El todavía Presidente (no por el número de votos) del llamado Gobierno "autónomo" Canario, Paulino Rivero, no deja de provocar carcajadas en propios y extraños con sus curiosos comentarios, algunos de los cuales parecen dar a entender que quién se los escribe no debe apreciarle mucho. Y es que semana tras semana, ante la situación de desempleo, miseria y casi hambruna que padece buena parte de nuestra población, lo único que hace es mandarle "mensajitos" al Gobierno de la lejana España, pregonando la "europeidad" del Archipiélago y haciendo sugerencias (cada vez una nueva, según el trance) sobre cómo deberían ser tratadas las islas.
Una de las ocurrencias (por así llamarlas) de Rivero, fue la de pedir "una reforma de la Constitución española que reconozca el hecho diferencial de Canarias"... Pero es que esta "idea" le vino a la cabeza, tras uno de los habituales berrinches que sufre cuando desde Madrid le recuerdan que "primero está España, y luego el resto". Y como ya es habitual, los "comentarios" de Paulino son como el humo para los responsables del Ejecutivo central.
Viendo que su credibilidad (y su capacidad de llamar la atención) es mínima, Rivero tuvo otro momento de "lucidez" y pregonó que "es necesaria una segunda transición", alegando que Canarias ha quedado atrás... Pero es que a Canarias la han dejado "atrás" sus mismos gobernantes en los últimos 30 años. No culpen a Madrid, ya que los que han tenido la sartén por el mango han sido los políticos con responsabilidad de gobierno (a medias) en el Archipiélago.
Cuando ya había quedado olvidado el último "disparate", Paulino dice públicamente (como quién lanza un mensaje divino) que es necesario "un reajuste del Estado para buscar un nuevo modelo de Canarias que mejore su situación actual". Demagogia, palabras bonitas, y una cuenta de twitter cada vez menos visitada... Pero el paro sigue aumentando en Canarias, la miseria (y el hambre) son más que evidentes, y la canariedad (que tanto dice defender) se va difuminando cada vez más.
La última "paulinada" me ha hecho reir hasta a mí (perdónenme), y es que como quién acaba de descubrir la pólvora, asegura que "Canarias puede ser un enclave similar a Singapur y Miami", añadiendo luego que "Canarias tiene vocación europea"... Yo no se quién le escribe estos discursos (por así llamarlos) a Rivero, pero le aconsejo que antes de leerlos los estudie.
Le informo (alguien se lo hará llegar) que Singapur es un Estado Soberano. El país-isla más pequeño de Asia. O sea, que si lo que está sugiriendo es que el Archipiélago Canario debería convertirse en un Estado Soberano, dé un paso adelante. O sea, que como Presidente del mal llamado Gobierno autónomo, coloque al Archipiélago en el Comité de Descolonización de la ONU, ya que tiene todos los requisitos para ello... Vea usted como Artur Mas (teniendo muchos menos derechos que Canarias, pues Cataluña no es una colonia tomada por las armas), hace tiempo que tomó una decisión histórica por muy controvertida que sea.
Pero no. No creo que usted vaya por ese camino. Ya lo vi hace unos años, cuando trató de "reformar" el llamado Estatuto de Canarias. En el primer borrador, se apreciaban claros pasos hacia adelante en la consecución de la soberanía nacional (hacienda propia, control de aguas y aeropuertos, gran autonomía). Pero a la primera llamada de atención del Gobierno socialista de Zapatero, rápidamente recularon, quedando ese borrador en el desván y cubierto de polvo... Curiosamente, en el Preámbulo, "advertían" a España del presunto Pacto de Calatayud (de dudosa historicidad), que si Madrid no lo "cumplía" Canarias "recuperaría" su soberanía. Como dije, sigue en el desván.
La "paulinada" mayor ocurrió cuando fue necesario el voto del Grupo Parlamentario de CC en España, para sacar adelante a Zapatero en uno de sus "aprietos". Y Rivero regresó a Canarias, eufórico, pregonando que el Gobierno autonómico había "recuperado el control de sus Aguas Territoriales...". Bla, bla, bla. Las aguas siguen siendo españolas (hasta las del Charco de San Ginés), y Canarias continúa siendo una "autonomía de tercera fila".
AURELIANO MONTERO GONZÁLEZ