La saga de Eufemiano Fuentes: De raza le viene a las crías
Empecemos por la última cría de la saga de los delincuentes conocidos por “los Fuentes”, honorable [sic] familia de Las Palmas de Gran Canaria.
El más joven, dedicado al arte del engaño y la trapacería, es EUFEMIANO FUENTES RODRÍGUEZ. Médico y prestigioso “dopador” y creador de martingalas con transfusiones sanguíneas para deportistas de elite, evasor de capitales y clave de bóveda de la conocida Operación Puerto. Hasta en la wikipedia en ingles pueden encontrar el relato de sus fechorías y las protestas por considerar, incluso ridícula, la condena a un año de prisión que se le impuso. La sombra de “los Fuentes”, es sin duda, alargada.
Más tarde, junto al abogado Juan Arencibia Rodríguez y el empresario Santiago Quevedo Valido, fue imputado por evasión de impuestos vía Suiza, al aparecer sus nombres en la llamada Lista Falciani de defraudadores, que entregó a las autoridades el empleado de la MSBC Hervé Falciani. El dinero que cobraba por sus chanchullos de dopaje los ingresaba a través de la Cordes Holding Ltd.
Antes que él, EUFEMIANO FUENTES MARTÍNEZ (“el FANI”), autor del “Crimen del Contenedor” que sublevó por los días de Reyes de 1994 a toda Canarias por sus espantosos detalles. Eufemiano Fuentes, en el Puerto La Luz, contrató a una joven drogadicta de 24 años que, para financiar su adicción, practicaba la prostitución para una noche “sado” en un piso del Puerto de La Luz.
Inflado de cocaína y crack, Eufemiano, considerándose insatisfecho de la actuación de la joven Mª del Carmen Diepa, que le parecía poco sádica, le propinó una morrada que le destrozó la nariz y remató la faena a palos. Todavía le pareció poco porque la decapitó y cortó sus miembros en pedazos. Los forenses dijeron no poder determinar, según ellos, lo que causó la muerte a Mª del Carmen y si el desmembramiento y decapitación fue anterior o postmortem, por lo que, el benevolente jurado aplicó la versión más favorable y la consideraron víctima de un homicidio y no de asesinato, ni tampoco alevosía, porque “pudo” haber sido desmembrada después de muerta y con la eximente de drogadicción al condenar a el “FANI”.
Eufemiano llamó por teléfono a Juan Andrés Medina y Antonio Carmelo Sánchez y estos, junto a Alberto Barbier, se presentaron en el piso para ayudarlo a deshacerse de la víctima. En la madrugada del 8 de enero, Eufemiano, ayudado por Juan Andrés y Antonio, tiraron parte del cuerpo a un contenedor en la calle Alvareda, donde otro pobre desgraciado que rebuscaba algo comestible entre restos de basura, se topó con el hallazgo más macabro de su sufrida existencia. El resto lo tuvieron guardado unos días hasta que el 13 de enero acabó como la primera mitad, otra vez en un contenedor, pero de la calle López Socas.
Barbier, que al parecer del jurado no tomo parte activa en los hechos, fue absuelto en el juicio celebrado el 8 de noviembre en la Sección 2ª de la Audiencia Provincial. El peso del apellido familiar se hizo notar en la sentencia. Juan Andrés y Antonio, condenados a tres años de cárcel cada uno, por encubrimiento y Eufemiano, considerado como “responsable único” a doce años de cárcel y a pagar, entre los tres, una indemnización a la familia de Mª del Carmen de 120.000 euros.
Curiosa JUSTICIA [sic, otra vez] que condena a un criminal, influyente sí, pero criminal, en sentencia ratificada por el Supremo español en febrero de 2006, por asesinar, decapitar y desmembrar a una pobre drogadicta indefensa, tirando sus restos a la basura, con un año menos de prisión con los que condenó a unos ciudadanos ejemplares que reclamaron, pacíficamente, independencia y libertad para su patria.
El tío paterno de los dos angelitos anteriores, EUFEMIANO FUENTES DÍAZ, nacido en Las Palmas en 1911, primogénito de ocho hermanos, llamado a continuar el imperio tabaquero que había creado su padre, recibió lo que se llamaba “educación esmerada” en Colegios y Universidades inglesas.
Militante destacado de Falange Española, criminal fascista, torturador y violador en el apogeo del franquismo en Canarias, miembro de las sangrientas Brigadas del Amanecer, su espeluznante recorrido lo pueden encontrar en el blog “viajandoentrelatormenta” de mi amigo Pako González Tejera que lo conoce bien. No en vano, lo que pudo haber sido su propio tío, el bebé de solo 4 meses Braulio González García, fue asesinado vilmente por un “falange” de Tamaraceite destrozándole la cabeza al estamparlo contra la pared en presencia de su madre Lola y de sus tres hermanitos Lorenzo, Paco y Diego El asesino era solo el ejecutor de la Brigada del Amanecer, con la presencia, anuencia y dirección de Eufemiano Fuentes. Su sombra de guirre depredador se alonga sobre la Sima Jinamar, sobre los apotalados en la Mar Fea, se cierne sobre los pozos de la muerte y gravita sobre las desgraciadas mujeres en las que ejerció el medieval derecho de pernada en su fábrica “La Favorita”.
Como todos los criminales de esa reciente época histórica que fue la Guerra de España y su postguerra en esta retaguardia colonial, donde no hubo frente ni batallas, pero si asesinos alevosos que, no solo quedaron impunes, sino que fueron por ello condecorados y sus nombres exaltados como héroes de la nueva patria española que fundaba Franco y sus secuaces foráneos y criollos.
Eufemiano Fuentes, el “Rey del Tabaco”, en la cresta de la ola fascista, imitó los modos populares de su adorado Caudillo. Destaca como fundador de la Unión Deportiva, el apoyo a equipos de Lucha Canaria y de botes de Vela Latina, al Club Náutico… y por todo ello –y por su poder político y económico que en los territorios coloniales se adquiere con sangre- pasa a ser considerado como un miembro selecto de nuestra sumisa y aletargada sociedad. Tanto que, a finales de mayo de 2015, cuando se planteó el nuevo Parque del antiguo Estadio Insular, el Ayuntamiento de Las Palmas con Juan José Cardona al frente y el Cabildo Insular con José Miguel Bravo de Laguna, “El Robapijamas”, de presidente, ambos del españolísimo PP, colocaron un gran panel exaltando la figura del “presidente EUFEMIANO FUENTES”. El pueblo se encargó de dar su veredicto llenándolo de pintadas y boicoteándolo desde los primeros días de junio.
Nunca sabremos si el cadáver de Eufemiano Fuentes Díaz fue el encontrado en un pozo de La Dehesa ni quién –si era él- lo asesinó tras su secuestro atribuido a Ángel Cabrera Batista “El Rubio”, todo lleno aún de incertidumbres y cuestiones sin aclarar.
Por no alargar llegamos a la piedra angular, la cabeza de la saga. EUFEMIANO FUENTES CABRERA. Nace en Telde en 1861 y la familia se traslada a vivir a Las Palmas. Por 1887 se establece montando un taller artesanal en la Calle Mayor de Triana. En 1889 crea la marca “La Favorita” que se va desarrollando poco a poco hasta que en 1898 contrata al tabaquero Lorenzo Arbelo Pérez, experto en ligas de tabaco y capataz de la fábrica “La Esperanza” de Remedios Cabrera. La fábrica empieza a crecer y pronto hubo que trasladarse a un local mayor en la calle Obispo Rabadán y luego a la que empezaba a ser la zona industrial de Arenales, en la calle Matías Padrón, para la que compró maquinaria para producir cigarrillos, además de los tabacos manufacturados. El carácter duro, autoritario y caprichoso de Eufemiano y sus abusos de todo tipo con los trabajadores y trabajadoras hizo insoportable la continuidad de Lorenzo Arbelo a su servicio, que se despidió de la fábrica en 1911, continuando Eufemiano con sus hermanos pequeños Pedro y Fernando.
Rapaz y agresivo como comerciante, sus actuaciones las podemos ver retratadas en un suelto que publica en el diario republicano-autonomista “El Progreso” de su corresponsal en Gran Canaria el sábado 5 de octubre de 1918 que textualmente dice: “Días pasados, cuatro individuos recorrieron todas las tiendas del Puerto de la Luz comprando todos los cigarrillos de Eufemiano Fuentes, agregando que los necesitaban para venderlos a bordo de un vapor que llegaría de un día a otro. Con tal pretexto no dejaron ni una cajetilla. Pero cuando los comerciantes fueron a adquirir nuevas remesas de esta clase de cigarrillos se encontraron con la sorpresa de que sus precios habían sido elevados considerablemente, y hay quien asegura que los individuos de marras fueron mandados a adquirir los susodichos cigarrillos, por un señor que tiene estrechas relaciones con el negocio de tabacos que don Eufemiano Fuentes tiene establecido en el Puerto de la Luz.
Sin duda alguna, el negocio ha sido redondo, Pero son muchos los comerciantes del Puerto, que han prometido no comprar más esa marca de cigarrillos en justa represalia a la jugarreta de que han sido víctimas.”.
Hoy, EUFEMIANO FUENTES CABRERA tiene, como no, su nombre en el callejero de Las Palmas. Está en Lomo Apolinario y va desde la de Diego Vega Sarmiento a Nicolás Monche López, bordeando el Polígono Industrial Miller.
De tal tronco, tales ramas. Por eso digo que de raza le viene a todas las crías. Lo grave es que hemos asumido la historia de todas nuestras épocas, presentes y pretéritas, tal y como nos la cuentan los vencedores de siempre.
Francisco Javier González
Gomera a 20 de septiembre de 2020.