MOVIMIENTO POR LA UNIDAD DEL PUEBLO CANARIO
En cuanto el Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario obtenga el respaldo de los canarios y canarias desplegará en su plenitud las instituciones de la República Democrática Federal Canaria, entre las que se encuentra el sistema educativo, científico y tecnológico. Benawaré, denominada La Palma por el caduco régimen monárquico y colonial español, al igual que ocurre con la mayoría de nuestras islas, carece de centros educativos universitarios, así como de centros de investigación, imprescindibles ambos para evitar la fuga de cerebros, al seguir en una inacabable escalada involucionista al que la han llevado los calzonazos que ejercen de políticos, pues no sólo no ha registrado un solo avance progresista en ninguno de los aspectos sociales sino que, concretamente en el aspecto académico, la involución ha sido dramática, al haberse clausurado, por unos u otros motivos, las antiguas Escuela de Comercio y Escuela de Magisterio, así como los astilleros.
Las consecuencias han sido desastrosas para Benawaré cuya población, en su mayoría jóvenes, se han visto forzados a emigrar ante la falta de perspectivas en su isla natal, jóvenes que emigran a estudiar y a trabajar, y lo hacen hacia los sitios donde puedan satisfacer estas justas, legítimas y dignísimas necesidades personales, situación que viene a resolver la ubicación de la propuesta Universidad Awara en Benawaré y los respectivos centros de investigación y no las propuestitas con las que arribó a la isla Fernando Clavijo, popularmente conocido como el genuflexo porque casi se parte el espinazo rindiéndole pleitesía al borbón con ansias imperiales (como su propio nombre atestigua, en la línea de sus predecesores en la monarquía medieval Felipe II, Felipe IV y Felipe V) Felipe VI de España y nada de Canarias.
Viene a espetar Clavijo, sin ponerse colorado ni nada, que “la ley de islas verdes, la ley del suelo y el Fondo de Desarrollo de Canarias (FDCAN) son claves para el futuro de La Palma”, sosteniendo insosteniblemente que “la ley del suelo nos hará más competitivos, será esencial para la agilización y el desbloqueo de las inversiones, para proteger y blindar nuestro territorio”, obviamente refiriéndose a “su territorio”, así como al de los suyos, el que quieren destinar a más especulación, más paro y más miseria, como de sobra ha demostrado el depredador modelo de saqueo del territorio y sus gentes impuesto por la bestia del colonialismo. Es suficiente con un sencillo desglose del tan cacareado FDCAN, que se distribuye dla siguiente manera: un 75 por ciento para infraestructuras (cemento), un 20 por ciento para empleo y un 5 por ciento para lo que denominan “conocimiento e I+D+I”, declaraciones que suponen una falta de respeto a la inteligencia de los empresarios con los que se reunió para contar toda esta sarta de sandeces así como a todos los canarios y canarias.
Las leyes citadas no sólo no vienen a resolver ninguno de los problemas que están ocasionando la emigración de nuestros jóvenes sino que, al contrario, vienen a agravarlos, por lo que una de nuestras primera medidas será desplegar en toda su amplitud la Universidad Awara, con las disciplinas de medicina, enfermería, bioquímica y biotecnología, veterinaria e ingeniería agrícola y oceanográfica, magisterio, comercio y nuestro ancestral idioma, el que hablaron y escribieron nuestros antepasados los awaras, wanches, mahos, bimbaches, canarios y gomeros. Siendo imprescindibles la historia y geografía de Canarias. También la disciplina de física, en homenaje al descubrimiento de la forma espiral de la Vía Láctea por los antiguos awaras, como lo atestiguan los numerosos observatorios documentados en los ingentes yacimientos arqueológicos, desde el Roque de los Muchas, hasta Belmaco, La Zarza y la Zarcita, por citar sólo unos cuantos.
La ubicación de la Universidad Awara será en el municipio de Breña Baja, concretamente en “El Fuerte”, actualmente ocupado por el ejército español de ocupación, valga la redundancia (recuérdese que Canarias votó en contra de la OTAN, de la que España forma parte, en el Referéndum celebrado el 12 de marzo de 1986, cuyo 31 aniversario conmemoraremos el próximo mes, item más, Canarias fue sometida mediante una cruenta, vil y sanguinaria invasión armada, estando por lo tanto pendiente de aplicación la Resolución 1514(XV) de 1960 sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos colonizados, de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en cuya votación España, vergonzosamente, se abstuvo, lo que no es óbice ni cortapisa para eximirla de su aplicación al haber firmado la Carta Magna por la que se rigen las Naciones Unidas y eso también es el “imperio de la ley” del que tanto se jactan los gobernantes españoles cuando esa ley beneficia sus espurios intereses).
Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario