La que se nos cae o echa encima: Miremos a un futuro próximo o cercano, y veamos.
Ya sin valores que hemos perdido; la población consumiendo menos al no poder adquirir más, o lo mismo; salarios a menos y muchos sin él al no trabajar; los comerciantes cada vez importando menos al descenso de las ventas; pero, los precios suben; importamos toda la comida, pero no maquinaria ni tecnología para tener un mínimo de industria; todo se debilita; cada vez el pueblo tiene menos poder de adquirir; exportamos basura y cosas de poquísimo valor, casi nada; los productos escasean; los salarios a menos, el desempleo a más; cada vez, menos esperanzas; la isla aumenta en población; crecemos, pero no en potencia; los jóvenes con estudios en paro; las infraestructuras se resienten todas; nada o nula inversión en agricultura y ganadería; ninguna explotación de las múltiples riquezas naturales; se avecinan tiempos más que malos; encima ya ni a Dios le hacemos un hueco (en la mayoría: les han quitado la fe y atacan fijo); el desequilibrio –en amplios sentidos- se agudiza; hay quienes derrochan el dinero, como el cabildo; la malversación del anterior se ve en la sola plantación de pinos que se secan y luego dicen se los comen las cabras, razón por las que después las matan; no señalo a ningún corrupto, porque no hace falta, son de sobra conocidos.
Repito: todo lo importamos; repito: nada de industrialización; repito: nula o ninguna producción agrícola; autoridades cabildicias y otras que destruyen el sector primario; solo ayudan a amigos y afines, y nada se obtienen de ellas; la pobreza aumenta; la creación de empleos no mejora; los salarios, tampoco; tenemos una política destructiva; en agricultura plantan flores... Sin un cambio de política, no tenemos salida posible.
El Padre Báez, Pbro. 25-09-18