Merecemos una Canarias mejor
En Canarias nos tragamos las crisis como auténticos campeones, los trabajadores y pequeños empresarios. Las grandes empresas asentadas en el archipiélago, como siempre, salen más fortalecidas.
Es verdad que lo último ha sido favorecido por la política laboral aplicada por los dos últimos gobiernos españoles, pero el enfoque neoliberal o caciquil del gobierno de Canarias siempre ayuda. Por eso en el Archipiélago sufrimos una crisis estructural, de una sociedad que ha fracasado como proyecto social. Con cifras alarmantes de antes del anuncio de crisis, empeoradas ahora con la aplicación de su "austeridad".
No es sólo que tengamos salarios, pensiones y ayudas más bajas que la media del Estado Español. Ni que el porcentaje de personas sin trabajo sea escandaloso en cualquier comparación. Es que el salario medio en Canarias está muy por debajo del salario medio interprofesional español (bajo hasta el ridículo). Por la alta franja de contrataciones basura, a tiempo parcial, eventualidad, ETTs, etc. Hacía mucho que no se podía decir "pobres trabajadores" con tanta razón como ahora.
En esta tierra, sólo el 0,2% de la población (4.000 personas) aglutina el 80% de la riqueza: por lo tanto, el 99,8% tenemos sólo el 20% de la riqueza del Archipiélago. ¿No es hora de que se haga justicia social y se giren estos datos? Si estas 4.000 personas tuvieran ese 20% seguirían siendo riquísimas.
Tenemos elecciones a la vista. Una evidente posibilidad de decidir la política que se llevará a cabo durante los próximos 4 años en Canarias. Está claro que es una oportunidad para dar un giro a la izquierda, a favor de la clase trabajadora, con sus pequeños empresarios. A favor, de la gran mayoría que conformamos los que, con empleo, sufrimos el miedo constante a perderlo; de las personas sin trabajo; de las que se sienten explotadas y maltratadas en el mercado laboral y fuera de él... Este debe ser nuestro turno. Nada justifica volver a votarle a los mismos.
Estas elecciones tenemos que ver un rayo de esperanza, que entre todos seremos capaces de hacer que predomine en el cielo del Archipiélago, por lo menos, los próximos cuatro años. Aquí tenemos herramientas electorales para llevar a cabo el necesario cambio social. Así que les pido, llegar a las urnas alegres, en contraste con el miedo que cargan y anuncian aquellos que han participado del negocio y votar con consciencia y corazón: en Canario y por el cambio a mejor.