Carta a la crisis
Hola crisis: no te puedo decir querida porque no lo eres. No lo eres porque veo lágrimas en las familias, veo falta de todo, veo tantas cosas feas en mi pueblo, que da tristeza y aguanto las lágrimas, si las aguanto para ser fuerte y ayudar en algo, no es mucho pero si cada uno colaboramos con nuestro entorno el grupo de ayuda sería grande.
Te repito crisis, no me gustas porque veo tristeza en ese padre que se pasa el día buscando trabajo, entregando curriculum por todas partes a ver si cuaja alguno; veo tristeza en esas madres que hacen verdaderos malabarismos para poner un plato de comida en la mesa; veo tristeza en esos abuelos que con su pequeña pensión tienen que hacer frente para dar de comer a varios hijos; nueras y nietos que están parados; veo tristeza en esas personas que recibían una ayuda para enfermos dependientes y ahora no la tienen, se les ve con cara de agotamiento y desesperación; veo también tristeza en las colas del paro y esas caras de hombres y mujeres de angustia y desespero.
Y he dejado mi última tristeza para esos niños que la única comida es en el colegio, que se marean en clase porque no han tenido para desayunar.
Ya no podemos más crisis.
Y si miro a otro lado desgraciadamente no veo tristeza, veo a políticos que no les falta de nada, tiene sus lujos, vacaciones, viajes, fiestas y derroches.
Y te pregunto crisis: ¿tú crees que mi pueblo se merece esto?, cuando los canarios hemos sido un pueblo luchador desde nuestros antepasados.
Por eso crisis lo siento pero no te puedo decir querida.
Espero de todo corazón que algún día no muy lejano desaparezcas de mi tierra y de m mundo para que mi gente, mis niños puedan volver a sonreír, mientras tanto te aguantaremos como héroes, pero no te queremos. Por favor crisis te ruego que no tardes en irte ya no podemos más.
Firmado: mi pueblo