APUSAS reclama a la Gerencia Sanitaria de Lanzarote que anteponga los pacientes y los sanitarios a la rentabilidad económica
La Asociación de Pacientes y Usuarios de Sanidad y de Atención Sociosanitaria de Lanzarote (APUSAS) rechaza firmemente los criterios de la rentabilidad y el ahorro defendidos por la Gerencia sanitaria de la Isla a la hora de gestionar en esta Isla los recursos públicos en materia sociosanitaria.
Tras las manifestaciones vertidas por la Gerencia de los Servicios Sanitarios del Área de Salud de Lanzarote a varios medios de comunicación de la Isla el pasado 10 de febrero, en las que el gerente, José Luis Aparicio, alegaba “desinformación y falta de rigor”en la postura de APUSAS, esta Asociación se reafirma en que, efectivamente, existe un gran agravio comparativo en la Sanidad de Lanzarote con respecto al número de tarjetas sanitarias y recursos de que disponen el resto de islas. “No se trata solo del criterio de la magnitud o superficie de las islas para aumentar los recursos. Criterios como la población y el número de tarjetas sanitarias que tiene Lanzarote junto con La Graciosa (156.000 habitantes de derecho), sin olvidar la necesidad de dar respuesta sanitaria a los turistas –Lanzarote recibe una media de 2.600.000 turistas cada año- y de proporcionar también servicios sanitarios a la población migrante son, entre otros, los que originan la lógica y urgente necesidad de aumentar los recursos sanitarios de Lanzarote”, apunta el presidente de APUSAS, Fidel Ascensión.
Entre otras cuestiones, esta Asociación, creada en 2019, viene reclamando que el Centro de Salud de Titerroy, en Arrecife, preste servicios de urgencias no solo 12 horas al día, sino durante las 24 horas, de manera que pueda descongestionarse así la saturación –denunciada por usuarios y los propios trabajadores del Servicio Canario de Salud, SCS- que padece hace tiempo el servicio de urgencias que presta el Centro de Valterra, el que registra mayor índice de servicios, con más de 300 pacientes cada día según los últimos datos oficiales aportados por el Gobierno de Canarias en 2015, muy por encima incluso de otros centros de Gran Canaria y Tenerife. Otra de las propuestas de APUSA ha sido que el Centro de Mala, en Haría, sea reconvertido en Punto de Atención Continuada.
“La idea de la Gerencia de que ningún paciente de la zona norte irá al centro de Mala por una urgencia, -que no emergencia- que como mucho habrá 1,2 pacientes por jornada y que todos irán a Valterra no tiene fundamento clínico y menos aún sentido común, desprendiéndose de dicha explicación de la Gerencia un criterio evidente del ahorro sanitario y de la rentabilidad económica, lo que atenta contra la Ley Orgánica Sanitaria de la Comunidad Autónoma –LOSCA- y la carta de los Derechos del Paciente, además de ir en contra de derechos fundamentales como el recogido en el artículo 43 de la Constitución Española y en el artículo 35 de la Carta Europea de los derechos del paciente”, expone Fidel Ascensión.
Desde APUSAS entienden que existan “particularidades en cada territorio”, pero tienen claro que “en todas las islas sus habitantes tienen derecho a la Sanidad pública y a acceder a una cobertura adecuada”. “En Lanzarote hay falta de especialistas (oftalmólogos, traumatólogos, endocrinos, dermatólogos, entre otros) y de especialidades (consultas de traumatología pediátrica, de neurocirugía, entre otras), cuya presencia evitaría múltiples derivaciones a Gran Canaria, con los consiguientes trastornos personales y costes económicos que estos traslados suponen. Estas carencias también afectan a la Atención Primaria, con casos sangrantes como la falta de pediatras en toda la zona norte de la Isla”, lamenta la Asociación.
Por otra parte, desde APUSAS califican de “falta de consideración y de respeto” las “falsas manifestaciones” del gerente sanitario de Lanzarote, en las que Aparicio indicaba que “estamos en fecha preelectoral y todas las asociaciones afiliadas a partidos, como es este caso, intentan hacer ruido y desmejorar el trabajo del Gobierno de Canarias”. Al respecto, APUSAS niega rotundamente ser una Asociación afilada a partido político alguno o percibir financiación alguna por parte de partidos políticos o entidades privadas. “En lo único que podemos coincidir con otros colectivos es en la defensa del paciente y en la mejora asistencial en las que, como Asociación, trabajamos. Como Asociación, siempre acudiremos a cualquier invitación o convocatoria ofrecida por parte de otras asociaciones, entidades o instituciones públicas o privadas, partidos políticos, sindicatos y colectivos en general, que tengan por objeto plantear o debatir propuestas para la mejora de la calidad asistencial en el ámbito sociosanitario. APUSAS considera que debe acudir a los actos, no solo por educación, sino para ser escuchada y poder exponer sus reivindicaciones”, aclara Ascensión.
Desde la Asociación recuerdan a José Luis Aparicio que, por el contrario, "su puesto de trabajo actual sí parte de una designación política y que sus remuneraciones, además, son sufragadas por impuestos de todos los ciudadanos”. “Habría además que recordar a la Gerencia que la cantidad desorbitante de los incentivos que cobran los puestos de mando alto e intermedios es razón más que suficiente para que el político que no pueda, o que no sepa asumir puestos de alta responsabilidad, encima bien pagados por todos los ciudadanos, puedan de forma digna abandonar su cargo para que éste sea ocupado por cualquier persona cualificada”, señalan desde APUSAS.
El presidente de la Asociación, además, anuncia que “a partir de ahora no solo trabajaremos altruistamente por la defensa del paciente y el usuario, sino que nuestros esfuerzos también se centrarán en respaldar el cuidado de los sanitarios”. Al respecto, Fidel Ascensión denuncia la “mordaza” a la que están sometidos algunos trabajadores por parte de la Gerencia para poder hacer públicas las carencias y las deficiencias existentes tanto en el Hospital Doctor José Molina Orosa como en los distintos centros de Salud de la Isla.
“El bienestar de los propios sanitarios es un aspecto muy relevante ya que para garantizar una mejora en la calidad asistencial de los pacientes, los trabajadores de la Sanidad pública deben poder desarrollar su labor en óptimas condiciones”, finaliza Ascensión.