Durante un tiempo atrás era normal ver una mancha frente al espigón de la explanada del Puerto de la Cruz, a la izquierda del faro. Mancha que se distinguía perfectamente contra el tono más oscuro del resto del agua del mar, mancha que luego se veía ir lentamente llevada por la corriente proveniente del noreste hacia Playa Jardín y que se identificaba con una fina capa de espuma blanca en la playa.
Resultó ser el emisario roto que arrojaba aguas fecales en ése mismo punto que atrae a lanchas de submarinismo y a algún pescador, por el pescado engodado de la zona. Esto último sucedía entonces y sucede ahora puesto que las embarcaciones siguen frecuentando ese mismo punto.
Por un lado, la depuradora de Punta Brava supuestamente puso fin a eso, y también al vaciado de cubas limpiadoras de pozos negros desde la alcantarilla situada frente al Castillo de San Felipe, ahí donde tiene el Ayuntamiento un punto limpio y hacen reparaciones de vehículos municipales.
La razón de lo anteriormente escrito es el repentino descubrimiento de nuevo después de un tiempo de esa sospechosa mancha clara en el mismo sitio del pasado, y que en nada se parece a los característicos "caminitos" que se marcan algunos días en el mar. No, esta es como las de antes, y además después de unos minutos se va difuminando y desapareciendo hacia la izquierda, y sólo pensar en la remota posibilidad de que vuelva a ser lo mismo del pasado, resulta horrible pensarlo.
Isidro R. Cedrés
ANC Puerto de la Cruz