El 23 de septiembre de 1973, Erick Olsson intentó atracar el Banco de Crédito de Estocolmo (Suecia). Y durante el asalto tomó como rehenes a 4 empleados (3 mujeres y 1 hombre), con los que intentó negociar con la Policía sueca. Sin embargo, después de innumerables horas de secuestro, la gran sorpresa para los agentes del orden fue que los improvisados prisioneros terminaron protegiendo a su captor para evitar que fuera detenido. Incluso una de ellas se comprometió públicamente con el raptor... Este hecho fue bautizado por el psiquiatra Nils Bejerot, asesor policial, como Síndrome de Estocolmo.
El ejemplo más conocido de este curioso síndrome, fue el ocurrido en febrero de 1974: Patricia Hearst, nieta del magnate William Randolph Hearst, fue secuestrada en EEUU por el llamado "Ejército Simbionés de Liberación". Y dos meses después, ya participaba en el atraco a un Banco, como cómplice de sus propios raptores... En términos psiquiátricos, esta conducta se explica porque "cuando alguien es retenido contra su voluntad y permanece por un tiempo en condiciones de aislamiento y sólo se encuentra en compañía de sus captores puede desarrollar para sobrevivir, una corriente afectiva hacia ellos. Esta corriente se puede establecer, bien como nexo consciente y voluntario por parte de la víctima para obtener cierto dominio de la situación o algunos beneficios de sus captores, o bien como un mecanismo inconsciente que ayuda a la persona a negar y no sentir la amenaza de la situación o la agresión de los secuestradores".
Una situación similar, aunque magnificada, es la que lleva soportando la población del Archipiélago Canario desde hace 517 años. De tal manera que un importante porcentaje de nuestra gente sigue negando la Realidad Colonial, ocultándose (disfrazándose) tras una máscara de "aceptación por pura inercia". Y peor aún, haciendo oídos sordos a cualquier argumento (infinitos) que demuestre el beneficioso futuro económico que aguarda a las Islas, una vez recuperen su Soberanía (violenta y brutalmente coartada por la fuerza de las armas invasoras hace ya 5 siglos).
Pero, ¿cómo hemos llegado a ésto?
Los nuevos "amos" del Archipiélago, tras masacrar a una parte de la población y vender como esclava a otra parte, tenía que "integrar" al resto en su nueva "sociedad":
a) En primer lugar, obligaron a los isleños a renunciar a sus tradicionales y milenarios nombres propios (Adargoma, Bencomo, Tanausú, etc), y a aceptar los nuevos nombres traídos por los invasores. Y es que era condición indispensable para ser bautizado, tomar el nombre del "padrino" europeo en dicho rito cristiano: Fernando Guanarteme, Pedro Maninidra, Luis Guadarfía, etc; quedando con el tiempo, sólo Fernando, Pedro, Luis...
b) De la misma forma, el ser bautizado conllevaba asentarse en las pequeñas aldeas construidas por los colonos europeos, e integrarse en el modus vivendi de éstos; cualquier intento de vivir fuera de los nuevos núcleos de población, o de retomar las antiguas costumbres, podría significar castigos graves, y hasta el destierro o la esclavización.
c) Asimismo se aceptaban las directrices de los nuevos "amos" cristianos, incluidos sus ídolos (vírgenes, santos, etc); y para que nadie pudiera obviar estas nuevas obligaciones, tras la Conquista aparecieron en las Islas los primeros jueces de la Inquisición Española.
d) Los isleños debieron renunciar a sus vestimentas, sus juegos, sus danzas y cánticos, su propio idioma, sus creencias, sus propios nombres como reseñé antes; porque todo ello estaba perseguido por la Inquisición. Y debían demostrarlo,siendo "más europeos que los propios europeos", y "más cristianos que los propios cristianos".
Un ejemplo del esfuerzo de los canarios supervivientes para "imitar" a los invasores, lo escribió el humanista portugués del siglo XVI, Gaspar Frutuoso, refiriéndose a la población de Gran Canaria: "... cuando van a la ciudad (los varones) van tan bientrajeados como los más pulidos castellanos...". Añadiendo que "... Y así ellos, y sus descendientes son muy católicos y cristianos, desde que se convirtieron, sin haberse hallado un tropiezo; y es tal esta gente de Canaria, que no se tienen por cristianos nuevos, sino por muy católicos y de gran devoción".
Sobre los Mahos supervivientes, la Crónica Le Canarien asegura que "no dejan de hacer su deber. Llevan piedras, trabajan y ayudan con lo que saben hacer, y tienen mucha voluntad de servir".
Era lógico. Los diferentes grupos indígenas fueron amenazados con esclavizaciones masivas y destierros generalizados, si no aceptaban los mandatos de la Iglesia: vestir como los europeos, hablar el idioma de los europeos, aceptar las órdenes de los europeos, y sobre todo, sumisión total a la religión traída por los europeos... Y lo que en un principio fue una mera cuestión de supervivencia, al final fue transmitido de padres a hijos, quedando el gen de la "españolidad" y "cristiandad" en muchos de los descendientes canarios...Todavía nuestros abuelos se saludan (sobre todo en los campos) con un "¿Cómo está, cristiano?", clara referencia a dicho gen. ¡Un síndrome de Estocolmo a largo plazo!
Aunque bien es cierto que muchos de los isleños se resistieron a la "integración" planeada por los colonos españoles, aislándose en las zonas montañosas y más pobres del Archipiélago. En aquellos oscuros tiempos fueron denominados "las gentes de los altos", o "alzados" (en el caso de Tenerife). De tal manera que ninguno de ellos recibió la suficiente influencia cultural, ni religiosa ni intelectual, de los colonizadores. Así fue que con el paso del tiempo, este sector de la población pervivió en sus adoradas cumbres, guardando el legado de sus antepasados, a la vez que mostrando un estado de "pobreza cultural europea". Motivo por el cual, los canarios afectados por el Síndrome de Estocolmo los denominaban despectivamente como "magos" o "maúros" (en un burdo intento de diferenciarse de ellos, acomodándose más en su españolidad).
Para acentuar aún más esta división entre españolistas (por el gen heredado) y soberanistas, está el hecho de que desde siempre, el sistema educativo colonial ha omitido en los centros de enseñanza cualquier referencia a la Historia de nuestros antepasados: sus costumbres, sus creencias, la lucha (de 94 años) mantenida con los invasores castellanos; y mucho menos se habla de las brutales matanzas y esclavizaciones masivas llevadas a cabo por los colonos... Todo lo más, se dice que "vivían en cuevas", y que España "los civilizó", magnificando con ello el genocidio cultural.
Es decir, que el Pueblo Canario, en los últimos 5 siglos, ha sido objeto de una progresiva Aculturización (negación de su propia cultura). Con lo cual, en los genes actuales sólo queda un vago recuerdo, distorsionado, adulterado (y muchas veces tabú), de nuestra Protohistoria... Todo ello unido a una psicosis (también heredada) a "¿qué será de nosotros cuando seamos independientes?, ¿quién nos protegerá?, ¿nos moriremos de hambre?". Argumentos hoy en día bastante contrastados.
En definitiva, mientras esa parte de la población no supere el Síndrome de Estocolmo, no avanzaremos en en el proceso de Recuperación de la Soberanía usurpada hace ya 517 años...