Admito que me resulta extraordinariamente comprometido pronunciarme en este proceso de elección del candidato de CC a la Presidencia del Gobierno, y a estas alturas de la carrera pudiera convenirme no hacerlo apuntándome a caballo ganador, pero esto es lo que tiene ser cargo público significado de los que casi nunca se esconde y tampoco voy a hacerlo ahora. Solo confío en que CC salga fortalecida del cónclave y tanto los candidatos como sus afines cierren filas sin fisuras en torno a quien quiera que el día 12 resulte elegido, cosa que yo desde luego haré en el mismo instante en que sea proclamado el candidato.
Lo que no sería de recibo, ni para quien aspira a desbancar como candidato al actual presidente, ni mucho menos para el presidente del Gobierno y del partido, es que alguno de ellos se aferrase a lo que a mi juicio es un claro error estatutario que debiera corregirse en el próximo congreso de CC, cual es no prever cómo se resuelve la cuestión de las candidaturas si nadie alcanza 3/5 de los votos, en lugar de remitirse simplemente a mayorías como ocurre en otras organizaciones. La sola expresión "bloqueo de una minoría", ya suena por definición poco presentable para quien pretenda representar a la mayoría. En cualquier caso, si nadie alcanzase los 3/5, cosa que aún está por ver, confío en que tanto uno como otro candidato respeten la voluntad que me consta ambos han tenido y en su día pactaron los secretarios insulares con el secretario general del partido. Esto es, que el candidato con menos apoyos en una primera votación se retire para permitir que el más apoyado superase esa barrera estatutaria, y muy especialmente para impedir que una situación de "bloqueo" de una minoría, obstaculice y perjudique a una organización que necesita concentrar cuando antes sus energías en Canarias y en dar respuesta a los problemas de sus gentes.
En cuando a esa opción de última hora que plantea la posibilidad de unas primarias, vaya por delante mi absoluto acuerdo con el desarrollo de esta fórmula en todos los niveles. Empezando por ayuntamientos y pasando por cabildos hasta llegar a la candidatura a la Presidencia del Gobierno. Lo que no es presentable, ni de recibo por inviable, es que se plantee ahora tras más de dos años sin que se haya desarrollado el reglamento que debió abordar este proceso inevitablemente complejo por las diferentes estructuras organizativas en cada isla, y que requeriría de homogeneizar criterios sobre el derecho a voto o establecer índices correctores para evitar que sea una sola isla la que decida. Y digo ahora porque, no es que se haga la propuesta a mitad del partido, sino que estamos en el tiempo de descuento como para plantear una solución que no es tal, y que por tanto sólo puedo interpretar como una alternativa para quienes se suponen con menos apoyos con las reglas del juego establecidas que colocan la decisión en el Consejo Político.
Por mi parte, y este es un parecer que ya he trasladado a los candidatos, no puedo más que reconocer que Paulino Rivero ha sido, es, y podría seguir siendo un gran presidente de Canarias, avalado por la gestión de un gobierno al que a pesar de haberle tocado lidiar con uno de los peores momentos de la historia, con lo que ello conlleva de desgaste político, mantiene cotas más que razonables de confianza ciudadana y sería, por tanto, un candidato con garantías para CC. Sin embargo, soy de la opinión de que en política hay que asumir riesgos y más en un escenario como el actual en el que, pegando el oído a la calle, honestamente creo que, a pesar de lo dicho, la Organización precisa de un revulsivo en su forma de relacionarse con la sociedad en general y con la amplia base social que lo sustenta en particular; requiere que los procesos de tomas de decisión pasen por "más partido", hasta donde los límites de la operatividad lo hagan razonable; por más equipo, y necesita de mayor consideración a las distintas organizaciones insulares, tanto en su ámbito de actuación como en sus cuotas de participación en el Gobierno.
Dicho todo lo anterior, y entendiendo que un nuevo equipo liderado por un candidato con el perfil de Fernando Clavijo bien pudiera suponer ese revulsivo, es por lo que en primera instancia para él será mi apoyo en el cónclave que el próximo día 12 habrá de elegir al candidato a la Presidencia del Gobierno por CC.
Por último, quisiera destacar que entre los muchos méritos de Paulino ha estado su firme defensa de los intereses de Canarias frente a la amenaza petrolera cuando la sensibilidad en todas las islas y en toda CC me consta que no ha sido siempre la misma, y desde Lanzarote no toleraremos la menor vacilación de ningún Gobierno de Canarias frente a este atropello que nos quieren imponer desde el Gobierno central. Esta es una máxima que deberían grabarse a fuego todos los responsables públicos del archipiélago, entre otras cosas porque cualquier otra cosa no sería perdonada nunca por la ciudadanía, ni por mí tampoco.
Pedro M. San Ginés Gutiérrez es presidente del Cabildo de Lanzarote