Ciudadanos: Acerté triplemente.
Cuando oí a Valls su rechazo a la invasión árabe-islamita de España, que bien conoce en Francia (ahora con chalecos amarillos), unida a su aversión a los separatismos de España, o a la anticonstitucional discriminación político-española por razón de sexo, por ser hombre, máxime cuando Valls fue agredido en Francia, aumentó mi entusiasmo por Ciudadanos, al ser con Vox, los únicos defensores de España.
Pero dando Valls a los pocos días un giro inesperado, contradiciéndose, sin duda por rendirse a medios como €uronews TV, sujeta al judío antieuropeo Soros, al alcoholismo del presidente de la Comisión Europea, Juncker, y a la coalición de partidos con Macron, pro invasión de Europa, injurió a millones de votantes de Vox, a los que tildó de bichos raros, con grandes extremidades, por defender lo mismo que pocos días antes había defendido él.
Con igual sintonía, los dirigentes de Ciudadanos (excepto Arrimadas) creyeron rentable: 1. Difamar a los votantes de Vox de abril 2019. 2. Pero innoblemente los suman para gobernar Andalucía y Murcia. 3. E hicieron que los verdaderos representantes de esos votos, los dirigentes de Vox, no existieran en ningún sitio. Los miraban de soslayo, por encima, y ni querían hablar con ellos.
La soberbia de Rivera y altos dirigentes del partido creyeron que tanto desprecio no dolería a sus propios votantes: Acerté triplemente:
Publiqué yo el 16 de mayo y el 4 de julio (de 2019) que por lo expuesto,
1) Vox iba a «superarlos en voto».
2) Que «Cs, antidemocrático, dictador, acabará como UCD, PC, IU, etc.» También como CDS, UPyD. Los partidos herederos del extremismo y el fascismo de los socialistas Mussolini y Hitler, tildan hoy de fascistas a los demás, sin mirarse al espejo.
Y 3) Por esto, auguraba buen futuro a Vox. También acerté.