MOVIMIENTO POR LA UNIDAD DEL PUEBLO CANARIO
Expresamos nuestra solidaridad con Vecinos Unidos al no haber sido admitidos a la próxima convocatoria electoral debido a unas leyes obsoletas, antidemocráticas y restrictivas, cuyo objetivo no es otro que cercenar la participación ciudadana en lugar de potenciarla, como sería su obligación, debido a unos limitadísimos plazo electorales, que no se difunden en los medios de comunicación masiva, los que se limitan durante más de sesenta días a publicar quiénes van en primer lugar a tal institución, quienes van en segundo o quienes de suplentes, sin entrar en las propuestas que realmente solucionan los problemas que tiene una quebrada sociedad canaria, antidemocráticas leyes que exigen un treinta por ciento de los sufragios válidos para obtener representación en cada isla mediante unos injustos topes electorales, criticados por todos cuando están en la oposición y aplaudidos nada más pisar moqueta, como Nueva Canarias (NC) o Partido Socialista Obrero Español y nada de Canarias (PSOE), que ostentaron, nunca mejor dicho, la presidencia y vicepresidencia del pseudogobierno de Canarias, respectivamente.
La ley electoral canaria es una ley absolutamente antidemocrática, una farsa, o mejor un sainete como hemos argumentado en repetidas ocasiones, al servicio de los intereses caciquiles del tripartito, descendientes de los traidores que entregaron nuestra patria a los colonizadores de nuestro territorio y que todavía nos mantienen cautivos. Y es antidemocrática no sólo por los arcaicos topes electorales, barreras, como reconoce la propia ley, a la participación ciudadano, sino que viene adornada con todo tipo de impedimentos, como el hecho de mantener obligatoriamente que cada candidatura tiene que presentar tres suplentes, cuando tanto las cortes generales como los municipios y cabildos ya han suprimido esta obligatoriedad, así como el parlamento europeo. Por todo eso y muchas cosas más Canarias es una colonia del Estado español.
No les interesa en absoluto nuestra participación electoral y menos si no les vamos a votar, borreguilmente, a los de siempre. En ese caso les conviene que nos abstengamos, para impedir que la consigna por la descolonización e independencia de Canarias entre en las instituciones que, según ellos, son de su propiedad, aunque se sufraguen con la sangre, el sudor y las lágrimas del damnificado pueblo.
Este mensaje abstencionista lo transmiten tan subliminalmente mediante los medios de comunicación masiva que incluso hay anticolonialistas sinceros y honestos convencidos de que lo mejor es la abstención, dada la inferioridad de condiciones en la contienda y el temor a que luego utilicen, torticeramente, los resultado obtenidos, si estos nos son desfavorables, como prueba del escaso apoyo electoral de los anticolonialistas y de la legitimación del antidemocrático sistema, pues no puede ser democrático el caduco régimen monárquico y colonial, argumentos que no se sostienen dado que efectivamente partimos de unas condiciones infinitamente inferiores desde el punto de vista financiero lo que nos cercena el acceso a los medios de comunicación masiva, en manos del colonialismo y de los esbirros a su servicio, pero por el contrario nuestras fortalezas son infinitamente superiores desde el punto de vista ético y moral, desde la razón y la justicia, que son los parámetros que más pronto que tarde vencerán, no les quepa la menor duda.
¡Vota, no te equivoques!