El día 7/10/2010 por cuestión de trabajo, volamos un colega y yo desde Viena vía Turquía a Israel.
Llegados al aeropuerto de Istambul, en la sala de espera, en el bar que hay en la parte superior cerca de la terraza, pedí un Cuba Libre que se componía de un dedo de ron y una Cocacola, y me cobraron 16 euros, me dije: !!joder con la supuesta barata Turquía¡¡…. Luego fui al Mac Donal que está situado a un costado de dicho lugar, ordené una hamburguesa Wapper que vi en los menús, pagué 10 euros, y para sorpresa mía la hamburguesa no era doble y grande como la que se veía anunciada en la foto que tenían en la pared de frente, contrario, era raquítica y chiquitita como esas que se venden en los mismos establecimientos en Europa por un euro.
Bueno, si así de tramposa es toda Turquía, mejor me borren de su lista turística. Ja,ja,ja.
Os sigo contando…. Llegamos a Tel Aviv;… En la salida del aeropuerto, cuando preguntamos a los taxistas cuánto costaba el viaje a Ashqelón, (una hora y algo de carretera), todos como buitres nos querían cobrar de más, pero al final logramos contactar con una parada controlada por el Gobierno Israelí, donde el taxista nos pidió 300 shequels por el viaje, precio que es correcto y lo estipulado por los acuerdos del transporte en la ciudad. Un euro es aproximadamente igual a 5 shequels.
Por lo que había leído acerca de la historia de Israel durante la preparación de mi libro de 433 páginas titulado “Creer en Dios es Un pecado”, (ya publicado), siempre fue para mí dicha nación un sitio muy especial que deseé visitar, sobre todo Jerusalén.
En el viaje desde Tel Aviv hacia Ashqelón, el taxista, un señor marroquí judío, muy divertido, mientras viajábamos, no dejó de informarnos acerca de lo que íbamos viendo.
El la ruta que fue de noche, lo poco que observábamos durante el trayecto reflejaba destellos de ciudades modernas, todavía en construcción con edificios de 20 y 30 pisos, o más. La autopista era nueva y estaba decorada con muchos árboles en sus bordes y con un alumbrado suficiente.
Llegamos a Ashqelón, sitio donde suelen caer los pequeños cohetes explosivos palestinos desde Gaza, y nos hospedamos en un piso en la calle Hananas, a 100 metros de la playa y cerca de una marina donde hay yates, bares y restaurantes modernos.
Para sorpresa mía, cuando me levanté temprano, miré a través del balcón y vi que a cien metros de mí había obras sin terminar-casi-abandonadas, y unos matorrales donde la basura y escombros estaban amontonados, (casi igual que en Lanzarote hace 20 años), y me pregunté: ¿cómo diablos puede haber basura tan cerca de apartamentos que cuestan 3.000 euros por mes de alquiler?.. -unos días después lo entendí-: era y es dejadez por parte de los mandatarios israelíes.
En mis dos semanas de estancia, entre días que trabajé y otros que esperé sin dar golpe, los dediqué a recordar la historia que conocía de Israel y a contrastarla con lo que veía en ese presente.
Visité la ciudad de Ashdod, cual es la más cerca desde donde residía. También viaje varias veces a unas dos horas norte de Ashqelón a las fábricas de química donde tenía mi labor, y por todos esos sitios encontré obras en proyecto y escombros y basura semi-escondida por doquier.
En uno de esos días iba yo en un taxi por el centro de la ciudad de Ashdod cuando sonó la alarma de guerra, el trafico paró por unos minutos, pero al final se supo que fue falsa alarma, no habían los palestinos lanzado ningún cohete explosivo.
Por lo que pude apreciar, Israel es un país hecho con prisa y todavía en proyecto y con intención de hacer más construcción de apartamentos, es como un enjambre de abejas que necesita más abejas y más grande enjambre para que su economía no tambalee y continúe estable.
El pueblo israelí es amable, callado y cortés, y yo diría que también es algo tímido en lo que respecta al saludo de buenos días, etc. Y el coste de la vida es muy similar al europeo.
En mis tardes y noches de ratos de ocio fui a varios bares y restaurantes y conversé con diferentes israelíes sobre la vida cotidiana de Israel, y en esas tertulias, -porque son muy abiertos de mente-, les expresé mi sincero parecer que había obtenido de la lectura que había hecho años atrás, y de esos días de estancia en los que medité acerca de lo que iba viendo y palpando. Les remarqué a todos/as la misma canción; les dije: Estáis equivocados con la política que lleváis con respecto a Palestina; lo que debéis hacer es entregar la tierra que pertenece a los palestinos y luego abrazaros como hermanos y hermanas que quieren vivir en paz. Y cuando consigáis la tranquilidad, debéis convertiros en un país turístico, pues tenéis playas en casi toda la costa y un clima que os favorece para el turismo y para producir agua potable a través del mar y de placas solares. También debéis olvidaros de plantar más árboles por doquier, sin ton ni son, en el desierto porque el desierto, salvo las plantaciones que hacéis para obtener frutos y hortalizas, etc., está mejor natural que lleno de matorrales que piden agua a gritos porque ya no obtienen el regadío que le dabais en antaño cuando el petróleo era barato y hacíais agua de sobra por medio de desaladoras. Hoy la tonelada de agua potable os cuesta cuatro dólares. Amén de los miles de millones de dólares que os habéis gastado en los tubos de regadío por goteo para esos árboles y plantas. Salvaguardando las plantas y árboles que tenéis embelleciendo las calles y jardines de las ciudades y las plantaciones para el cultivo de frutas y hortalizas, etc., la flora demás que pongáis en el desierto es una locura y un escondite de basura y escombros.
Bueno las contestaciones fueron variadas, pero casi siempre los israelitas estaban de acuerdo en que la paz era necesaria para vivir en una nación que desea un sosegado futuro.
Ya en el libro que he mencionado explico algo de la historia de Israel y algo de la procedencia de sus gentes de conocimientos que he adquirido de la Biblia, del Korán y de otras fuentes, cuales fueron varias las que consulté.
Por ello, haciendo mi relato corto, y como parte de lo que quiero dar a entender acerca del nacimiento de Israel y sus habitantes, explico lo siguiente: Cuando Moisés llegó a la tierra de Mohab y no cruzó al otro lado porque su dios así se lo había prohibido, según constata el Antiguo Testamento; ordenó a Josué, jefe militar de los hebreos, que invadieran los territorios de Canaán prometidos por su dios.
A la postre de haber ganado la guerra contra los habitantes que residían en el otro lado de Mohab, fundaron Judá, primera nación judía. Años después, por desacuerdos entre judíos, la guerra se desató en Judá, y a causa fundaron otra nación a la cual llamaron Israel.
Se desprende del Antiguo Testamento que Judá e Israel fueron dos antiguas naciones que se fundaron entre 1000-1100 años antes de Cristo, cuales finalmente dieron origen a un sólo país (Israel). Sus primeros reyes fueron: Samuel, su segundo David y su tercero Salomón, etc.
Desde la época del año a.C. 1000-1100, hasta el año A.D., 47-48 que Naciones Unidas por causas del Holocausto Judío diera el voto para que los judíos pudieran volver a la tierra de su religión, Israel fue invadido por varias naciones cercanas y lejanas, y debido a ello y a, etc., naturales, muchos judíos durante unos tres mil años emigraron progresivamente a diferentes naciones del mundo.
El Patriarca Abraham, hijo de Taré, aparece en la historia religiosa judía, como un nómada que residió en la ciudad de Ur, allá por los años a.C., 1850, y se cree que el nombre de hebreo deriva del apodo que le daban a Abraham, cual era el Haribu o el Heber, de ahí parece que viene la palabra de descendencia “hebreo”.
Israel en los años A.D., 47-48, tiempo de su comienzo como nueva nación, tenía un medio millón de habitantes, hoy tiene unos 7 millones.
Los israelitas que residían en Israel en tiempos de su inicio como nueva nación, y que todavía muchos de ellos y ellas existen, son de piel oscura y de piel clara, tienen toda clase de fisonomías, los hay con cara redonda, con cara afilada, con nariz larga y con nariz corta; bajos altos, etc. En ese resto de pueblo aborigen israelí, que todavía hace presencia, no se puede apreciar en sus rasgos signos de una raza especial o distinta a la de otros países de Oriente Medio, son iguales en fisonomía a cualquier libanés, egipcio o jordano, etc. -Incluso su lengua está emparentada con el árabe antiguo-.
En el presente, con la llegada de judíos de naciones de todo el mundo, los habitantes de Israel, son en un alto porcentaje rubios porque sus ancestros que emigraron se mezclaron durante cientos de años con razas europeas, como sucedió en Alemania, Rusia, Polonia, Inglaterra, países escandinavos, Ucrania, etc,. Menos España, países Árabes, Centro América, Sur América, etc, donde son más oscuros debido a la mezcla con latinos o con aborígenes de los últimos mencionados países. Otras causas de su color y fisonomía es debida a que algunos europeos sin ser de raza hebrea abrazaron la fé judía, y también a que algunos/as ciudadanos/as de la antigua Unión Soviética, Polonia, Ucrania, etc., falsificaron su documentación para entrar en Israel como judío/a y así residir en una nación que tiene una renta más alta que la de sus relativos países.
Remarco: Por causa de que ser judío, en la actualidad ya no significa ser de raza hebrea, según de que nación proceda un judío, sus rasgos son diferentes, por ejemplo, los de países del norte de Europa son más blancos y más rubios, los de África del norte son más morenos, y los de E.U.A., son de color y fisonomía variada por las mezclas habidas. Etc.
(1). Hoy Israel es un país que está formado en mayoría, más por una religión que por una raza.
(2). En Israel puedes encontrarte con gente de raza árabe que es israelita de nacimiento y de nacionalidad, pero de religión musulmana. Hay también algunas personas que son de origen palestino nacidas en territorio israelí e igualmente son musulmanes. Otros son de diversas nacionalidades y razas, cuales los hay ateos y de otras religiones.
(3). Usted puede entrar y residir en Israel como súbdito si lo solicita alegando y demostrando que profesa la religión judía, o que su padre es o era judío, o que su madre es o era judía, sin que importe su color o raza. Igualmente el marido que no sea judío si su esposa lo es, también obtiene el derecho a la nacionalidad de Israel, y por la misma venia, la esposa que no sea judía, si su esposo lo es, obtiene los mismos derechos ya dichos. Hijos de padre o madre judía también tienen los mismos derechos que los ya remarcados. Contrario, en Palestina usted únicamente puede obtener los derechos de nacionalidad si es nacido en Palestina o si sus padres son de origen palestino.
(4). Por tradición e imposición de la religión judía, un hijo o hija de una madre judía es judío o judía. Y un hijo o hija de un padre judío por la misma costumbre e imposición, también es judío o judía. Igualmente la misma tradición ocurre con los musulmanes.
(5). Como ya he apuntado, Israel es una nación que se creó en el año A.D., 47-48 con el voto poderoso de los E.U.A., y hasta hoy sobrevive económicamente y militarmente con la ayuda militar y las inversiones de los E.U.A. Sin esas prestaciones, pienso que Israel no existiría, o bien sí como una gran Palestina en paz.
Shalom. Paz para palestinos e israelitas. Os deseo un futuro próspero y lleno de armonía.
Ojo. Por favor, no toméis a pie de letra todos los datos que os he dado sobre quién es y quién no es judío o judía, puede que me haya equivocado en algo. Si usted es judío o judía y desea saber más porque tiene intención viajar y residir en Israel, sírvase escribir a la Embajada Israelí en Madrid, España, o en otra nación. Suerte.
Nota. Yahú es el nombre del Padre Dios de los judíos, de los cristiano y de los musulmanes, que ha derivado a llamarse Jehová. También los musulmanes lo llaman Ahlá y con otros nombres; y los cristianos, lo enrredan con Jesus-Cristo hijo de Yahú =Jehová, y Dios al mismo tiempo. Y parece ser que Yahú significa Yo soy, ó Soy quien soy. -Según se aprecia de la respuesta que Moisés obtuvo de la zarza ardiente en el Monte Sinaí. También para commemorar a Yahú, algunas familias judías llamaron y llaman a sus hijos añadiendo el nombre de Yahu, como sucede con Benjamín “Netanyahu” presidente de Israel. Netan, es = a dado, y Yahú, como ya he dicho, es el nombre del Padre Dios de los judíos, de los cristianos y de los musulmanes, y su significado sería igual al apellido en español de: Dado-por-dios/ Dios-dado, ó Entregado-por-dios. Etc de otras convinaciones con el mismo sentido.
Aviso. Este artícullo ya fue publicado el 13 de noviembre del 2010 con el nombre: Mi añorado y soñado viaje por Israel.