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Los titulares de humo de San Ginés y Stinga

| 27 de diciembre de 2012

Hay quien afirma que los sentidos son seis y atribuye el sexto puesto de nuestras cualidades sensoriales al sentido común, y no falta quien hace lo propio con el sentido del ridículo, pero les aseguro que ni uno ni otro existen, al menos de forma generalizada en el ser humano, cuando menos parece evidente que ni el alcalde de Haría ni el presidente del Cabildo Insular lo hayan desarrollado en demasía. Por segunda vez un alcalde de Coalición Canaria (D.

Hay quien afirma que los sentidos son seis y atribuye el sexto puesto de nuestras cualidades sensoriales al sentido común, y no falta quien hace lo propio con el sentido del ridículo, pero les aseguro que ni uno ni otro existen, al menos de forma generalizada en el ser humano, cuando menos parece evidente que ni el alcalde de Haría ni el presidente del Cabildo Insular lo hayan desarrollado en demasía. Por segunda vez un alcalde de Coalición Canaria (D. José Mariano Torres Stinga) y un presidente de cabildo del mismo partido (D. Pedro San Ginés) son incapaces de interpretar un simple auto judicial. Y es que la confusión o mejor dicho, la incompetencia del primero al presentar la demanda en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 5 de Las Palmas, es aprovechada por el segundo para arrimar el ascua a su sardina afirmando, supongo que mas por afán propagandístico que por ignorancia, que este estamento de la judicatura le da la razón, mientras el alcalde de Haría de su misma cuadratura política afirma exactamente lo contrario. El caso es que, de momento, ni para uno ni para otro, ya que este auto viene a corroborar el informe hecho público hace apenas un mes, de la fiscalía del juzgado nº 5 de las Palmas en exactamente el mismo sentido de entender que el competente para resolver es la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, y nada más. Por cierto, que también entonces, ambos ilustrados representantes de la soberanía popular en sus respectivos feudos, volvieron a montar el circo mediático, ridículo diría yo, ya que en “mis entendederas” no cabe que dos dirigentes de una misma formación sean capaces de ver lo blanco negro, el uno, y lo contrario el otro.
Mientras la vida sigue igual, en lo que al contencioso de la Cueva se refiere, estos señores en lugar de dedicarse a sus obligaciones institucionales y esperar a que resuelvan los tribunales lo que han sido incapaces de resolver ellos debido a su enfrentamiento personal, continúan dando titulares de humo.
Pero, todo este asunto no merecería para nada mi atención ni la de los vecinos de este sufrido municipio norteño si no fuera porque está afectando de manera notoria a nuestro desarrollo; Es tal el desencuentro entre ambas instituciones que, a modo de ejemplo, en los presupuestos insulares hay desde hace años, una partida consignada para una cancha deportiva en Órzola que año tras año se pierde por la falta de voluntad del administrador local.

Aunque todo el que haya seguido la trayectoria de este desencuentro es consciente de que no se produciría si Stinga hubiera sido nombrado presidente nacional de CC, o si después del fiasco de aquel congreso le hubieran dado el premio de consolación de la presidencia insular, o si, al menos, no le hubieran chafado aquel pacto que había urdido con el Espinismo Socialista. Llegado a este punto y aunque ni el sentido común
ni el sentido del ridículo estén catalogados entre las cualidades del ser humano, un hipotético sexto sentido me dice que el nuevo presidente insular de CC, por el bien de todos, pondrá fin a tanta carencia de sentido común y tan poco sentido del ridículo en algunos de sus máximos

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