RAJOY & PP. ENTRE HOUDINI Y COPPERFIELD
Indudablemente, por mi edad, no conocí a Houdini, muerto desde 1926, pero recuerdo a Toni Curtis, casi un pibe, haciendo ese personaje en “El Gran Houdini”. A David Copperfield me costó sus buenas pesetas verlo en el Palacio de los Deportes de Madrid en el 2000, justo cuando la peseta se iba por el sumidero del euro. Hoy, en el Congreso de los Diputados español y a través de la pantalla de TV, no me queda más remedio que rememorar a los dos grandes ilusionistas, capaces de hacernos ver lo que solo existe en nuestra mente, gracias a su habilidad para el engaño, aunque, al aplicarlo al caso Rajoy & PP, más que ilusionistas son tragicómicos desilusionadores.
Houdini era el mago del “escapismo” pero Rajoy & Boys del PP lo superan con creces. Don Mariano acudió hoy, cogido por los fondillos y obligado por la oposición –PNV incluido-, a una sesión del Parlamento español para tratar del llamado “Caso Gürtel” y la corrupción sistémica que afecta a su partido, hasta el punto de convertirlo en el partido político más corrupto de Europa. El presidente español se explayó en lo que quiso y como quiso, pero, eso sí, sin nombrar ni una sola vez y para nada a Correa y el Caso Gürtel o a los Bárcenas, La Puerta y otros tesoreros del PP coadyuvantes en los trapicheos que se le imputan, desde las comisiones ilegales, los sobresueldos en sobres reptilescos, las destrucciones de pruebas como los discos duros y el largo etcétera de más de 20 años de corrupción gubernamental. Hizo bueno el viejo aserto de “tú pregunta sobre lo que quieras que yo te contesto sobre lo que me da la gana”. Muy gallego que es Mr. Rajoy.
Se subió al estrado y trató de engatusarnos durante sus casi 40 minutos de intervención. Empezó con un cántico ditirámbico a la unidad de España y su clase política, capaz de derrotar a todos los terrorismos habidos y por haber y a todos los “fanáticos” enemigos de esa sacrosanta unidad patria. Continuó con una prolífica exposición de todo lo que su gobierno ha hecho para emitir leyes, eso sí, cara al futuro, que impidan o persigan la corrupción. Siguió, altaneramente, manifestando que a él y a su gobierno los han absuelto las urnas y que las Cámaras habían refrendado su confianza al rechazar la que califica como “única expresión válida de reprobación al gobierno” que es la moción de censura que ya ha rebasado. Se explayó al decirnos por activa y pasiva que está harto de contestar siempre a lo mismo, sobre hechos que habían pasado poco menos que en la antigüedad clásica, para terminar echando en cara a los partidos de la oposición que se ocupen perdiendo el tiempo con estas nimiedades de la corrupción cuando, de verdad, solo hay en España tres graves problemas: El terrorismo yihadista, el desafío independentista catalán y la recuperación económica, tres problemas que, por supuesto, según él, su gobierno ha resuelto o está en condiciones de hacerlo.
Grave me parece su afirmación de que “defenderá a los españoles y protegerá a los catalanes de un proyecto independentista autocrático y liderado por radicales que traerá división, enfrentamiento y pérdida de libertad y bienestar”, además, “en abierto desprecio a las reglas más elementales de una democracia”. Ignorante de mí que pensaba que la democracia es justamente reconocer la voluntad mayoritaria de un pueblo determinado, que como puede ser el catalán, el vasco o el canario, son perfectamente diferenciados del español, voluntad que debe expresarse a través justamente de la forma más justa y democrática: El Referéndum popular.
Houdini era tan bueno como escapista que hasta Sir Arthur Conan Doyle -el conocido autor del “racional” Sherlock Holmes- se creyó que el bueno de Erik Weizs, nombre real de Houdini, poseía propiedades paranormales para ejecutar sus trucos, pero lo superan Rajoy y su acólito Rafael Hernando que, con esa cara que tiene siempre y que no se definir si es de amargura o de asco propio, solo dedicó 36 segundos de su intervención como portavoz pepero al tema objeto de la convocatoria, dedicando el resto al ataque a otros partidos y, cómo no, a Catalunya, Venezuela e Irán.
A David Copperfield lo vi en Madrid hacer desaparecer del escenario a 13 personas metidas en una jaula y a él mismo, desaparecer con su moto y reaparecer en medio de la sala, moto incluida. Rajoy ha hecho desaparecer a sus corruptos, que ya suman legión, con sus discos duros y todo. En vez del telón que usaba el Copperfield para ocultar el truco, Mariano ha usado a Catalunya y al yihadismo para hacer desaparecer la corrupción del partido que preside. Ha llegado a la villanía de tender una trampa a la portavoz del PSOE, al intentar defenderse de su reprobable y trágica comparecencia testifical ante la Audiencia Nacional con el caso Gürtel, achacándole textualmente que "Usted también compareció como testigo ante el juez Gómez de Liaño, que la Guardia Civil que entonces dirigía usted, entorpeció la investigación policial por el caso de Lasa y Zabala. Y no fue condenada, tampoco se le imputó ni se le investigó. Y a nadie se le ocurrió decir nada"sin reparar, por supuesto, que de aquella comparecencia de la Sra. Robles y gracias a ella, salió la condena a los asesinos gubernamentales del GAL, concretamente al general de la Guardia Civil Enrique Rguez. Galindo, al Tte. Coronel del mismo cuerpo policial estatal Ángel Vaquero, a los guardias civiles Enrique Dorado y Felipe Bayo y al gobernador civil de Guipúzcoa Julen Elgorriaga a un total de 365 años de cárcel como responsables directos de los asesinatos y entierros en cal viva de los infortunados Lasa y Zabala. Ni David Copperfield era capaz de mejorar ese engaño.
La señora Robles, al contestarle, cayó en la trampa filibustera de Rajoy para, una vez más y con insidia, desviar la atención sobre el tema de su corrupción y centrarla sobre otros objetivos. Para definir adecuadamente al presidente recuerdo una palabra, “saltabanco”, que hoy la RAE considera en desuso, pero que recuerdo de mis años por España, y que el Diccionario Enciclopédico Vox define como “Charlatán que en la vía pública expone y vende drogas, confecciones etc”definición que complementa con las de “Jugador de manos” y“Hombre bullidor e informal”. Mr. Rajoy ha resultado ser el mejor “saltabanco” de la historia de los saltimbanquis, titiriteros y magos que por el mundo han sido.
La de hoy ha sido la mayor exposición de tancredismo y cinismo parlamentario que un mentiroso patológico como es el Sr. Rajoy, revestido de una falsa corteza de integridad, coherencia y dignidad, es capaz de realizar, al mismo tiempo que su claque se encarga de intoxicar a través de los mass-media. Así, el vicesecretario del PP, Javier Maroto, con una imagen que superpone, en un negro sugerente y desteñido, una bandera de ISIS a una estelada catalana tuitea: “¿Qué tema prioritario ha elegido la oposición para retomar hoy la actividad en el Congreso? ¿Cataluña? ¿Islam radical? Noooo, lo de siempre” al mismo tiempo que la diputada en la Asamblea de Madrid Isabel Díaz Ayuso tuitea por su lado, sobre una imagen del “Bandabus”, que “Podemos es un partido con condenados por pederastia, amigos etarras y chavistas, agresiones y tráfico de drogas. Insuperable”. Realmente pienso, como la mayoría de los intervinientes hoy –exceptuando por supuesto, a los dos “nacionaleristas” teloneros canarios- que el Sr. Rajoy, por un simple ejercicio de ética y dignidad, debe marcharse a su casa pero, la terca realidad es que se seguirá aferrando al poder y que, por lo mismo, la única solución digna y posible, es echarlo.
Algunos apuntes quiero resaltar por último. Una reflexión de Joan Tardá de ERC –que también echó su cuarto a espadas con la independencia de Catalunya- que se preguntaba de entrada¿Acaso alguien pensaba que Rajoy iba a pedir perdón por la corrupción? para, a voz en grito, espetarle al presidente y su partido ¿Qué se creen, qué somos imbéciles?
Nadie sensato, por supuesto, o envenenado por las goebbelianas maniobras propagandísticas del PP, podría pensar que de lo de hoy en el Congreso español saldría alguna respuesta del gobierno admitiendo lo que todos sabemos. Esa realidad la complementaría con las preguntas –incontestadas, por supuesto- de Pablo Iglesias al Sr. Rajoy, tras interesarse por saber si el presidente ¿Considera a las personas que acabo de mencionar [Ana Mato, Rodrigo Rato, Esperanza Aguirre, José Manuel Soria] buenos colaboradores? Y exigir la devolución del dinero robado para rematar en su 6ª y última pregunta: “Cuando dice usted que no sabía nada de todo esto, ¿piensa que los españoles le creen?”
Desgraciadamente, una vez más la comparación de Rajoy & PP con los embaucadores magos del espectáculo circense se pone de manifiesto. Pues sí los hay. Además de elementos objetivamente interesados en mantener a la derecha corrupta española en el poder, hay también una gran masa de seguidores peperos, contaminados por las cacambrecadas, mentiras y medias verdades que vierten los medios al servicio del gobierno, que debieran reflexionar en un aserto del mismísimo Houdini, explicando sus trucos, que parece pensado para este caso:“Los mayores engaños están en la mente de las personas”.
Solo eso puede explicar los millones de votos que siguen manteniendo a Rajoy y su corrupción en el poder.