LAS VALLAS DE "SEGURIDAD" SE CAEN A PEDAZOS DESDE HACE AñOS, SIN QUE NADIE HAGA NADA

La Presa de Mala

Falta de seguridad en la Presa de Mala

La Presa de Mala, lugar frecuentado casi a diario por decenas de amantes de las modalidades deportivas de Ala Delta y Rappel, es a la vez uno de los lugares más inseguros de la isla: sus vallas de "protección", colocadas hace décadas para evitar accidentes en sus alturas, se caen literalmente a pedazos. Hecho conocido por el propio Consejo Insular de Aguas, que en 2009 "instaló" dos portones metálicos en el pasillo conformado en la cima de la presa. Portones éstos que, pese a todo, se encuentran abiertos al paso de todos los que quieran admirar el espectáculo que significa tanta agua acumulada (y no aprovechada) en la recta final del Valle del Palomo.

La Presa de Mala fue construida en las postrimerías del franquismo (década de los 70) por el Servicio Hidráulico de Las Palmas, dependiente del Ministerio de Obras Públicas. Sin embargo, tal y como reconoce el propio Consejo Insular de Aguas, la misma nunca llegó a ejercer como tal, "por su falta de impermeabilización". Dicha circunstancia motivó que en los años 80 el Gobierno de España transfiriese las competencias del "inútil" embalse al Ejecutivo autonómico, que a su vez le pasó la pelota al Cabildo de Lanzarote. En última instancia, se supone que "el uso y gestión" de la construcción es competencia del Consorcio del Agua.

- Incumplimiento del Consejo Insular de Aguas

En el año 2009, tras las denuncias públicas realizadas por el entonces portavoz de VECINOS UNIDOS en Haría, Ricardo Castro, el Consejo Insular de Aguas se vio obligado a reconocer que las instalaciones presentaban "un estado de abandono deplorable, con el consiguiente peligro para los visitantes". Y como el Reglamento de Dominio Público Hidráulico se había endurecido en lo referente a la seguridad de las presas, encargó un "proyecto para la ejecución de obras de seguridad en Mala".

Cuatro años después, las mismas vallas colocadas hace décadas para la "seguridad" de los centenares de visitantes del lugar, se caen literalmente a cachos. Algunas incluso se encuentran despegadas de sus bases... La única obra visible que ejecutó el Consejo Insular de Aguas, consistió en dos portones (uno en cada extremo de la parte alta de la presa), que irónicamente CONTINÚAN ABIERTOS al paso de quién quiera. Eso y nada es lo mismo...

Téngase en cuenta que el Estatuto Orgánico del Consejo Insular de Aguas, aprobado por Decreto 135/1997 de 11 de julio, en su artículo 11º señala que es su competencia "la realización de las obras hidráulicas de responsabilidad de la Comunidad Autónoma en la isla".