Respuestas sanitarias a la crisis sanitaria. Ni estado de alarma ni toque de queda
El Gobierno del PSOE-UP, ha decretado otro estado de alarma, y ha vuelto a militarizar la crisis sanitaria. Pero, esta vez, la ha llevado a las Cortes para hacerlo votar por 6 meses. Se ahorraba así el desgaste de tener que repetir las prórrogas que marca la ley. Al papel vergonzoso de las fuerzas de la investidura, desde ERC –¡vanagloriándose de haber forzado la revisión a los 4 meses! - a Bildu, se ha sumado esta vez también la CUP-PR, todos con la abstención para facilitar que pasara el Real Decreto.
Objetivamente, todos juntos, apoyaron al gobierno del PSOE y UP y cobertura a la militarización de las calles. También todos, dejaron el espacio de la lucha contra el RD a VOX, permitiéndole reforzarse en la calle.
Y en Catalunya, se hicieron cómplices del Gobierno de ERC y JxCat que rápidamente se apuntó a la represión con el toque de queda y sólo en la segunda noche, ¡ya practicó 580 denuncias! Todo tras la repetida y demagógica simplificación de los debates de Salud vs Economía de Ayuso o Salud sólo con Estado de alarma de Sánchez. Ni una ni otra son ciertas.
¿Salud vs Economía?
La hipotética disyuntiva que plantea repetidamente Ayuso, es una gran falacia. El estado español tiene una de las sobremortalidades más altas del mundo por la pandemia (48.000 muertes más que la media de los últimos cuatro años: 101 muertos cada 100.000hab), casi 10 veces más que Alemania o casi 100 más que Japón. También encabeza el ranking de contagios por 100.000 habitantes.
Las cifras económicas hablan solas. A 31/10/2020, el INE daba el sorprendente crecimiento del PIB del 16,7% de julio a septiembre, aunque la tasa interanual se contraía aún un 8,7%. ¿Dónde fue este crecimiento ?. Las empresas del IBEX quedaron blindadas ya en la primera ola, y con dinero público se habían pagado los sueldos de sus trabajadoras con ERTE, lo que permitió una importante concentración de capitales, haciendo a los ricos más ricos y como veremos después, disparando los niveles de pobreza. De marzo a junio, durante el primer estado de alarma, según La Sexta, los 23 españoles más ricos incrementaron su riqueza un 16%: Amancio Ortega, de Inditex, cerrando las 1.200 tiendas, aumentó su fortuna un 17,42%; el presidente de Ferrovial -a quien Alba Verges paga los rastreadorers- un 40%; el dueño de los hoteles Iberostar, un 50% a pesar de que cierra sus 38 hoteles en el estado y aplica un ERTE a 5.000 trabajadoras con el turismo paralizado; el de ACS, Florentino Pérez, un 41,6%, .…
Mientras, 12 millones de trabajadoras están en riesgo de pobreza, 3,8 millones en paro (16,26%) y miles en ERTEs -muchos aún sin cobrar- que se han prorrogado hasta el 31 de enero de 2021. Nunca se han parado los despidos, y en Catalunya, con la ola de EREs que han sustituido a los ERTE, especialmente en la automoción tras el cierre de Nissan: ya son 506.000 los parados, con una tasa del 13,2% (EPA de octubre) y se han perdido 138.500 puestos de trabajo en un año. Mientras, los ERTEs siguen creciendo con los últimos cierres de bares y restaurantes, centros deportivos y de estética y a 28 de octubre afectaban a 68.350 trabajadores. El estado español es donde más empleo se ha destruido, el doble que la media europea. Es decir, la política de PSOE-UP ha impuesto más muertes y más destrucción de empleo -no un versus el otro- a las trabajadoras y pocos muertos y crecimiento de la riqueza para las grandes fortunas.
Eso sí, puede ser aún peor: Ayuso duplica la media estatal en la CCAA de Madrid con 264 muertes cada 100.000 habitantes (78 más que Catalunya que también tiene densas áreas metropolitanas e industrias) y tampoco ha mejorado la situación económica de los y de las trabajadoras, siendo la CCAA que, en términos anuales y según la última EPA, más ha crecido el paro. Tampoco en la CCAA donde gobierna, Ayuso demuestra la disyuntiva que propaganditza.
¿Salud sólo con estado de alarma?
Como defendimos en la primera ola, una cosa es el confinamiento y otro el estado de alarma y la represión. Si fuera necesaria una regulación legal para atender la crisis sanitaria, se debería haber hecho en el marco de la Ley General de Sanidad. En ningún caso en el marco bélico-policial de los "estados de sitio, alarma y excepción", que ponen policía, guardia civil y ejército en el centro, como groseramente se vio en las ruedas de prensa de la primera ola. Han pasado siete meses y no se ha hecho nada para adecuar la ley sanitaria, aunque se preveía la segunda ola, y el ministro de Sanidad, Salvador Illa, vuelve a repetir la disyuntiva: si quieres Salud, hay que establecer un Estado de alarma. No, los gobiernos los imponen, porque precisan poner en primer término la represión ante la más que previsible respuesta popular.
Ninguna de las medidas excepcionales que se enumeran en el estado de alarma, y que podrían ayudar en la solución de la crisis social y sanitaria, ni se aplicaron en la primavera ni se aplicarán ahora, porque se preserva la propiedad privada para encima del control de precios o la intervención de la sanidad privada o las farmacéuticas, a pesar de los miles de muertos. Al contrario, criminalizan a la gente por la pandemia para justificar la represión y la desconfianza del vecino incentivando la delación, como anima a hacer el Consejero Sàmper. Este estado de alarma ni siquiera se acompaña de los decretos de protección mínima de la primera ola: ni se han cerrado los CIEs, ni se han prohibido los desahucios. Desde el 17/09/20 llevamos 400 sólo en Barcelona, los últimos bajo estado de alarma, a dos horas del toque de queda, desahuciado en Ciudad Meridiana a una mujer con criaturas o el brutal desalojo de los Mossos de la Casa Buenos Aires . El govern reclama a la gente que se quede en casa mientras envía la policía a dejar familias en la calle.
Una de las medidas de este estado de alarma, es el toque de queda, justificado para acabar con los "botellones", criminalizando a la juventud. Esta limitación de movilidad nocturna, agrava la vulnerabilidad de los y las trabajadoras que tienen que salir a la calle a esas horas, como los raiders, que han sido los primeros multados por la policía. No decimos ya quienes, además, son racializados o el caso de mujeres que vienen o van al trabajo en horario nocturno, por calles vacías, y con la baja frecuencia habitual de transporte público ... Indignante cuando la misma Consejera reconoce que no es cuando hay más relaciones sociales, que sería en horario diurno y sobre todo en el trabajo. Pero intervenir en esto, protegiendo a los trabajadores, sería obligar a las empresas a instaurar el teletrabajo e incrementar las inspecciones y sanciones a las empresas por la falta de seguridad. Pero esto no lo regula ni el Gobierno con el estado de alarma, ni el Govern de JxCat y ERC. Sólo "recomiendan" y que se peleen los comités de empresa –donde los haya- porque al final, las empresas harán lo que quieran. Y mientras, en auténtica provocación, el "botellón" del IBEX, con Arrimadas, Ayuso, Casado, Illa y Cia, reunían la primera noche de estado de alarma ¡¡150 personas en la cena de El Español, con pocas mascarillas y ninguna distancia!!.
Confinamiento y restricciones de movilidad, son soluciones medievales en pleno s. XXI. Esto es porque ni se han recuperado los recortes estructurales en la sanidad pública, ni se han inyectado suficiente dinero para la emergencia de la pandemia. Las huelgas de los MIR, médicos de primaria, celadores ... señalan las carencias de personal, de estabilidad y de sueldos y condiciones laborales dignas que son de fondo. Es urgente, porque empieza a ser un problema incluso contratar. Buena parte de nuestras enfermeras han acabado en Gran Bretaña por la precaria situación que tenían aquí. Ayuso ya se encuentra con un hospital Covid que costará 97 millones (con 45 millones de sobrecoste), pero para el que no cuenta con personal.
JxCat y ERC, no atendieron los problemas de fondo de las dificultades de hacer pruebas y confinar en los brotes entre temporeros: había que resolver tanto la regularización de todos los sin papeles como la renta garantizada de confinamiento para atender a las familias. No se hizo y a día de hoy una variante catalana del Covid19 recorre el mundo. Tampoco se pusieron bastante rastreadores en el resto de Catalunya en julio, ni suficientes PCRs, ni se hicieron los microconfinamientos quirúrgicos que pedían los expertos ante los primeros contagios en el área metropolitana. En agosto, cuando sí se intensifican las PCRs, ya era más complicado. Y se ponía la guinda cuando no se tomaban medidas para incrementar la frecuencia del transporte público y, al contrario, ADIF ejecuta obras en Sants que reducen frecuencia de cercanías y provocan aglomeraciones ya en plena segunda ola.
¿Y ahora?
Con las cifras de ocupación de UCIs disparadas, hay que forzar el teletrabajo y las condiciones sanitarias en las empresas, restringiendo el movimiento como protección de la clase trabajadora. Pero hay que seguir enfrentando la represión y la criminalización: la propagación del virus es esencialmente responsabilidad de la gestión que han hecho los gobiernos de PSOE-UP, y de ERC-JxCat. Hay que romper el círculo que han impuesto y tener respuestas proactivas, no restrictivas, a partir de invertir dinero público en la sanidad pública tanto estructural como de respuesta inmediata con rastreo y alivio de la presión en los CAPs, cribado de asintomáticos con testeos de antígenos rápidos, masivos y semanales -los moonshot de los británicos-, sobre todo en espacios de riesgo elevado de contagio o sensibles como residencias y escuelas, con inversión y contratación pública. Lo contrario de lo que ha hecho el Departament de Salut de ERC, que pagó 18M a Ferrovial por los rastreadores -contrato que el Parlamento revocó y aún no se ha hecho- o 246M euros a la sanidad privada. Como defienden las sanitarias en lucha, "acabemos con la parasitación de la privada en la pública", es necesaria la "... intervención pública de las gerencias de los centros concertados y de todos los recursos privados, al servicio del bien común y sin compensaciones". Y por eso hay que enfrentarse al estado de alarma, e imponer decisiones políticas con la movilización, como la de Vallekas y el cinturón sur de Madrid contra las medidas de Ayuso y por la sanidad pública, como las de Tarragona exigiendo mejoras en los CAPs, o las de la cultura o la de Barcelona contra los desahucios. Debemos exigir en la calle soluciones para detener los despidos, los desahucios y el empobrecimiento e inversiones para resolver la crisis sanitaria y los servicios sociales, defendiendo el derecho a la protesta para reivindicarlas rechazando la represión. Si no lo hacemos desde la izquierda, será la ultraderecha quien ocupe este espacio en la calle.
¡Fuera el estado de alarma y el toque de queda!
Dinero para la sanidad pública: contratación, estabilidad, sueldos y condiciones laborales
y, más rastreadores, tests rápidos masivos ...
01/11/2020
CUP
Especialmente sangrante porque participamos como Lucha Internacionalista en las coaliciones, son los casos de la CUP, tanto CUP-CC como CUP-PR. Sin debatir en los marcos unitarios, vimos atónitos cómo se pasaba de argumentar pública y autojustificativament que "Es la hora de las personas, nos saldremos juntas" (??) y hablar de "movilización" en el atril del Parlamento el lunes, para el jueves pasar del voto NO al primer estado de alarma a abstenerse en el Congreso. Aunque, el Gobierno, a diferencia de lo que hizo en primavera, en el nuevo estado de alarma limitaba el derecho a la "movilización" en el arte. 7, donde advierte que las manifestaciones "podrán ... prohibirse cuando en la previa comunicación ... no quede garantizada la distancia personal …"
Por más críticos que quisieron aparecer discursivamente, el voto de la CUP-PR, objetivamente, da apoyo a los gobiernos de PSOE-UP y por extensión ERC-JxCat con la militarización de la crisis y la represión que se deriva. A esto sólo se opuso la extrema derecha de VOX, sola contra el estado de alarma, con su demagógica defensa de derechos y libertades, lo que refuerza la ultraderecha para movilizar en la calle. La izquierda, incluida la CUP-PR, son responsables de la cesión de este espacio.
El lunes sin embargo, el primer día del estado de alarma y toque de queda, salimos a la calle, junto a muchos compañeros de la CUP y la izquierda independentista a hacernos sentir contra la militarización de la crisis sanitaria. Este esperamos sea el camino donde nos rencontremos con el conjunto de los y las compañeras.
Lucha Internacionalista