00:03 h. martes, 22 de octubre de 2024

Árbitros de relleno, o rellenos

Nicolás Montero  |  14 de octubre de 2012 (17:43 h.)
FÚTBOL DE GARRAFÓN
A pesar de lo poco que va quedando de aquel gran fútbol regional isleño, se sigue uno acercando a presenciar los moviditos partidos en esta categoría. Contemplo con agrado a muchos jóvenes con ganas de competir, con ganas de compañerismo para con su club y lo que es más importante, aunque casi siempre escasa, una afición entregada para con sus colores casi al mismo nivel que para echarse algún que otro trago.

 

A pesar de lo poco que va quedando de aquel gran fútbol regional isleño, se sigue uno acercando a presenciar los moviditos partidos en esta categoría. Contemplo con agrado a muchos jóvenes con ganas de competir, con ganas de compañerismo para con su club y lo que es más importante, aunque casi siempre escasa, una afición entregada para con sus colores casi al mismo nivel que para echarse algún que otro trago.

Todo este colorido es habitual y necesario para este precario fútbol regional de Lanzarote, siempre lo ha sido, pero no es menos cierto que el fútbol en todos sus estamentos ha ido avanzando. Nuevas vestimentas, nuevas reglas, campos de fútbol mejor acondicionados, ayudantes de ayudantes en el staff técnico del club y otras sandeces del fútbol. Todo parece o queremos que parezca que ha ido a mejor en éste nuestro fútbol casero, hasta que nos topamos con los que manejan el silbato. Es decir, con el trencilla, juez, dictaminador, colegiado o en su defecto el árbitro; ahí se borran de un soplo todas las mejoras o logros que se han podido conseguir para con este fútbol regional de media-baja alcurnia. El árbitro es una especie que ni mucho menos está en peligro de extinción; cobrando unas buenas perrillas por dirigir, desarmar o desintegrar partidos de fútbol, amén de todas las facilidades para llegar al lugar de la contienda, estos individuos son los que muy poco han progresado para bien del fútbol amateur de esta desangelada isla.

Repito, suelo ir a este decadente futbol isleño, entornos llenos de mucha ilusión y optimismo, pero claro, salta el trío arbitral y es como para echarse a llorar. Salvo excepciones MUY contadas, verdaderos barriles cerveceros que no aguantan ni soportan dos carreritas seguidas. En juego dos equipos mínimamente bien entrenados dirigidos a través de su silbato por unos señores en algunos casos de categoría, si, pero de categoría de PUNTAL B al menos. Estos personajillos vienen curados de espanto, de oídos sordos muchos, de la época del Cromagnon otros, y todos con ansias de cobrar; esta panda de piteros con i, maniobran y ejecutan su trabajo con total sapiencia, si, sapiencia total de que van a bien cobrar hagan lo que cagan. Iluso de uno que pensaba que lo de los trencillas cebosos, perezosos, y acojonados habían pasado a la historia; ¡qué va!, nuestro fútbol regional aunque por poco ha evolucionado, pero el estamento arbitral sigue anclado en el pasado más pasado, si en aquel en el que se vendían los polos en un carrito por las calles, ahí se ha quedado.

 

Por añadir; no llegó el Tenisca a la isla para su envite con la UD.LANZAROTE. Los de por aquí que si los palmeros no tenían ganas de venir, no tenían equipo, no tenían dinero, vamos, que no tenían…Los de allá esgrimían que el avión no salió, pero lo cierto es que llegó. Algo raro el asuntillo, ¿no creen?. Habrá que estar atento al culebrón que se presenta.