Creado el Foro Papagayo no se toca, contra la instalación de hamacas en la emblemática playa
Tras la polémica suscitada por el proyecto del Ayuntamiento de Yaiza para colocar hamacas, sombrillas, embarcaciones de recreo y chiringuito de playa en el litoral de Papagayo, al sur de Lanzarote, varios ciudadanos se han puesto en marcha para conformar un foro, abierto a toda la población, cuyo objetivo será parar la degradación de uno de los espacios más emblemáticos de la isla. Con este fin, y bajo el lema “Papagayo no se toca”, han convocado un primer encuentro que se celebrará el próximo viernes día 21 de diciembre a partir de las 19.00 horas en el Centro Cívico de Arrecife, situado entre la Vía Medular y el barrio de San Francisco Javier, en la capital de la isla.
Ha sido la respuesta ciudadana, a través de redes sociales y la recogida de firmas en Internet, la que ha evidenciado que el proyecto del consistorio presidido por Gladis Acuña para Playa Mujeres, en Papagayo, cuenta con una oposición mayoritaria entre la sociedad insular, al atentar contra un espacio natural protegido de gran valor ambiental, paisajístico, histórico y que constituye una de las mejores imágenes con las que cuenta Lanzarote como destino turístico. Por ello consideran que debe ser la ciudadanía la que siga presionando, de manera organizada, hasta parar este proyecto que supondría la degradación de uno de los pocos espacios no deteriorados de la costa sur de Lanzarote, igualando las playas de Papagayo a las de cualquier destino turístico masivo.
Por ello se hace un llamamiento a los ciudadanos y colectivos de la isla que compartan esta causa a participar en este primer encuentro en el que se podrán en común posibles estrategias que conduzcan a la definitiva retirada del concurso convocado por el Ayuntamiento de Yaiza para instalar unos equipamientos que degradarían y vulgarizarían esta emblemática zona del litoral. Entre las acciones que plantean está la de organizar una concentración el sábado 29 de diciembre frente al Ayuntamiento de Yaiza que sirva para mostrar el rechazo ciudadano hacia una medida que va en la dirección contraria a un modelo sostenible de desarrollo turístico y a la diferenciación de Lanzarote como destino.