continúen al frente del club, y lo pueden hacer como Junta Gestora durante un tiempo determinado. Y el segundo escenario es dimitir en bloque para la celebración de una Asamblea General Extraordinaria y la convocatoria de elecciones a la presidencia de la UD Lanzarote.
La Junta Directiva de la UD Lanzarote tiene previsto reunirse en la tarde de este martes y tratar la dimisión presentada en la jornada del lunes por José Domingo Machín. Una reunión en la que se decidirán los pasos a seguir por la entidad rojilla, tras el vacío de poder que se produce con la salida del que hasta momento era presidente de la entidad.