"Externalización para el Ayuntamiento y privatización para los que no comulgan con esta iniciativa"
Quizás la política de externalización de servicios públicos que los Ejecutivos municipales está llevando a cabo, no siempre es positiva y ventajosa, hay quienes protestan contra lo que algunos denominan privatización económicamente interesada de servicios.
Suelo tener claro que el Consistorio tiene que "proveer servicios al ciudadano, sin embargo, no tiene porque producirlos". Estoy convencido de que al ciudadano le es indiferente quien le ofrezca el servicio y que lo que en realidad le importa es que esas prestaciones estén a su disponibilidad, el usuario no nota diferencia entre un servicio producido por funcionarios y otro llevado por un tercero si estos son verdaderos profesionales.
El porqué de esta política se resume en dos factores clave, por un lado, externalizar el servicio en ocasiones suele ser más barato y puede suponer un ahorro de costes al Consistorio y, además puede suponer un aumento de la eficiencia en el servicio ya que se suele contratar a empresas especializadas en el sector que van a desempeñar.
Pero en ocasiones suele haber un rechazo mostrado al respecto cuando en la concesión lo único que se busca es el negocio puro y duro.
Las claves de la polémica
La clave de la polémica en los intentos de eternalizacion surge cuando no existe claridad en la concesión y se persigue solo el interés económico.
La externalizacion al final sólo es una "privatización encubierta de servicios", en la que en ocasiones se desprecia al personal del Ayuntamiento" y a mi juicio en muchisimas ocasiones "ni se mejora la atención al ciudadano ni aumenta la eficacia".
Por otro lado, la externalización de los servicios del Consistorio, poco a poco están perdiendo la calidad que tenían y están subiendo costes a un nivel desproporcionado. Sin embargo, desde el Consistorio, suelen afirmar que la externalización no supone ningún coste adicional al Ayuntamiento cuándo en realidad es todo lo contrario.
Es aconsejable que los técnicos y los políticos de turnos entiendan que entré los ciudadanos suelen haber personas con conocimiento sobrados para calcular con exactitud los costes de los eventos,además pueden valorar la necesidad de los mismos y los beneficios que pueden generar a la localidad.
El dinero público no puede servir de enriquecimiento personal, ni se puede proyectar para poner a disposición de las amistades, se deben realizar los eventos pensando siempre en el beneficio poblacional.