Lo más interesante que tuvimos la oportunidad de apreciar del que llaman “Museo de Historia de Arrecife” fue la de una máquina donde le das a una manivela y te da una moneda de céntimo con el logotipo de Lanzarote troquelada…

Un compañero se encontró un euro en el Puente de las Bolas y decidimos emplear la buena fortuna en pagar la entrada al Museo, precio de residente… Entrar en el castillo de San Gabriel, ángel mensajero cuyo nombre significa “La fortaleza de Dios” tiene uno cierta impresión de entrar en la Historia y predispone a la observación del pasado mismo.

Según entras, lo primero que impresiona, en un edifico militar histórico, símbolo de la ciudad, es el recorte de la pintura en la piedra vista de las paredes sin ningún tipo de cuidado, como hecho a la prisa. Hay plastas de cemento gris con piedritas de relleno en el suelo. Una imitación, no muy buena, de un Xaxo (momia)! Cuando no se han encontrado momias en Lanzarote, al menos hasta hoy! Una imitación de podomorfos con rastros de la radial que lo hizo que clama al cielo. Los paneles explicativos en un solo idioma (español) de letras pequeñas y que llegan hasta el suelo, es decir… que si te animas a leerlo todo te tienes que escarranchar muchas veces… Si ya… sabemos que hay códigos url… Escasez de elementos objetuales para mostrar… o sobre carga de paneles?? Reingreso de parte de la cornisa exterior con piedras cortadas a máquina sin adaptarlas al contexto… Los baños inservibles desde hace no sé cuánto tiempo… etc.

Cuando terminamos de hacer el recorrido, estábamos desolados intentando encontrar una explicación a lo que acabábamos de ver. Quizás seamos demasiado críticos? O es que realmente se puede hacer las cosas mejor? Sólo nos faltó abrazar solidariamente a los dos trabajadores del museo, porque son los que realmente están dando la cara a los visitantes. Uno hasta se arrepiente de haber visitado otros museos, en otros lugares, donde con un poco de delicadeza e imaginación en la exposición… realmente te transporta en el recorrido histórico y uno se empapa de sabiduría.

Y después de ver el museo de tu ciudad, de tu isla… con todo lo que hay de riqueza por mostrar! … sólo te sale un “chaacho”… alargando la “a” y agachando la cabeza con la siguiente reflexión:

Un museo de historia tiene que ser un espacio VIVO, donde se muestre y se anime el estudio y la reflexión del pasado, sin complejos, un lugar donde haya una agenda y unos objetivos, conferencias, lecturas y ediciones de nuevas investigaciones, exposiciones itinerantes, delicadeza en el contenido y en el continente, un sitio donde vayamos a inspirar-nos.

A punto de salir de la “fortaleza”, había una pequeña pelotera de extranjeros ingleses que murmuraban y reían en una esquina del museo. Aparentemente no sabían español y era casi seguro que no se habían enterado mucho de la información que se expone… estaban entretenidos gastándose un euro por un céntimo… eso sí, con el logotipo de la isla!

El compañero me dijo a lo sorrocloco:

- Mire usted “ parahi” maestro … ese es el resultado de lo que acabamos de ver…