Antes de abordar de forma monografica  uno de los activos más importantes de que dispone Canarias, la "Renta de situación"; debemos recordar por qué nuestro Archipiélago ha sufrido históricamente una maquiavélica y calculada perdida de renta, imposible de cuantificar, que ha ido en detrimento de nuestro bienestar y desarrollo...

Siempre ha sido muy recurrente la frase manida de: "Canarias es una plataforma tricontinental entre Europa, África y América"; o está otra: "Un puente de unión entre tres continentes", con la que los  demagogos políticos sobre todo se han llenado la boca al hablar de la privilegiada situación geoestratégica de Canarias.

Pero nada más lejos de la realidad. Aquí la única "plataforma" y el único "puente" que hay (espero que por poco tiempo) es Canarias- España-Canarias y, por imposición Canarias-Europa- Canarias. Todo lo demás, se diga lo que se diga son puras falacias, que se circunscriben al ámbito de los espurios intereses coloniales de España en estos territorios de ultramar. Son esos canallescos "intereses de Estado", del Estado español, a los que está supeditada Canarias, en claro perjuicio de sus propios y legítimos intereses.

Porque la presencia en América es casi testimonial: con alguna representación del Gobierno canario (que no tiene competencias en materia de relaciones exteriores) en países como Venezuela y Cuba, receptores mayoritarios de nuestra emigración.

Respecto a nuestro continente, verdadero nudo gordiano de la cuestión, la cosa está perfectamente controlada. Y si no, hay está la intervencionista Casa África (ver en internet mi artículo "África en casa") que es un perfeccionado instrumento colonial de última generación, bajo el paraguas de la "diplomacia púbica", y un sibilino mecanismo de "control preventivo" ante los inciertos acontecimientos que pudiera deparar la "aventura africana" de Canarias. Nota:  Marruecos compete a Casa Árabe, con sede en Granada. Curioso no?

Esa Casa África con sede en Las Palmas, es una especie de mega ONG, que si es gubernamental porque depende del Ministerio de AA.EE de España, con apariencia de "foro social", pero con actuaciones políticas que fiscalizan con lupa todos los movimientos de las empresas Canarias en el vecino continente. No en vano, su regulación se articula esencialmente  en torno a tres grupos de actividades de "contenido cultural, económico y comercial". O sea, todo atado y bien atado para evitar veleidades africanístas.

Téngase en cuenta que una de las grandes obsesiones de los distintos Gobiernos españoles ha sido indefectiblemente la tan denostada "africanidad de Canarias".

Por eso hemos estado siempre tal lejos, pese a estar tan cerca, debido al muro de contención que supone para Canarias la política exterior de España en África; que llegó incluso a perpetrar un execrable acto de terrorismo de Estado al intentar asesinar en Argel a Antonio Cubillo (DEP), cuyas consecuencias de toda indole para el independentismo canario ya hemos comentado.

A partir de ahí, todo lo que huela a africanidad de Canarias no  prospera. Se podrán hacer miles de discursos grandilocuentes de que nuestro futuro está en África (en lo que creo firmemente), se podrán realizar infinidad de viajes de negocios para "internacionalizar las empresas Canarias", se podrá intentar todo lo imaginable para potenciar las relaciones de amistad y cooperación con los países del África subsahariana etc etc; pero como España perciba el menor atisbo de africanidad, todo se va al traste.

Y eso es así, pese a las cifras oficiales de las exportaciones canarias a África, los planes de las  Cámaras de Comercio, el ICEX, PROEXCA, el ITC y toda esa parafernalia propagandistica absolutamente inoperante.

Ademas, no ha interesado que existan las necesarias e imprescindibles comunicaciones marítimas ni aéreas que propicien y posibiliten los intercambios comerciales con los países de nuestro entorno africano.

Sin embargo, cuando a España le ha interesado,  por sus intereses imperiales y coloniales, si  ha resaltado la africanidad de nuestras Islas; cómo fue el caso del erudito castellano Alonso de Cartagena (1384-1456) en sus famosas alegaciones en el Concilio de Basilea (1434), a favor de la soberanía de Castilla sobre Canarias.

Pero de ello trataremos mañana (D.m.)