El caso Asenet Padrón (2)
Los mismos de siempre vuelven a hacer lo mismo de siempre.
La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) le ha vuelto a dar la razón (POR SEGUNDA VEZ) a la ex-Secretaria del Ayuntamiento de Arrecife, Asenet Padrón, sentenciando que su "cese" en 2012 fue "NULO", y que se debe reponer a la funcionaria "en el puesto de trabajo del que fue indebidamente removida", y pagarle "las costas procesales y la diferencia salarial que se hubiera podido producir".
¡Hagamos memoria!
Asenet Padrón cumplía la labor de Secretaria accidental del Ayuntamiento de Arrecife, desde el año 2005 (el Secretario oficial, Felipe Fernández Camero, había sido Destituido en 2004 por la Secretaría de Estado de Organización Territorial por una FALTA MUY GRAVE, y desde entonces, no ha parado de acumular imputaciones). Hasta que en febrero de 2012, una sorpresiva rueda de prensa dada por los entonces Alcalde (Reguera) y teniente de Alcalde (Montelongo) comunicaba su “cese”, alegando (entre otros motivos) que “no llevaba los expedientes ni el trabajo con la diligencia debida”; poniendo como ejemplo la “lenta” notificación del recurso a una demanda que se había presentado contra el consistorio. Ejemplo éste que con el tiempo se demostraría que ERA COMPLETAMENTE FALSO.
La realidad era otra: Asenet había denunciado que el 29 de diciembre de 2011, el Alcalde y 2 concejales (entre ellos, Montelongo) habían “entrado” en su despacho, “desapareciendo ciertos documentos”. Los mismos documentos (¡qué casualidad!) que la Fiscalía le acababa de pedir a la Secretaria para iniciar una investigación sobre presunta (entonces) corrupción en el Ayuntamiento. Los mismos expedientes que darían inicio al hoy conocido como Caso “Montecarlo”…
Tras acudir a la vivienda del Alcalde para “reintegrar los documentos al expediente municipal”, Asenet Padrón acabó de colocar el último clavo en su ataúd. Y de nada le valió informar a la Junta de Personal que “se encontraban abiertas unas diligencias de investigación por parte de la Fiscalía, por las cuales, casi a diario, y con apercibimientos personales si no se contaba en el plazo, se pedía documentación a la Secretaría debiendo dar prioridad a aquello…”.
Para reemplazar a Asenet, los entonces gobernantes del atípico pacto PP-PSOE en Arrecife designaron a un auxiliar de administración general (funcionario de inferior subescala que la propia Padrón), “dócil” y “muy tranquilo”: el licenciado en Derecho, Francisco Javier López. Mientras tanto, el Caso “Montecarlo” comenzaba a salpicar de lleno a políticos y empleados del ayuntamiento. De hecho, los mismos que propiciaron el “cese” de la Secretaria, se convirtieron en los principales imputados…
Por su parte, Asenet Padrón recurrió su cese. Y las consecuencias le fueron favorables: primero fue el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 1 de Las Palmas, quién declaró “nulo” el Decreto que ordenaba la destitución de su cargo; y luego fue el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (2014) quién dictó “dejar sin efecto el cese”, o en su defecto, “dictar otro decreto en el que se motive la destitución”. O sea, que el cargo de Secretaria “NO es un puesto basado en la confianza política, donde no se van a realizar encargos personales del presidente de la corporación”, sino que “es necesario garantizar su independencia”.
Sin embargo, el entonces Alcalde, José Montelongo (el mismo que había sido teniente de alcalde cuando se firmó el "NULO" cese de la entonces secretaria), emitió un decreto en diciembre de 2015, trasladando de departamento a Asenet Padrón; "en cumplimiento de la sentencia del TSJC". Pero no repuso a la jurista en su puesto de secretaria (que era lo que realmente reclamaba el alto tribunal), así que la funcionaria volvió a recurrir alegando que "no se estaba ejecutando el fallo debidamente".
No solo eso, sino que aseguró ante los medios que en 2012 cesó a Asenet Padrón porque “hacían falta técnicos en otros departamentos”, añadiendo que “el cese se enmarca dentro de la potestad de autoorganización de la administración para tener una mejor y más eficiente organización de sus recursos humanos”...
Recapitulando: Montelongo quiso hacernos olvidar que en febrero de 2012 cesó (junto con Reguera) a Asenet Padrón por “no llevar los expedientes ni el trabajo con la diligencia debida”; cambiando el discurso, asegurando que con el “traslado” de la entonces Secretaria, “se consiguió dotar en exclusiva a los Departamentos de Infracciones y Actividades de un técnico que conociera bien dicha materia (Asenet), reforzando la seguridad jurídica de los expedientes, hasta ese momento llevados por personal auxiliar y administrativo”… O sea, DONDE DIJE DIGO, DIGO DIEGO.
Pero ahora la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) le ha vuelto a dar la razón a Asenet Padrón, resolviendo sobre el decreto firmado por Montelongo, que "la rocambolesca decisión municipal no hace sino corroborar que el objetivo en todo momento pretendido fue y sigue siendo el de cesar” a la funcionaria en su puesto de trabajo, al margen de necesidades del servicio o de razones de interés público algunas". También se destaca que en ningún momento se abrió expediente alguno para destituirla ni se le dio audiencia.
Es decir, que el Ayuntamiento de Arrecife, si quería "cumplir" la sentencia de 2014, en primer lugar DEBÍA HABER REINTEGRADO A ASENET EN SU ANTERIOR PUESTO DE TRABAJO (O SEA, DE SECRETARIA); y después argumentar el cese "con hechos y datos de la realidad, pero de la realidad existente en la fecha del acto anulado y, en cualquier caso, de hechos que consten en el expediente. Sólo de este modo puede enjuiciarse luego la razonabilidad de la medida y, eventualmente, controlarse el cumplimiento de la prohibición constitucional de la arbitrariedad, lo que es singularmente relevante en el caso de ejercicio de potestades discrecionales", tal y como destaca la sentencia.
Curiosamente, esta sentencia corrobora la situación "parcial" de algunos de los Secretarios Accidentales en el Ayuntamiento de Arrecife, que con el tiempo se han acabado convirtiendo en simples "cargos de confianza" de las diferentes administraciones a las que les toca en suerte (o por desgracia) gobernar... Tanto que a veces da la sensación que ese cargo tan digno, ha acabado prostituyéndose políticamente.
¡Muy pronto hablaremos de todos y cada uno de los secretarios digitales-accidentales que han pasado en los últimos años por el consistorio capitalino.