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La Guerra Civil en Coalición Canaria

| 02 de diciembre de 2012

Hacía tiempo que se veía venir que el final de la mal llamada Coalición Canaria, iba a comenzar en Lanzarote. Las señales eran evidentes. Y los protagonistas los mismos. Pero los jerifaltes de turno siempre trataban de enmascarar los clarísimos indicios con cortinas de humo en forma de "pequeños desacuerdos". Pero la ruptura lleva larvada en una especie de hibernación desde hace unos pocos años...

Hacía tiempo que se veía venir que el final de la mal llamada Coalición Canaria, iba a comenzar en Lanzarote. Las señales eran evidentes. Y los protagonistas los mismos. Pero los jerifaltes de turno siempre trataban de enmascarar los clarísimos indicios con cortinas de humo en forma de "pequeños desacuerdos". Pero la ruptura lleva larvada en una especie de hibernación desde hace unos pocos años...

En el caso de Lanzarote, la semilla se plantó poco después de la defenestración de Pepe Torres (todavía Alcalde de Haría) en su afán por ser Presidente "nacional" de Coalición Canaria. La candidatura de Torres fue tumbada por aquellos que le habían prometido su "apoyo" (Paulino Rivero entre ellos), y por algunos de sus compañeros insulares (como Mario Pérez, que hizo de abogado del diablo en la elección de Claudina Morales). Y dichas rencillas se trasladaron al IV Congreso Insular.

La elección de Suso Machín como Presidente Insular de Coalición Canaria en Lanzarote, destronando al siempre presente Mario Pérez, dio un soplo de aire fresco a una formación política que arrastraba el lastre de una enorme masa de tránsfugas procedentes del PIL, arropados estos últimos por el sector más conservador (en todos los sentidos) del partido. Pero para llegar al IV Congreso Insular se tuvo que pasar por una serie de Asambleas locales, polémicas, calientes y violentas: en alguna de ellas, hubo tortas y algún puñetazo... Aunque luego los hechos fueron pertinentemente maquillados (así como el ojo y los pómulos de dos compromisarios) ante los medios.

La elección de Jesús Machín en Nazaret, en 2008, dio inicio a una operación de acoso y derribo, orquestada desde el mismo Ayuntamiento de Haría por su propio Alcalde, el desbancado Pepe Torres. Alrededor del mismo se agruparon personajes como el entonces designado Presidente "honorífico", Juan Santana (que había sido Alcalde durante el Franquismo), y Mario Pérez. El llamado "sector duro" comenzó a cuestionar las decisiones del equipo de Suso Machín, y a boicotear los actos de la formación política. Más aún, Torres se convertía en el anfitrión (y agasajador) del Presidente del Gobierno Autónomo, Paulino Rivero, en sus múltiples visitas a la isla; haciendo suyo el rol de "presidente insular", y ninguneando con ello al propio Jesús Machín.

El trasfondo del enfrentamiento entre los dos sectores de la formación localista (que no nacionalista) era evidente: los oficialistas (o machinistas), abogaban por controlar las instituciones insulares, pero sin el PSOE; mientras que los "pepetorristas" manifestaban que la única forma de gobernar era con el apoyo socialista... Conocida es de todos la relación de "amistad" entre Pepe Torres y Carlos Espino (otro defenestrado), y sus reuniones semiclandestinas en el Restaurante El Quijote (en Mala), donde en alguna ocasión se marcharon sin pagar...

Como reseñamos más arriba, el principal lastre de Coalición Canaria en Lanzarote, era la gran cantidad de tránsfugas provenientes de una "estampida" del PIL: entre ellos Juan Pedro Hernández (imputado), Celso Betancort (imputado), María Isabel Déniz (imputada), y la recientemente defenestrada en el  V congreso Insular, Inés Rojas... Curiosamente, esta pléyade de tránsfugas (y algo más) apoyaban abiertamente al sector contrario a Jesús Machín y partidario de pactar con el PSOE (y su lista de imputados como Enrique Pérez Parrilla, Miguel Angel Leal, Segundo Rodríguez y muchos otros), provocando con ello que la brecha entre los dos grupos se ensanchara más.

El último caso, y quizá el más sangrante pese a las "ofertas de paz" ha sido el V Congreso Insular: los llamados "críticos" acuden al Juzgado para denunciar "irregularidades" en las Asambleas de Arrecife y San Bartolomé; Suso Machín se ve obligado a renunciar a su candidatura; Inés Rojas (proveniente del PIL) denuncia "trampas" y no se presenta; desde la Dirección Nacional le dan la razón a los "críticos" pero luego se retractan y envían a Barragán al Congreso; y Pepe Torres, siempre al acecho, orquesta que los Comités Locales de Haría y yaiza (y algunos de Tías) no vayan al Congreso... ¡La guerra civil está escenificada! Y el maquillaje ya no vale.

Pero esto no es nuevo ni exclusivo de Lanzarote: en Gran Canaria (donde CC es casi testimonial), ya se vivió otra guerra similar, que dio lugar a la escisión (y secesión) llamada Nueva Canarias, con un disgustado Román Rodríguez que se cansó de estar bajo la sombra eterna y agobiante de ATI. Y en la actualidad, la guerra en el Archipiélago está entre los partidarios de mantener el gobierno con los socialistas y los que preferen un pacto con el PP (caso de Fernando Clavijo en Santa Cruz)... Estos son los "nacionalistas" que se enfrentan por pactar con partidos "españolistas".

Y que nadie pierda la onda: la guerra civil irá a mayores a medida que se acerquen las elecciones.

 

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