Podemos asegurar que ha sido un exitoso encuentro entre dos creadores, uno en su madurez artística y el otro más joven un auténtico valor al alza.

Ambos creadores se conjugan para recrear en la sala de Artenmala, escenarios que aunque, aparentemente dispares, escenifican lo etéreo y lo físico para mostrarnos distintas dimensiones de la imaginación creadora  en una ecuación que dá un salto cuántico, “donde lo micro y lo macro dejan de ser conceptos antagónicos para soltarse en una sola realidad que lo acapara todo” (Óscar Guerrero).

El impulso creador de Perdomo, es el de un librepensador con solera, los trazos y atmósferas atraviesan una isla imaginaria descubriéndonos parajes que podrían estar en cualquier planeta de este u otros sistemas solares, su luz, a veces liquida y otras etérea, es misteriosa y enigmática. No cabe duda de que estamos ante uno de los grandes creadores canarios. (Aunque no se lo digas porque se enfadarÍa). No es amigo de halagos grandilocuentes ni famoseos estrafalarios.

Le acompaña en la muestra, el que él llama “ el hijo pródigo” Chedey Delgado, que recientemente ha llegado de Madrid donde expone en diversas galerías, y al que conoció de niño. Sus esculturas figurativas en torno al concepto de ingravidez-caída-salto- atadura-hundimiento, parecen preguntarte con curiosidad, buscando generar un estímulo psicológico perturbador en el observador con la finalidad de provocar una reflexión sobre objetos que representan al ser humano.

En definitiva un privilegio tener a estos dos creadores canarios, no siempre suficientemente valorados, en nuestra galería.