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De Belén Esteban al fútbol, un solo paso

| 17 de diciembre de 2012

FÚTBOL DE GARRAFÓN: Lo del fútbol y sus nuevos “nuevos” es para al menos hacérselo mirar. Como dice el topicazo, renovarse o…, ya es cosa de cada cual.

FÚTBOL DE GARRAFÓN: Lo del fútbol y sus nuevos “nuevos” es para al menos hacérselo mirar. Como dice el topicazo, renovarse o…, ya es cosa de cada cual.

Lo cierto es que EL TIEMPO en esto del deporte, y en la vida misma, nos gobierna; y la velocidad extrema a que nos somete apenas, y a veces ni eso, nos da margen para “digerir” lo que sucede en el día a día.

Y es que el fútbol en su “voraz” alistamiento de los nuevos ejércitos, llámese de aficionados de media tinta, cantamañanas de bares de fin de semana o en su defecto de “soldados” suicidas fieles a un club, figurilla mediática del balón, o cualquier otra sandez; muestra de manera diáfana el porqué es hoy por hoy, aún más si cabe, el DEPORTE, no rey, TOTALITARIO.

Se va renovando, innovando, cambiando o vaya usted a saber qué, las normas, reglas y otras vulgaridades concernientes a esto de once contra once. Se busca o al menos se pretende “adecuarse” a los tiempos modernos con las tecnologías más vanguardistas para dirigir y a veces digerir esos partidos de al menos noventa minutos; es un todo en el “último grito” para  que la “fanaticada” esté cada vez más sometida y abducida.

Mucho antes con la radio, luego en blanco y negro y hora en colorines y con “fuegos artificiales”, nos someten en TV a unos buenos “pildorazos” con el fin de tenernos a los futboleros con los ojos como “chinches” con las ganas de saber y “aprender” todo lo posible y más, de lo que pasa por esos estadios de este país y el mundo.

De unos pocos años para acá, el resurgimiento de esas tertulias televisivas “bautizadas” como futboleras, acaloradas, semipreparadas, con temas huecos y repetidos hasta la extenuación, saciedad o defunción; hacen de las tardes-noches-madrugadas una “preocupación” continua, bien por el rasguñito de Cristiano, bien por el “pollo” de Messi a alguien, bien por el trencilla que era un paquete; vamos, una “borrachera” de asuntos “trascendentales” que hacen que la ordinariez y el relleno más absoluto no sólo estén instalados en los programas de Belén Esteban, los Matamoros, etc.

Hecha uno de menos aquellos sosegados coloquios, con pausa en los tiempos, con ganas de decir algo útil, sin extremismos serviles ni partidarios, donde los partidos de fútbol se desgranaban con cierta inteligencia y sin fanatismo barato, compartiendo alrededor de la mesa a personas en las cuales destacaban sobre todo sus APTITUDES, y no actualmente donde sus ACTITUDES son más que reprobables. Aunque, a la vista está que la mayoría, la fanaticada, sí que aprueba esta clase de SÁLSA ROSA del fútbol; donde el que más grita tiene la razón, donde el fondo no tiene el más mínimo interés, sino, las malas formas y gestos que hacen que cada uno de estos periodistas sean “esclavos” de unas ideas fijas e inamovibles, estén equivocados o no.

Con todo, el fútbol sigue y seguirá renovándose, con sus cosas buenas y otras no tanto; pero no estaría de más que cierta nobleza de periodistas bajaran un poco la voz y su ego, sino Belén Esteban podría entrar al ruedo, y no desentonaría.

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