En unos momentos en que la clase política canaria se encuentra inmersa en la más profunda de las corrupciones. En medio de unas circunstancias socioeconómicas que ensanchan más la "distancia" entre el Archipiélago y la llamada Península Ibérica. Y con un amplio sector de nuestra población, en el mismísimo umbral de la pobreza... Los sufridos ciudadanos de esta tierra llamada Canarias, tan sólo pueden confiar en ellos mismos.
Y es que al binomio de eternos controladores de los destinos de nuestras islas (me refiero al tándem PSOE-PP), se ha unido la pléyade de grupos localistas (a ellos les gusta llamarse "nacionalistas"), tales como CC. CCN, NC, y un amplio abecedario, que pugnan entre ellos por poder arrimar el ascua a su sardina; y a ser posible, apoderarse de algo más que la sardina... No hablo por hablar. Los ejemplos son muy claros: las Operaciones "Unión", "Jable", "Montecarlo", "Licencias de los Hoteles", "Faycán", Tindaya, Las Teresitas (y un larguísimo etcétera) dejaron al descubierto lo inmundo y barriobajero que puede llegar a convertirse nuestra clase política, tan sólo por las prebendas a base de comisiones que puedan sacar en cualquier actuación pública.
Y tras el conglomerado de operaciones urbanísticas millonarias en las que han estado (y están) implicados miembros de todos los grupos políicos, queda un rastro doloroso: cientos de miles de canarios que no pueden llegar a fin de mes, y que en muchos de los casos se encuentran en la más pura indigencia.
Es en este momento cuando el Movimiento Vecinal debe hacer honor a su nombre, y "moverse". Porque como reseñé en anteriores líneas, las principales víctimas de las grandes operaciones mafiosas de nuestros políticos han sido los vecinos. Y son ellos quiénes tienen el deber (y la obligación) de unirse y presentar una alternativa de gobierno en los próximos comicios electorales. Sin embargo, en Lanzarote el entramado vecinal se encuentra completamente dividido. Y lo que es peor, muchas de sus asociaciones de vecinos han sido las que han nutrido de "carnaza" interesada a los grupos polìticos de siempre.
En Gran Canaria es todo lo contrario: un líder con gran carisma como es Andrés Santana, ha logrado aglutinar a todo el Movimiento Vecinal, convirtiéndolo en una fuerza compacta que ha sabido "tirar de las orejas" a los políticos díscolos, llegando a emplear en más de una ocasión los Tribunales de Justicia. Más aún, los mismos ciudadanos se han agrupado en una formación política denominada "Vecinos Unidos", que en las últimas elecciones han puesto en un brete a los partidos "de siempre".
Es por ello que este líder, Andrés Santana, ha puesto en marcha la maquinaria vecinal, con la intención de que su fuerza (Vecinos Unidos) consiga una representación en Lanzarote y Fuerteventura (como islas marginadas que son, tanto desde España como del presunto Gobierno Canario). Y no es difícil, debido a la terrible miseria que se está viviendo en ambas... Por ello el objetivo es una unión vecinal entre islas, que pueda presentarse con fuerza en las próximas elecciones.Y es que nadie puede solucionar mejor los problemas vecinales, que los propios vecinos.
Los pasos ya están dados. Y sabemos que algunos representantes políticos (de los partidos de siempre) ya han estado tratando de "comer orejas", como medio de ganar voluntades de cara a los próximos comicios. Pero la voluntad es firme, y el Movimiento Vecinal cada día está sumando más adeptos. Y es que ya nadie duda de que la unión de los sufridos (y siempre marginados) ciudadanos puede dar un vuelco a la situación.
Andrés Santana es uno de esos líderes hechos a sí mismos. Hombre del pueblo y conocedor de su problemática, tiene la virtud de estudiar y adivinar las intenciones de los miembros de la decadente clase política. Y esa es su baza.
Su nombre dará mucho que hablar...
AURELIANO MONTERO GONZÁLEZ