El negocio (para otros) del Turismo
El monocultivo por excelencia, se ha convertido en las últimas décadas en un espejismo para la clase trabajadora canaria. Un espejismo en el que todos creen ver grandes beneficios para el Archipiélago (y grandes perspectivas de futuro), pero en el que muy pocos aciertan a ver que aquí sólo quedan las migajas.
En primer lugar, el 80% de los hoteles y complejos de apartamentos (y de la industria que los acompaña, como restaurantes, tiendas de deportes acuáticos, etc), han sido construidos con capital extranjero (eso sí, con la aquiescencia española), teniendo muy poco que ver con su explotación y pingües beneficios, los sufridos Canarios. Sin olvidar que la mayor parte del personal que trabaja en dichas instalaciones, es foráneo.
En segundo lugar, actualmente la gran mayoría de los turistas vienen a través de Agencias de Touroperadores: es decir, que pagan por adelantado su estancia en las islas EN SUS PAÍSES DE ORIGEN, siendo muy poco el gasto que puedan hacer fuera de los complejos hoteleros.
Para colmo de males, la mayor parte de los beneficios que aún generan los complejos turísticos, son embolsados por los diferentes estamentos del Gobierno Español, devolviéndonos las migajas a modo de inversiones cada vez más escasas. Así reseña el escritor Paco Díaz que poseemos "una potente infraestructura e industria turística, afamada mundialmente, pero extranjerizada con ayuda estatal y del Banco BEX".
Para resumir: si Canarias fuera un Estado Soberano (o Archipielágico), sería el legítimo DUEÑO de la Industria Turística, y por tanto de sus beneficios, sin tener que rendirle cuentas A cualquier otro Estado, y cualquier convenio a nivel touroperador, sería negociado directamente por el legítimo Gobierno Canario. Porque con la Industria Turística ocurre lo mismo que con el Banco Canario-Sahariano, que SON NUESTROS PERO OTROS LO EXPLOTAN POR NOSOTROS.
AURELIANO MONTERO GONZÁLEZ, (DE SU LIBRO "¿TIENE CANARIAS DERECHO A SU INDEPENDENCIA?")