MANIFIESTO DE LA FCU EN LEGÍTIMA DEFENSA DEL CARNAVAL CANARIO
El Carnaval canario es una de las fiestas que más arraigo tiene entre la población de nuestra tierra. Con su sello propio, distinto al de otras latitudes, se ha convertido en parte indiscutible de la identidad de nuestro pueblo y marco donde emerge el carácter, la creatividad, la alegría y el humor de nuestra gente. Tras dos años de restricciones sanitarias debidas a la pandemia de covid19, toca recuperar esa tradición, ese bálsamo para las muchas privaciones y amarguras que ha dado de sí esta excepcionalidad que algunos quieren cronificar. El Carnaval canario debe volver a nuestras calles y los dirigentes políticos deben hacerlo viable, posible e improrrogable, por derecho, por salud y también por economía.
No se sostiene que, mientras la fiesta canaria sigue encorsetada, ciudades como Vigo (PSOE), hayan vivido sin limitaciones sus “navidades de luz"; que Madrid (PP) con sus “cañas” haya despreciado en todo momento toda restricción; o el fútbol (D. Dinero) haya pasado de puntillas sobre aforos o certificados Covid. Un gobierno florero y colonial como el “autonómico”, que dista mucho de ser ejemplo de buena gestión en algo, simplemente ha decidido ir a rebufo de lo que le dictan desde afuera, dar bandazos sin motivo o simplemente jugar a los “semáforos” según sus intereses.
Y es que ha sido este gobierno títere, el que durante todo este tiempo ni quiso ni pudo cerrar puertos y aeropuertos al turismo europeo sin restricciones, ni poner a los touroperadores y sus prepotencias en su sitio, ni proveer a la población canaria de suficientes recursos sanitarios o económicos para afrontar un escenario que invadieron de miedos, incertidumbres y cero económico. Los ERTE ayudaron, sí, pero sólo a las empresas con más recursos o trabajadores, pero ¿y las pequeñas empresas canarias, los autónomos, la gente que sobrevivía en la economía de la subsistencia? Para ellos sólo hubo abandono, desesperación y angustias, abonando un campo para las penurias y trastornos emocionales o mentales.
LA “INDUSTRIA DE LA ALEGRIA” en Canarias, la del Carnaval, deja en un mes y medio de fiesta, más de 70 millones de euros a la economía canaria, pero además deja un valor añadido que no es económico, pero sí que incide en la calidad de vida de la población, ya que supone una válvula de escape para centenares de miles de personas expuestas a situaciones de infelicidad y que ven durante esos días un punto y aparte a sus problemáticas. Tras dos años de pandemia y pérdidas cercanas a los 200 millones de euros, miles de negocios pequeños dedicados directa o indirectamente a surtir productos o servicios a la industria canaria de la alegría (textil, calzado, bazares, moda, complementos, estética, restauración, etc.) han tenido que cerrar sus puertas o se encuentran heridos de muerte, sin ayudas públicas que sí se han otorgado a las cadenas hoteleras, la mayoría de capital godo o europeo, en Canarias.
Qué decir del impacto que sobre centenares de grupos del carnaval han tenido estos dos años de desarticulación, ausencia de vida asociativa, merma de ingresos, etc. Todo un tejido asociativo, probablemente el más vivo del archipiélago, que se ha visto desasistido y sin amparo por una clase dirigente que, en años electorales, sí que gustan de sacarse la foto y dar la palmadita en la espalda, siempre hipócrita y desalmada.
Alguien dirá que las restricciones sanitarias dictadas para afrontar la última oleada de covid son aún necesarias, pero en verdad comprobamos que el gobierno títere canario va al baile de una ministra y un gobierno español que, como en tantas otras cosas, hacen la vista gorda para con los problemas que padece Canarias de tiempo y ahora.
Estadios llenos, pero locales de murgas cerrados. Manifestaciones multitudinarias permitidas, pero grupos del carnaval sin poder ensayar o desapareciendo. Conciertos con aforos limitados, pero el Carnaval suspendido sin fecha en el aire. Guaguas y resto de transportes atestados, pero no es posible reuniones de más de 10 personas.
No somos negacionistas, ni irresponsables, ni amantes de la fiesta a cualquier coste, porque sería imprudente y hasta insolidario con los únicos héroes de estos últimos años (el personal sanitario), pero parece un contrasentido que con la única industria donde los beneficiados económica, social y culturalmente somos los canarios, EL CARNAVAL, la clase dirigente opte por escurrir el bulto, mostrar una vez más su incapacidad y absoluto desarraigo con esta tierra nuestra y sus gentes.
CANARIAS necesita recuperar su principal fiesta. Por arraigo, por la economía de los de abajo, pero hasta por salud ante los preocupantes indicadores de otra pandemia que acecha, LA DE LA SALUD MENTAL, tocada tras años de restricciones, quebranto de derechos fundamentales, crisis económica sobrevenida, que ha disparado el número de suicidios en el archipiélago..
LA FEDERACIÓN CANARIAS UNIDA quiere expresar su apoyo a todos los grupos del carnaval isleño, a los sectores sociales directamente implicados con esta fiesta popular, a quienes tienen puestas sus últimas expectativas de supervivencia de sus negocios en que el CARNAVAL regrese.
LA FEDERACIÓN CANARIAS UNIDA exige a las autoridades coloniales que cesen en su incapacidad manifiesta para manejar al tiempo el nuevo escenario que se vislumbra y que, tras dos años y medio de medidas de toda índole se entre en una recuperación de la normalidad, la vida y los derechos fundamentales de la ciudadanía, incluyendo el derecho a la alegría, el disfrute sano y las tradiciones.
Suscriben este Manifiesto:
POR LA FEDERACIÓN CANARIAS UNIDA
Unión Soberanista Canaria
Hijos de Canarias
Movimiento de Liberación Nacional de Canarias
Fuerza Vecinal Lanzarote
Activistas de Resistencia Anticolonial
Acampada Reivindicativa por el Derecho a la Vivienda
Observatorio Marítimo Canario
Congreso Nacional de Canarias
Colectivo de Mujeres Independentistas de Canarias