Seguramente todos pero hay una generación de personas de Titerroy, que hoy tienen 53 y 58 años, que fueron y por tanto son muy importantes.

Cuatro fueron el Hijo de Dios en la tierra, dos fueron su madre.  Tres fueron rey de los judíos y otros tres gobernador romano de Judea. Diez fueron sacerdotes o sumo sacerdote de la religión judía. Más de 30 fueron apóstoles de Jesucristo, tres de ellos lo vendieron por 20 monedas, y otros tantos soldados romanos.

Más de 30, entre el 13 de agosto de 1977 y mediados de 1980 reclamaron a Pilatos, en 13 ocasiones, que crucifica al "rey de los judíos" y tres le dieron 39 latigazos en otras tantas ocasiones. 

Unas 30 bailaron, rayando la perfección, las coreografías de la ópera rock Jesucristo Superstar.

Todo ello durante unos años en que Santa Coloma era un barrio muy periférico de Arrecife, de gentes muy humildes, casi marginal y tremendamente amenazado por la droga, que por entonces empezaba a hacer de las suyas en Arrecife y Lanzarote. 

Por descontado, ser Jesucristo o Pilatos era lo más, pero ser soldado, apóstol o simplemente pueblo era ser muy importante. 

Era ser muy importante porque jóvenes y adultos de toda Lanzarote les admiraban. 

Hoy, unas 30 son madres, varios son funcionarios públicos, otros son operarios o tienen sus negocios, varios son policías locales, uno de ellos el jefe en Arrecife. 

Lamentablemente, no ha todos se les pudo salvar. Cuatro han fallecido y a  algunos no la va bien la cosa, pero todos recuerdan que aquella fue algo muy especial y que, de una o otra manera, les salvó la vida. 

Son los Superstar de algo que difícilmente se podrá repetir, ya sea similar.