Mercenarios de la Información
ANTONIO LEAL AGUILAR
Desde hace una docena de años, el periodismo en esta isla ha ido perdiendo credibilidad, sobre todo en lugares gobernados por regímenes autoritarios y manipuladores –que no necesariamente significa que han asumido el poder a través de la fuerza- donde se establecen métodos restrictivos para la publicación de la noticia. Algunas veces con el viejo sistema de la censura previa, o bien castigando o colocando en listas de la no publicación a quienes osan desenmascarar hechos de corrupción, o cualquier otro que pueda afectar la imagen que estos gobiernos desean conservar ante su gente.
Cuando envías una nota a sus medios, la censuran y no la publican. Y cuando llamas al medio radiofónico, tienen la fea y mal educada forma de proceder, cortándote y no permitiéndote hablar; y desvalorizarte o meterse contigo una vez cuelgas el teléfono. Cuando suelen publicarte alguna noticia, lo hacen para luego machacarte. Por cierto, el hecho de tener una titulación o una formación educativa adecuada, no te hace más serio, honrado o inteligente. “A buen entendedor sobran las palabras”.
Dentro de este mundillo se puede encontrar de todo. Hay cierto elementos peloteros, manipuladores y vividores, que sólo buscan contentar a quiénes los mantiene; y otros que por lo falsos y repetitivos que son, nadie los tiene en cuenta ni le dan ningún tipo de credibilidad.
En Lanzarote existen ciertos personajes que desde hace mucho tiempo intentan descalificar y restar importancia a nuestros colectivos sociales, y a quienes los gestionan. Pero ni pueden, ni nadie les hace caso.
Nuestros colectivos no son tres personas, ni están manipulados; y sí representan a muchísimas personas. Y además, somos organismos sociales totalmente legales y oficialmente reconocidos. Por poner un ejemplo, sólamente el Comité Ejecutivo del Organismo Social Canario Titeroygakat está compuesto por 32 personas. Las restantes asociaciones que componen la Federación, tienen en sus juntas de gobierno, como mínimo a 10 personas.
Pero en este mundillo nuestro, siempre habla quien más tiene que callar: ¿una emisora de radio compuesta por sólo dos personas, y una televisión con media docena de personajes? ¿A quiénes representan, y qué importancia se les puede dar? Además, nosotros podemos presumir de ser legales. ¿Pueden decir lo mismo estas emisoras?
Estos mercenarios creen que realmente te pueden vetar, y que tus notas no llegarán ante la opinión pública. Y resulta que los colectivos sociales, a través de las redes, blog y páginas web, tienen más seguidores que todos ellos juntos. Nosotros sí que los promocionamos a ellos: cada vez que subimos sus artículos a nuestros medios, se los hacemos llegar con toda seguridad a más de 50.000 seguidores…
Lo que viene ocurriendo últimamente en esta tierra de todos, con ciertos colectivos sociales, con sus representantes y muy en particular con mi persona (Antonio Leal Aguilar, Presidente de la Federación Autonómica Titeroygakat), no tiene nombre y no deja de ser una actuación parcial, anti-profesional, corrupta y fraudulenta.
Son muchos los colectivos y personas que vienen padeciendo la censura previa de todos estos mercenarios de la información, que los han ha colocado en las listas negras del periodismo insular, por orden de quiénes les pagan; y por intentar desenmascarar hechos de corrupción, que se puede estar generando en diferentes organismos oficiales, periodísticos o empresariales. Lo que ocurre en esta isla pasa en muy pocas partes del mundo.
Existe una serie de periodistas y políticos sin escrúpulos, que sólo saben insultar, descalificar y arremeter contra aquellos agentes sociales que denuncian todas las ilegalidades.
Lamentablemente hay garbanzos negros en toda profesión, y en el periodismo no iba a ser menos. En esta plumífera profesión existen mercenarios que trabajan para el político, empresario y para todo aquel que le pague bien sus servicios. Es decir, son periodistas que se ponen de un lado y del otro, por dinero, sin consideraciones éticas ni profesionales.
¿Qué buenos periodistas pueden salir de elementos tan corruptos?
Son gente sin sentido de pertenencia, y por eso las empresas no se diferencian unas de otras. Y no hacen un buen trabajo profesional, porque éstos publican lo que le indican y sólo defienden a quienes les pagan, sean o no delincuentes. No tienen compromiso con la profesión, ni con la verdad.
Con estos personajes sin catadura moral, es el Periodismo el que sale perdiendo. Porque, también hay que decir que estos periodistas mercenarios suelen enorgullecerse, colocarse flores y presumir de una honradez y de una gran audiencia que realmente no tienen.
Su aportación a nuestra sociedad es realmente, nula. Pero luego se pavonean de ser inteligentes, presumiendo de seriedad y perjudicando gravemente a los verdaderos profesionales.
Aquí, el periodismo ha pasado a ser una más de las tantas profesiones devaluadas de un país donde cada vez es más difícil creer en la honestidad. Y, como dijo Discépolo, “la moral la dan por moneditas y la razón la tiene el de más guita”.
En Canarias, Lanzarote y a nivel nacional son muchos los medios informativos ajenos y mal llamados no profesionales los que publican nuestras notas.
Para terminar, decir que la consejería de comunicaciones del Gobierno de Canarias tiene que comenzar a enviar como es de Ley, las correspondientes notificaciones a algunas radios del archipiélago, para instarles a que dejen de emitir por estar ilegales, ó que abandonen ciertas frecuencias en caso de estar transmitiendo en más de una sin la correspondiente autorización.
Comenzaremos a partir de estos momentos a dirigirnos al Ministerio de Industria, Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamientos para que actúen y cumplan con sus obligaciones y dejen de trabajar con aquellos medios de información cuyas frecuencias son ilegales, porque no tienen licencias. Nos dirigiremos a las comisiones y plenarios, y en caso de hacer dejación de sus funciones y obligaciones legales, presentaremos demandas judiciales en los Tribunales de Justicia.
Finalizar advirtiendo que nuestros colectivos y sus dirigentes no van admitir ni permitir insultos, descalificaciones y acusaciones públicas, porque aparte de presentar las correspondientes demandas judiciales, tenemos la buena y sana costumbre de resolver todos nuestros problemas de forma directa y personal. Y que no les quepa ningún tipo de duda que lo haremos.
Antonio Leal Aguilar
DNI.42.903.933-D